miércoles, 25 de septiembre de 2013

El mundo maya





 

         Hace unas semanas. a la misma hora que escribo este artículo en la villa de Las Brozas, (seis de la tarde en España, 11 de la mañana en México) me hallaba dentro del Gran Museo del Mundo Maya, en Mérida. Yucatán México. Invitado por la dirección, fui recibido por un guía maya que me lo enseñó durante tres largas horas y me empapé bien de lo que era y es esta civilización, cuya lengua aún hablan muchos yucatecos.

         El singular edificio, obra de cuatro arquitectos yucatecos, asemeja el árbol de la ceiba, el árbol sagrado de los mayas y es un espacio para mirar, escuchar y reflexionar lo que fue y es esta cultura propia del territorio mexicano, hondureño y guatemalteco.

         Como uno acababa de impartir, por encargo de la ONU, un curso sobre turismo cultural, este museo tiene entre sus propósitos el de atraer a un importante número de viajeros interesados en los recorridos culturales.

         El guía abrió su recorrido en la sala del aerolito de Chiccxulub, el meteorito que destruyó en un 90% de la vida en la tierra y acabó con los dinosaurios; ese meteorito, de 10 kilómetros de diámetro cayó allí mismo, entre el mar y la tierra de Yucatán hace 65 millones de años y abrió un enorme cráter bajo los pies de los visitantes del Museo. Además hay cuatro salas permanentes que cuenta la naturaleza y la cultura de la región del  Mayab; los mayas de hoy en relación a los mayas de ayer para concluir con los mayas ancestrales y su cultura, con algunas referencias al territorio dominado, expoliado y rebelde.

         El museo da cuenta de los mayas matemáticos, astrónomos, filósofos, ingenieros y arquitectos, agricultores, apicultores o médicos

         Para mayor información, visitar la página www.granmuseodelmundomaya.com 

 

         Para completar la información del museo he de decir que a las nueve de la niche se proyecta el gran espectáculo de luz y sonido del artista francés Xavier de Richmont, basado en un guión del maestro Jorge Esma Bazán y de la escritora Beatriz Rodríguez Guillermo. La banda sonora cuenta con registros de obras musicales  populares de Yucatán y otras internacionales como “El Amor Brujo”, de Manuel de Falla; “Carmina Burana”, de Carl Off; “Huapango”, el segundo himno de México, de Pablo Moncayo y termina con “Así habló Zaratrusta”, de Ruchard Strausss.

         Antes de concluir mi visita al museo, su director se puso en contacto telefónico conmigo para saludarme, porque no podía hacerlo personalmente como habíamos quedado, ya que le llamaba el gobernador del Estado, Rolando Zapata Bello, ya que estaban preparando el Festival Internacional de la Cultura Maya, que se celebrará desde el 17 de octubre al 3 de noviembre, pero esta es ya otra historia que contaré en el siguiente artículo.


En la foto, un aro del juego de la pelota procedente de Chichén
Itzá
 

 
 

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