Ha
muerto Fernando Serrano Mangas, historiador de América. Ha sido una persona
dedicada a la Historia de América. Le conocí en las jornadas de historia en
Valencia de las Torres (Badajoz) y por nuestra buena amistad le traje para
abrir con una magna conferencia a las Jornadas de Historia de Las Brozas “Nicolás
de Ovando”, que un servidor tuvo a bien organizar. Nos habló de lo que más
quería: El comercio marítimo con las
Indias.
Ha
sido un mazazo para mí el conocer la noticia, que me ha pasado mi paisano Isaac
Pérez Lopo, a quien le otorgué una beca para que asistiera al curso que sobre
el mundo judío y el turismo impartí hace años en Barcarrota (Badajoz) y que
dirigió mi buen amigo Fernando como profesor de la Universidad de Extremadura.
De estas jornadas tengo un buen recuerdo, ya que la Biblioteca Regional de
Extremadura expuso exclusivamente para los profesores y alumnos la magnífica colección
de libros conocidos como “La Biblioteca de Barcarrota”, libros prohibidos del
siglo XVI que se encontraron empotrados en una casa de esta localidad pacense.
Durante
esta exposición privada tuve el gusto de poder tocar con mis manos algunos de
estos libros, incluso la Editora Regional tuvo a bien regalarme un facsímil del
libro “El Lazarillo de Tormes, edición de 1554, una de las joyas de la citada
Biblioteca de Barcarrota y que fue muy bien estudiada por Fernando.
Dada
nuestra amistad, él me facilitó una de las obras más interesantes que poseo en
mi pequeña biblioteca de bibliófilo, no en
balde soy miembro de la Unión de Bibliófilos de Extremadura, habiendo
pertenecido a su junta directiva. Aquí el artículo que publiqué:
Una Minerva del siglo XVII
La primera edición de “La Minerva” se editó en
1587 en Salamanca. Dado el éxito de esta gramática `publicada en latín, y su
forma pedagógica de enseñar, el libro se publicó en numerosas ciudades
europeas. Gramáticos como el suizo Ferdinand de Saussure, en el siglo XIX, y el
norteamericano de la Escuela de Masachussets, Noam Chomsky, en el siglo XXI,
creador de la gramática generativa, estudian y siguen en parte las teorías
gramaticales de mi paisano El Brocense.
La
última vez que hablé con él fue el mismo día que concluyó el congreso nacional de
Cronistas Oficiales que tuve el gusto de que se celebrara en la ciudad de
Cáceres, en octubre de 2013. Fue una conversación amena y distendida en los salones
del hotel Palacio de Oquendo. Eso me dejó un buen recuerdo de Fernando.