Hace unos años fui invitado como
pregonero al Certamen Literario de don
Francisco de Quevedo en la Hospedería que lleva su nombre en la localidad
alcarreña de Villanueva de los Infantes. El tema expuesto fue “·de cómo don
Francisco de Quevedo consideraba como su maestro a Francisco Sánchez El
Brocense”.
El patio del convento de Santo
Domingo, lugar donde se halla la celda donde murió el escritor madrileño,
estaba a rebosar. Y di a conocer la importancia de Sanctius, como era conocido
El Brocense, en la obra de Quevedo.
Años más tarde, el director de la
hospedería - museo “El Buscón”, de Villanueva, mi amigo José Antonio Aldecoa Luzárraga,
me presta un libro de Quevedo publicado en Bruselas en 1570, titulado “Poesías de don Francisco de Quevedo
Villegas, Cavallero de la Orden de Santiago, Señor de la Villa de la Torre de
Juan Abad”. Pues bien, en esta original obra de más de 500 páginas, hay numerosas
poesías dedicadas a las seis musas: Clío, Polymnia, Melpomene, Erato, Terpsichore
y Talía, además de canciones como madrigales, décimas, quintillas, redondillas,
sonetos y numerosos romances.
El libro concluye con el capítulo
dedicado a “Epitecto y Phocilides en español y con consonantes”. Con el Origen
de los Estoicos y su defensa contra Plutarco y la defensa de Epicuro contra la común
opinión. Este trabajo está dedicado a don Juan Herrera, su amigo, Cavallero del
Abito de Santiago, Cavallerizo del Excelentissimo Señor Conde Duque y Capitan
de Cavallos”.
En el apartado de la “Razón desta traducción” es donde sale
el tema de Francisco Sánchez de las Brozas” y
transcribo discretamente:
“Con
deseo de acertar en lección tan importante, y con el recato de quien trata
Joyas, he visto el original Griego, la version Latina, la Francesa, la Italiana,
que acompaño el Manual con el comento de Simplicio, la que en Castellano hizo
el Maestro Francisco Sánchez de las Brozas… “
Quevedo sigue la versión del maestro
Sánchez, en lugar de la Gonzalo Correas, pues incluía más materia la de El Brocense
que la de éste. Francisco de Quevedo dice que la versión de Correas es más
rigurosa y menos apacible y “la de Sánchez docta y suave y rigurosa en lo importante”…