jueves, 25 de agosto de 2016

Pregonero de Brozas





            Durante el verano, cuando voy a Brozas cada fin de semana, por imperativo y sobre todo cariño familiar, me dedico a repasar algunos libros antiguos de mi extensa colección. Me encuentro con uno de fotografías, sólo de fotografías que me regaló Antonio Díaz Ventura cuando era vicepresidente de la Junta de Extremadura titulado “Extremadura en verde, blanco y negro”

            El prólogo, titulado “Extremadura en la magia de la mirada” era del  pintor extremeño hiperrealista Eduardo Naranjo (Monesterio 1944 http://www.pintoreduardonaranjo.com), amigo contertulio en las cenas de los extremeños en Madrid, con fotografías de Ceferino López (fotógrafo del diario HOY. Mérida 1954, http://es.slideshare.net/SamaelAF/ceferino-lpez ) y María Luisa Martínez, que publica algunas fotos en colores, acompañado de un texto de presentación que firmaba el entonces presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra. El precioso libro estaba editado en 1991 por la Presidencia de la Junta de Extremadura.

            En sus 510 páginas había las más curiosas, amenas, divertidas, artísticas, naturales fotografías realizadas por estos dos grandes profesionales de la foto y comentada por un académico de la Real de Extremadura de las Artes y las Letras. Ibarra dice en su presentación: “El espectador de este libro tiene la oportunidad de realizar, en el transcurso de sus páginas, un completo recorrido visual por nuestra región. La obra encierra un alto valor histórico y  social de ofrecer una profunda semblanza del espíritu de nuestra tierra…”

            Eduardo Naranjo, “pobre soñador de la pintura”, usando sus palabras, y hombre de espíritu delicado le aporta una visión poética a esta magna obra gráfica. Y dice Naranjo de Ceferino López: …”que detiene con su retina y la máquina un fugaz instante de la vida cotidiana, presente en esos sugerentes rincones urbanos”.



            El libro recorre todos y cada uno de los núcleos de población de Extremadura, comenzando por Alcántara, con fotos en su primer capítulo de Alcántara, Brozas, Ceclavín, Mata de Alcántara, Navas del Madroño, Piedras Albas, Villa del Rey y Zarza la Mayor”.

            De Brozas recoge el instante en que el pregonero Eusebio López, hombre ameno y agradable en el trato, dando su pregón, mientras un broceño le mira sonriente, en una esquina de una calle que no sabría decir cuál es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario