Mis
encuentros con gente importante
Francisco
Rivero
Periodista
Cronista Oficial
de Las Brozas y de Hinojal (Cáceres)
Artículo publicado en la revista del pueblo extremeño de Ahillones con motivo de las Fiestas en honor del Santísimo Cristo de la Sangre. Me honra hacerlo junto a otro articulista, Juan Carlos Rodríguez Ibarra que fuera jefe del gobierno regional de Extremadura durante 24 años, desde 1983 hasta 2007. Su artículo se titula "Memoria histórica y democrática"
Para un periodista extremeño que ha vivido una larga vida
por España y por diversas partes del mundo, sin duda alguna, han sido muchas
las personas que ha conocido a lo largo de sus más de 40 años de historia
profesional. Mi estancia en Mallorca, durante 12 años más los viajes por más de
50 países es para decir como el poeta chileno Pablo Neruda: “Confieso que he
vivido” que mi vida ha sido muy fructífera y conocido a verdaderas
personalidades del siglo XX.
A lo largo de mi ya larga vida profesional en el mundo
del periodismo, pues comencé en Brozas con 15 años y concluí en Madrid, con mis
65 años trabajando durante más de 30 en la Secretaría de Estado de Turismo de España,
me han ocurrido toda clase de sucesos y anécdotas, desde las más tristes hasta las
más divertidas.
Como me han pedido que escriba en este artículo mis
experiencias con gente famosa, no voy a contar aquí las personas populares pues
la fama es otra cosa muy distinta que he tenido el gusto de conocer cuando
trabajaba en Mallorca en el periódico Baleares en mi propia empresa, la agencia
“Mallorca Press” o en Radio 80, sin olvidarme de mi estancia en el aeropuerto
de Palma de Mallorca, las distintas personalidades que he tenido la gran suerte
de conocer y tratar con mayor o menor frecuencia. Como yo decía cuando salí de
la isla un 25 de julio de 1987: Allí conocí desde un rey un príncipe hasta un
secretario general de la ONU, o los ayudantes de los dos descubridores del
virus del SIDA, solo por citar algunos ejemplos, sin olvidarme de un Premio
Nobel de Literatura, como es Camilo José Cela, del que tuve el gusto de charlar
con él un par de veces en su casa de la barriada palmesana de la Bonanova.
Siempre guardo en mi memoria el desayuno y posterior
paseo con el siempre aspirante al Nobel de Literatura, el argentino Jorge Luis
Borges, quien se aposentaba, con su mujer María Kodama, en el hotel Victoria,
hotel con preciosas vistas a la bahía de Palma. Ese día me acompañó, porque me
preguntó si podía venir conmigo un argentino, al que ayudé a ser español,
Francisco Rubén Ávila. Los dos estamos en la foto con Borges en el desayuno. Yo
conservo aún ese gran magnetofón, que un político me rompió en el Auditorium al
tirarlo, -sin querer, eh- cuando el congreso de UCD se celebró en Mallorca,
allá por el febrero del año 1981.
Y
tras el desayuno en el hotel Victoria de Palma de Mallorca, al mismo borde del
Paseo Marítimo y después un largo paseo por los jardines de la mallorquina
cartuja de Valldemossa con el siempre aspirante a Premio Nobel de Literatura,
el argentino Jorge Luis Borges, un gran hombre, ya ciego y que agarrado a mi
brazo por los jardines que él recordara en otro viaje y también a dos ilustres
personas que estuvieron por ellos, como el poeta nicaragüense Rubén Darío y el
músico polaco, Federico Chopin y su amante la escritora francesa George Sand.
Del primero tuve el gusto de conocer su casa en la ciudad de León, en
Nicaragua, a donde fui en un viaje desde Miami hasta Managua en el mismo avión
de la presidenta doña Violeta Barrios de Chamorro. De Chopin recuerdo su famosa estatua en los
jardines de Varsovia, la capital polaca, donde he tenido oportunidad de
recorrerla en varias ocasiones y hasta conocer la casa natal del Papa san Juan
Pablo II, en Wadovice, hoy patrimonio mundial de la UNESCO.
