Por otra parte, hace unos días, la revista oficial de la Federación
Española de Municipios y Provincias (FEMP) me encargaba un artículo sobre cómo
se celebra la Navidad en diversos puntos de España, pues en ella venimos
colaborando diversos cronistas oficiales de varias localidades del país. Y yo
empezaba este artículo con el párrafo siguiente:
La Navidad se ha
vuelto cada vez más un recurso comercial para gastar y gastar y nos olvidamos
que lo que se celebra es el nacimiento del Niño Dios en un portal, con un buey
y una mula ¿Hay mayor pobreza para nacer? Lo primero que me viene a la memoria
de mi infancia es el colegio de las Carmelitas de la villa cacereña de Las
Brozas donde se celebraban por Navidad las Jornaditas, y los niños y niñas
íbamos a la capilla durante nueve jornadas para acercarse al Niño Dios y a los
Reyes Magos. En este colegio, donde aún se encuentra la guardería, muy
escondido, está el palacio que habitó Antonio de Nebrija, el autor de la
primera Gramática Castellana, donde vivió con todos sus hijos, durante varios
años. Curiosamente, a la vuelta de la esquina, está la calle Aldehuela, donde nació,
al año siguiente de morir en Alcalá de Henares, este ilustre gramático,
Francisco Sánchez de Las Brozas, otro gramático quien con sus teorías en su
obra “Minerva” son estudiadas hoy por el prestigioso pensador norteamericano
Noam Chomsky.
Y a partir de este principio, comencé a pensar que había que recuperar los recuerdos de mi infancia, allá en las Carmelitas, recuerdos que ya están muy borrados y tuve que pedir ayuda a varios broceños para que me hicieran recordar qué era aquello de las Jornaditas, aunque esta es una historia que procede del cristianismo mexicano que retornó, a su manera, a España, al fin y al cabo en el pueblo sevillano de Castilleja de la Cuesta fue donde murió Hernán Cortés, el conquistado del imperio azteca.
Esta actividad religiosa que se hacía en la capilla del
Colegio de las Carmelitas, del 16 al 24 de diciembre, donde yo fui a clase e
hice mi primera comunión de manos de don Saturnino, el párroco de Santa María,
en realidad era un novenario, nueve jornadas previas al Nacimiento y terminaban
el 24 de diciembre, que “el cura y las
monjas preparaban las veladas: los villancicos, la predicación sobre María y
José, luego ya el Niño, las vicisitudes, el viaje a Egipto, o la Adoración. Es
decir, lo que está alrededor del Nacimiento, pero con tanta ternura hecho y
cantado, con el armonio tocado como sabían hacerlo las monjitas, dulzura y
amor. Los niños quedaban arrobados. Los mayores tuvieron sus novenas: La Milagrosa
y la Pura. Acompañar a las tres figuras en el trance histórico: un Niño nos ha
nacido, venid a adorarle. Así las nueve anochecidas. Creo que no se disfrutó
tanto en la vida por su sencillez y devoción”, me escribe otro broceño.
Una broceña preguntó en el asilo a sus ancianitas lo que
eran las Jornaditas y la verdad es que armó un pequeño revuelo, pues todas las
internas querían contar sus experiencias: Eran unas jornadas de rosario en las
Carmelitas, y lo rezaba don Vicente Jiménez, cura párroco de Santa María,
subido en un púlpito. Se cantaban canciones por parte de todas las niñas que
iban al colegio y también las personas mayores que asistían y se hacían
actividades en torno al Niño Jesús Todos se la pasaban muy bien y las mayores
las recordaban con cariño, `pues era motivo de un rato de encuentro, de
entretenimiento y también de jolgorio en la calle. Las mujeres que más
informaron fueron Rosa “la Vacatonta”, Eduarda Salgado, “Lala” y Andrea García.
En la Doctrina Cristiana
En la capilla de la Doctrina Cristiana se hacía salgo
similar: Se cantaban villancicos, acompañados de zambombas, panderetas,
castañuelas y demás instrumentos de percusión, como la carraca y también una
botella de anís, incluso el padre de Chajelo, el organista de los Mártires,
tocaba el armonio. Alguien se pregunta dónde habrán ido a parar las partituras
de aquellos villancicos, que no eran los que conocemos todos como “los peces en
el río” sino otros distintos.
Estas Jornaditas de la Doctrina Cristiana tenían un reflejo
de las que se celebraban en el pueblo sevillano de Castilleja de la Cuesta, el
lugar donde murió Hernán Cortés, y datan del siglo XVII, según referenciaba una
monja que estaba en Brozas natural de ese pueblo sevillano, pues muchas de
ellas eran andaluzas, aunque como dato curioso estas Jornaditas vienen de las
que se hacían en algunos países iberoamericanos especialmente en México y los
países centroamericanos, donde allí las llaman “Posadas”
Las
nueve posadas de la Navidad en México | Casamérica (casamerica.es)
Para más información en España, picar este enlace:
Y además
un vídeo para ver cómo se hacían las Jornaditas allí hace solo cuatro años:
(233)
Las Jornaditas. Castilleja de la Cuesta 2016 - YouTube
Todo lo que se hace con la devoción cristiana de servir al Señor sirviendo a los hombres, sale de la manera más dulce y sobresaliente. Por eso, no me extraña los elogios que dedicas a estas celebraciones mexicanas de "las Jornaditas", que llevaban a cabo las Carmelitas de Brozas, en la provincia española de Cáceres.
ResponderEliminarLa nacionalidad o el terruño de donde provenga el mérito cristiano, es lo de menos. Nuestro Señor nació para hermanar a los hombres y a los pueblos, nunca para someterlos.
La verdad es que no he conocido un canto a la libertad, tan humano, claro y verdadero, como el que entona Jesucristo en el Evangelio. Y me da la impresión de que en el mundo todavía no lo hemos comprendido del todo.