Ayer, 15 de agosto, Fiesta de la Asunción de Nuestra Señora, se celebró en la villa de Brozas un homenaje al párroco de Santa María la Mayor, “La Catedralina”, don Maximino Pérez Alvarado, con motivo de su jubilación y los 50 años de sacerdocio. El homenaje consistió en una misa solemne en el templo parroquial, que se encontraba repleto de feligreses. Al final, todos pasaron a saludar a su párroco.
Tras la misa, un grupo de broceños se reunió en un almuerzo en el restaurante “La Fábrica”, a donde acudieron cerca de 90 personas y en el que se le hizo entrega de una placa por su dedicación desde hace 17 años a la parroquia de Santa María y un regalo personal. En nombre de todos, dirigieron unas palabras Joaquín García y Ángel Muñoz.
Don Maximino Pérez Alvarado nació en Valencia, pero desciende de Montánchez. Fue nombrado sacerdote por monseñor Manuel Llopis Ivorra el 15 de julio de 1962, por lo que ahora se cumplen los 50 años de sacerdocio. Don Maximino fue párroco en algunas alquerías de las Hurdes y confesor de las monjas del Cotolengo, así como misionero en la provincia de La Rioja (Argentina). Don Maximino era pàrroco de Santa María y de los Mártires desde el 13 de septiembre de 1995.
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