Pero volvamos a Borges quien aquel día le acompañaba su
esposa María Kodama, todo su apoyo. El me dedicó un libro; bueno, más bien hizo
unas rayas sobre el libro que guardo con mucho cariño en mi biblioteca personal
de más de 2.000 tomos. Hace varios meses re – publiqué, a los 40 años de
haberla hecho, la entrevista que tuve con Jorge Luis, La publiqué en mi blog “El
viaje de la vida”, el 10 de mayo de 2020, tras la entrevista que le hice para
el diario “Baleares” de Palma de Mallorca, donde yo entonces trabajaba a mis 28
años. Aquí está el enlace:
https://pacorivero.blogspot.com/2020/05/entrevista-profesional-con-jorge-luis.html
Claro que no fue solo a este aspirante a Premio Nobel a
quien tuve el honor de entrevistar, sino que, por teléfono, desde Palma de
Mallorca hasta París, hablé con Blanca de Mora y Araujo, la viuda del Premio
Nobel de Literatura el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, quien me regaló, en
exclusiva, un poema inédito de su marido, aunque al día siguiente la visité en
el hotel donde se alojaba en Palma de Mallorca, ciudad en la que murió en
octubre del año 2000. Pues bien, al diseñarlo en el periódico, los trabajadores
de talleres me destrozaron el poema porque prácticamente lo dejaron sin
visualidad ninguna entre el texto. Conservo esta página de la entrevista en mis
recuerdos de mi casa de Brozas.
El tercer gran personaje literario es más cercano. Se
trata de Rafael Alberti, el gran poeta gaditano Rafael Alberti, uno de los más
destacados miembros de la Generación el 27. Rafael había llegado a Mallorca
acompañado de Nuria Espert, con la que daría un recital poético en el precioso
castillo de Bellver. Le hice una entrevista y estuve con él varias horas por la
ciudad. Le pedí que me firmara un libro de poemas, “Sobre los ángeles” que me
dedicó y me hizo un dibujo. Según las cantidades que he visto por internet, un
libro similar de Alberti con dedicatoria está en unos 2.000 euros. ¡Yo no
pienso venderlo! Y la historia continúa, pues debió gustarle mucho la
entrevista al poeta porque a los pocos días recibía en el periódico un sobre que
contenía otro dibujo y una dedicatoria de Rafael y Nuria y que decía. “A
Rivero, gracias”. Era una octavilla a la que puse en un marco y que con el
paso del tiempo se le había comido el color, pues el dibujo no era a lápiz,
sino con dos rotuladores, uno rojo y el otro azul.
Y
no termina la historia En la entrevista le recordé a Nuria Espert que en cierta
ocasión tuvo que interrumpir su actuación en el Teatro Romano de Mérida, cuando
interpretaba una obra junto al actor Carlos Ballesteros, porque se lanzaron
voces entre el público, con ciertos insultos. Me dio vergüenza de este hecho y
le pedí a mis amigas que habíamos ido desde Brozas que aplaudiéramos muy fuerte.
Nos siguió todo el público …y claro que Nuria se acordaba de este hecho, dándome
las gracias por ello…y a mí se me “hinchó” el cuerpo de orgullo.
Por último, en octubre de 1979, con 26 años, fue mi primer
viaje a América, por Venezuela, Argentina y Brasil; este viaje estuve invitado
por Gabriel Barceló, propietario de Viajes Barceló, para formar parte de la
Embajada Turística Balear en el que iban los profesionales el turismo de
Mallorca, tras el duro trabajo del verano. Pues bien, en aquel avión de Iberia
volaba Rafael Alberti. Le hablé y le reiteré las gracias por el dibujo en la
cuartilla. “Ya está bien de darnos continuamente las gracias, amigo Rivero”.
