El 13
de abril de 2007 el corresponsal del diario “Hoy” en la localidad, Alejandro
Borrega Borreguero escribía que “la Corporación Municipal de Brozas celebró un pleno
extraordinario con el objeto de rendir homenaje a los hijos del pueblo
desaparecidos durante la contienda civil, y a las personas que sufrieron la
represión ejercida en los años iniciales de la dictadura del franquismo.
Los tres grupos políticos representados en la Corporación, consensuaron
una declaración institucional que comprendía tres puntos: en el primero, se
reconoce y restituye la memoria y el nombre de Laurentino Vivas Colmenero,
Bernardo Rabanal Cantero, Millán Rodríguez Gutiérrez, Jacinto Vivas Amado,
Claudio Elviro Remedios, José María Marrera Castellano y Manuel Sánchez
Badajoz.
El
segundo punto recoge una mención especial a los vecinos que sufrieron represión
por sus ideales o militancia política, y el tercero hace extensiva la
declaración institucional a todos los hombres y mujeres que, sin perder la
vida, fueron objeto de torturas, represalias o amenazas.
Existe
en el cementerio de la villa de Las Brozas un monolito levantado por el
Ayuntamiento, el 12 de agosto de 2014, en presencia del alcalde de la
localidad, Leonardo Rodríguez Rodríguez, del Partido Popular, todo el
consistorio en pleno y numerosos ciudadanos. El texto dice así:
“El pueblo de Brozas levanta este
monumento en reconocimiento y restitución de la memoria de los vecinos de esta
villa que fueron víctimas durante la Guerra Civil Española por defender la
libertad y la democracia.
“Y en lo personal a mí me parece una gran idea, pues
tras una trágica guerra civil hay que rendir este homenaje a los hombres y
mujeres que murieron o fueron represaliados por sus ideas fueran cuales fueran.
Recordarles es una obligación de toda la sociedad”, escribía
este cronista en la ponencia que presenté hace seis años en los Coloquios Históricos
de Extremadura como homenaje a Herminio Torres, fotógrafo, colaborador del
periódico “El Brocense” y autor de la primera película extremeña de ficción, que
ha sido pasada por el Canal Extremadura TV y fusilado en 1939 en Paracuellos
del Jarama por los republicanos, sin que se sepa dónde está su tumba. Todo esto
me vino a la memoria porque en el mismo cementerio hay una placa que dice: “En recuerdo de todos los brocenses
fallecidos que no reposan en su ciudad natal. Brozas, 31 de mayo de 1999. El
Ayuntamiento”
Pero ahora toca
hablar de Laurentino Vivas Colmenero, quien debió nacer hacia 1895 en Brozas y
llegó a ser director de la Banda Municipal. Fue un profesional cuyo
establecimiento de Compra-venta de
Cereales, Harinas y Piensos. Cerveza MAHOU, sito en la calle Juan Muñoz Chaves,
número 13 de Brozas se publicitaba en el periódico local en 1927. Ese mismo año, el
quincenal de Brozas escribía: “El día 18
de diciembre de 1927 hizo el debut la nueva empresa del teatro López a cargo
del gerente Laurentino Vivas Colmenero con la exhibición de la película
«Marinero de agua dulce» de Harold Lloyd”. Debía ser un hombre emprendedor
e inquieto, porque en abril del año siguiente el rotativo “El Brocense decía
que: «Ha salido para Madrid, el laborioso y diligente empresario de
nuestro teatro, Laurentino Vivas, con el fin de contratar unos cuantos números
de variedades y espectáculos modernos”.
Julio Cano
Izquierdo escribe en su blog “Miembro de la Banda Municipal” (de Alburquerque)
que “se instituyó
en la villa en el año 1928 y fue extinguida en el año 1969. Durante estos años
fueron directores titulares de la Institución musical D. Carlos Hurtado Romero
(junio, 1928), D. Laurentino Vivas Colmenero (julio, 1930), que fue sustituido
por D. Jacinto Pola de la Cruz (octubre, 1932) y D. Roque Fuentes Talaya (enero
1962/diciembre 1969). De su etapa como director de la banda de Alburquerque
se conserva una vieja fotografía que reproducimos.
Dejó la banda de Alburquerque y ese
mismo año de 1932 se hizo cargo de la Banda Municipal de Brozas, siendo alcalde
Valentín Ortiz Caldito.
El director de la banda municipal de música
Laurentino Vivas comentó los fundamentos de encontrar a la agrupación
totalmente desorganizada y a los músicos faltos de la práctica debida y
abandonados en el estudio y faltos de disciplina; propuso por conducto del
alcalde, que para ir subsanando tanta deficiencia, fuera por de pronto aprobado
el proyecto de reglamento que dijo haber confeccionado y presentó con su dicho
escrito ya que con tan pésimos elementos no le era posible como director dar
cumplimiento a su cometido.
En
el trabajo “Frente Popular y Golpe de Estado en Brozas”, publicado en el tomo
LXXI de la Revista de Estudios Extremeños el año 2015 por la profesora Ana
María Barroso Vicho, se cita textualmente:
Un caso especial es el del director
de la Banda Municipal de Música, Laurentino Vivas Colmenero, que fue perseguido
políticamente con toda una “serie de ardiles y de mañas”, suspendido de empleo
y sueldo el 14 de junio de 1934 y destituido el 15 de marzo de 1935, ahora se
le repone en el cargo. Se suspende la apelación, ante el Tribunal Supremo
(interpuesta por la anterior corporación sobre la sentencia del Tribunal
Provincial de lo Contencioso y que había sido favorable a la validez del
acuerdo que nombró a Laurentino Vivas como director de la Banda) y se anula el
expediente y el acuerdo del 15 de marzo del 35, restituyéndose todos sus
derechos, aunque pasa a situación de excedente forzoso por haber sido disuelta
la Banda el día 19 de julio de 1934, con asignación dos tercios del sueldo. La
importancia de este asunto es tal que de nuevo en la sesión del 17 de abril la
corporación lee un comunicado del Gobierno Civil estimando el recurso
interpuesto por el propio afectado, exigiendo a los concejales que lo
destituyeron que paguen los gastos ocasionados por los recursos interpuestos y
por los letrados, y que esos mismos concejales abonen los haberes que le
correspondieran.
Laurentino era también directivo de
la Casa del Pueblo, siendo detenido cuando se produce el Golpe de Estado y
asesinado, en octubre de 1936, en el puente de Alconétar
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