Dos encuentros rápidos
con Gorbachov
Y hablando de libros dedicados, no quiero dejar de
reseñar el grato recuerdo de una sencilla visita a El Corte Inglés del Paseo de
la Castellana de Madrid, donde Mihail Gorbachov, ex presidente de Rusia y
Premio Nóbel de la Paz en 1990, ya viudo de Raisa, dedicaba libros. Había una
larga fila de personas para que le firmara la obra, cuya traducción era debida
a un antiguo corresponsal de TVE en Moscú y buen amigo al que conocí trabajando
en un despacho de comunicación donde un servidor colaboraba y trabajaba allí el
también periodista Jesús Ortiz, padre de la reina Letizia. El encargado de la
librería de El Corte Inglés se acercó a los últimos de la fila, entre los que
me encontraba, y nos dijo que el señor Gorbachov ya no iba a firmar más libros,
por lo que era poco menos imposible que nos lo dedicara. La fila se rompió y yo
me acerqué para ver más de cerca al líder ruso, creador de la Perestroika. Entonces,
el director de la librería me animó a pasar a la firma, por lo que sí puedo
decir que tuve el gusto de estar unos minutos con Gorbachov, aunque esa misma
tarde vi al político en una fiesta que se le ofreció en el hotel Ritz y se quedó
muy asombrado porque al entrar a la sala le iba a entregar un ramo de flores la
hija de la presidenta del Hogar Extremeño en Madrid, del que he sido vicepresidente
hasta hace pocos años. Pues bien, la niña tropezó y por poco no le echa el ramo
encima a Gorbachov. Este se asombró porque en pocas horas había visto a la
misma persona dos veces.
Aunque
el presidente de Rusia fue el creador de la perestroika (reforma económica) y
de la glasnot (apertura en la búsqueda de nuevas libertades), le ayudó en sus
comienzos en esta labor el político Alexander Yakolev, el verdadero creador de
la glasnot, con quien mantuve una entrevista en Mallorca para el semanario "Cambio 16", del que fui su corresponsal en Mallorca de 1984 a 1987. La pregunta
que más le impactó, por cómo le traducía el traductor, fue:
-
¿Señor Yakovlev, usted considera que
las sociedades occidentales gozan de más libertad y riqueza económica o por el
contrario se aprecia que la Unión Soviética, de sistema de partido único y sin
faltas de libertades, el pueblo necesita con anhelo esta perestroika…?
Y
su respuesta:
-
El pueblo soviético ama las
libertades y quiere tener una capacidad económica que sirva para desarrollar aún
más las necesidades sociales que necesita el pueblo ruso…
Escribo esto a mediados
de junio de 2022, tras más de 100 días de la invasión de Ucrania por la Rusia
de Putin. Uno que viajó a la península de Crimea, cuando ésta pertenecía a
Ucrania y no a Rusia, pudo apreciar que el pueblo anhelaba la sociedad de
libertades que se respira en Occidente. Sin duda alguna, hay que ayudar a
Ucrania que demanda libertad económica y de pensamiento para sus ciudadanos al
contrario del autócrata Vladimir Putin.
Otro
autócrata que terminó mal, fue también Muamar el Gadafi, al que todos conocimos
con sus capas blancas y sus guapas escoltas, mujeres de rompe y rasga, le
conocí personalmente en diciembre de 1984 en la casa de Santa Ponsa del banquero
mallorquín Miguel Nigorra, aunque uno sabía de ello tras estar presente en la
conversación del entonces primer ministro de Austria y secretario general de la
Internacional Socialista, el canciller Bruno Kreisky y el cónsul, de los
Estados Unidos de América en Baleares, Tummy Bestard. Se preparaba una
entrevista personal entre el entonces presidente del Gobierno de España, Felipe
González y el líder libio. Por cierto, con Bruno Kreisky tuve una entrevista
también personal para mi periódico en su casa de la Costa d’En Blanes, al oeste
de la isla de Mallorca, gracias a la buena gestión de mi amigo el abogado Damián
Barceló, recientemente fallecido, y con el que fundamos con otros profesionales
la Asociación Balear de Periodistas y Escritores de Turismo, integrada en la
Federación Española de Periodistas de Turismo (FEPET), de la que me honré en
ser durante dos legislaturas vicepresidente nacional. Delante de mí, aquella
tarde noche, Kreisky rechazó una entrevista con el New York Time, cosa que me
llena de orgullo profesional.
Pero
volvamos con Gadafi, que terminó su vida escondido en una alcantarilla ante la
sublevación de su propio pueblo cansado de sus excentricidades y ejecutado en
octubre de 2011. Gadafi, que se alojaba en el lujoso hotel castillo de Son
Vida, donde alquiló hasta 54 habitaciones y donde tuve el gusto de saludar al
líder palestino Yaser Arafat, líder de la Organización para la Liberación de
Palestina. Gadafi acudió de manera prepotente a la casa de verano que Miguel
Nigorra poseía en esta zona vacacional. La entrevista duró un tiempo y tras
ella, pudimos pasar al interior donde González explicó, de manera sucinta lo
tratado con el jefe libio, mientras este pasó muy cerca de mí y con su capa
blanca como líder de la revolución socialista libia y del panarabismo. Más
tarde en una conferencia de prensa de Gadafi, éste hablaba unas cortas palabras
en árabe y el traductor al español se extendía y se extendía Yo deduje que uno
de los dos mentía claramente.
No
quiero dejar de pasar por alto el encuentro con Yaser Arafat, quien también se
alojaron en el hotel Son Vida, donde por entonces uno era redactor jefe de informativos
de la emisora Radio 80, que fundó allí el periodista… que fuera director del
periódico “Pueblo” y de Radiotelevisión Española, donde entrevisté a numerosas
personalidades españolas y extranjeras, al igual que en mi periódico “Baleares”.
Fue el lugar de la luna de miel de Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, a quienes
yo no conocí, pero sí que les entrevistó en los años 60 un buen amigo mío Manuel,
Santolaria, a quien Rainiero le dijo que “el
haber elegido Mallorca como primer punto de nuestro viaje ya dice mucho de mis
simpatías por la Isla”.
Yaser
Arafat, Premio Nóbel de la Paz de 1994 junto a los israelitas Isaac Rabin y
Simón Peres y, llegó a Mallorca en 1982 por sugerencia de Bruno Kresky para
poder hacer un intercambio de prisioneros palestinos por israelíes. Se alojó en
el hotel Son Vida donde teníamos la emisora. Le saludé y salí corriendo
escaleras arriba para dar en punto, en el informativo de las 14,00 horas, la
noticia de que Arafat había llegado a Mallorca y estaba en el mismo hotel que
nuestra emisora. Llegué jadeante y a tiempo. Por la tarde en la conferencia de prensa,
mi magnetofón se paró y el “rais” palestino lo agarró, lo alzó en brazos en alto
y preguntó de quién era. Me acerqué a él y le cambié la cinta casete. Sé que
hay una foto de ello, pero no sé dónde la tengo ahora, tras tantos años. Cuando
nos volvimos a encontrar en el vestíbulo del hotel, me hizo el signo de la
victoria con los dedos y le contesté con el mismo gesto.
Charla con un dictador
Por
hablar de otros políticos de alcance internacional, recuerdo la llamada que
hice por teléfono al que fuera dictador de Venezuela Marcos Pérez Jiménez
(1953-1958), pero que supone realizar una gran labor económica elevando a su
país a uno de los primeros índices de desarrollo de Sudamérica en los campos de
la economía, de la industria y del urbanismo, llevando a su moneda, el bolívar,
a estar a la paz que el dólar (En junio de 2011, con el también dictador
Nicolás Maduro, al que saludé en la feria de turismo de Isla Margarita, FITVEN,
la Feria Internacional de Turismo de Venezuela. De aquel viaje sólo recuerdo la
belleza de poder apreciar, por tierra y tras navegar unos ríos en plena selva
venezolana, uno de los atractivos naturales más importantes del mundo: La
catarata Salto Ángel, la de mayor caída de agua del mundo, cerca de un
kilómetro de caída libre.)
Al
principio Pérez Jiménez no me quería recibir en su hotel, el famoso Hotel Son
Vida, pues pensaba que iba a pedirle que hablara de sus políticas represivas al
estilo de la Alemania nazi. Le convencí que no me interesaba para nada el tema
político- y era así-, sino sus vacaciones en la isla de Mallorca. La entrevista
duró unas dos horas. Por supuesto que hablamos de sus gustos y viajes por la preciosa
isla balear, pero fue él el que entró a temas políticos de su país y se amplió
el tiempo concedido. Me habló del desastre económico que era el entonces
presidente de su país, el socialista Carlos Andrés Pérez, quien me dijo llegó a
hacer desaparecer todo un barco para beneficio propio. Fue una exclusiva
periodística tan interesante que la agencia española EFE se hizo eco de la
misa. Se divulgo a la Venezuela de 1980 y desde allí enviaron un equipo de la
televisión nacional para entrevistar a Pérez Jiménez. Este militar y político
venezolano murió en Alcobendas en septiembre de 2001.
Otro
personaje americano fue el general Omar Torrijos, quien era jefe del Estado de
Panamá y muerto en un accidente de avioneta. al principio tampoco quería entrevista
en el hotel Meliá Victoria, donde había desayunado con Borges. Se extrañó al verme
esperándole a la entrada del hotel, después de que regresara de una excursión
por Mallorca. A final reflexionó y me dijo que esperase en recepción que iba a
subir y bajaría para hablar conmigo. Recuerdo que era un Viernes Santo, un día
que los periodistas no trabajamos. Tuve el gusto de ir a conocer su país y
viaje en avioneta desde la ciudad de Panamá hasta las islas de San Blas, en el
Caribe panameño, donde habitan los indios Kuna, que consideran a los que nacen
albinos como “hijos de la luna”. El regreso por avioneta, yo sentado en el
asiento del copiloto, fue un tanto aventurado, ya que sobrepasamos una tormenta
tropical y la avioneta se balanceaba en el aire. Toda una odisea.
Un
poco de “corazón”
Ya
está bien de gente importante Vayamos un poco a la gente del “corazón”, pues
fue el propietario y director de una agencia de prensa, con otros compañeros,
periodistas y la llamamos “Mallorca Press”. Con esta realizamos varias e
interesantes entrevistas que vendíamos a las revistas de ámbito nacional: Hola,
Lecturas, Diez minutos, etcétera, aunque también publicaba en Sábado Gráfico,
Interviú, Gaceta Ilustrada, con reportajes de gente interesante.
Así
tuve la suerte de conocer en una cena en el Casino de Ibiza a Sissi emperatriz,
la actriz austríaca, Romy Schneider, quien murió en Parí en mayo de 1982, no se
sabe si de suicidó o de una angustia permanente por la muerte de su hijo David,
de 14 años, que se clavó las rejas de la casa en donde vivían. Una amiga íntima
de Romy, que vivía en Ibiza me confirmó su angustia vital.
O
la copa con Soraya, la princesa de los ojos tristes, y rechazada por el Mohammad
Reza Phalevi, el Sha de Persia, a no darle hijos. Con ella dialogué un buen
rato, tomando una copa en un cóctel en el hotel Son Vida, en presencia del extremeño José Miguel Santiago
Castelo, director de opinión del diario ABC y director de la Real Academia de
las Artes y las Letras de Extremadura, sin olvidarme de la no entrevista que no
pude hacerle a la otra mujer del Sha, Farah Dibah, quien sí concedió la
entrevista a Jaime Peñafiel, de “Hola”, que al día de hoy cuenta con 90 años y
sigue manteniendo una gran vitalidad.
Con
la chica Bond, Úrsula Andrews tuve un almuerzo en pleno Paseo de Mallorca de la
ciudad de Palma. Allí asombró a todos los viandantes con el aperitivo, unos
cuantos gambones. La comida fue muy agradable y distendida, pues Úrsula por
esos años era de una belleza apabullante, causando la envidia de todos los
mallorquines que tuvieron la suerte de pasar por allí. Nos hicieron una
fotografía juntos Úrsula, Sergio Rodrigo que era socio y fotógrafo de Mallorca
Press, y un servidor.
Y
ya para terminar, lo mejor fue la jornada que pasé junto a la cantante italiana
Rita Pavone en su chalet de Cala d’Or, en la zona este de la isla de Mallorca.
Fue una jornada muy agradable, tanto por la entrevista personal, como por la
comida y el baño en su piscina…
Para
otra ocasión si me lo piden, podré hablar de mis contactos y paseos con
personalidades españolas… pero esta es ya otra historia.