Ha
sido todo un éxito la celebración de la primera edición de “Monacal”, una feria
solidaria dedicada a los dulces conventuales de 14 monasterios de las tres
diócesis extremeñas, celebrada durante cuatro jornadas en el palacio episcopal
y muy bien coordinada por el profesor de la Universidad de Extremadura Rafael Robina,
en colaboración con muchos voluntarios.
A
esta feria, que he podido vivirla en profundidad durante las dos últimas jornadas,
además de comprar dos bolsas de dulces conventuales de monjas de ambas
provincias, he participado como conferenciante ofreciendo una ponencia que hablaba
de la cocina que se hacía en tres conventos de la región: El de San Benito de
la Orden Militar de Alcántara, por la cercanía a la villa de Las Brozas, la
Encomienda Mayor, de la que me honro en ser su cronista oficial desde hace más
de 30 años; el de San Jerónimo de Yuste,
donde vivió el glotón emperador Carlos V y ser un servidor Caballero de Yuste y
el Real Monasterio de Guadalupe, jerónimo y hoy franciscano, donde se celebró mi
boda y ser el cocinero y fraile, Juan Barrera el coordinador de mi banquete nupcial.
Por contar algo
más amplié la información sobre cómo surgió el mole poblano, salsa, con 35
ingredientes variados, que hoy es el símbolo de la cocina mexicana, y que
surgió en 1681 en un convento de la ciudad mexicana de Puebla de los Ángeles en
honor al virrey español Tomás Antonio de la Cerda, alcarreño, pero de la Orden
Militar de Alcántara y comendador del pueblo cacereño de Moraleja. O hablé de las patatas andinas, que probé en un reciente viaje por Perú.
Tuve el honor de
ser presentado por mi buen amigo José Antonio Pérez Rubio, decano que fue de la
Facultad de Empresas, Finanzas y Turismo de la Universidad de Extremadura y hoy cronista oficial
su pueblo natal de Valdefuentes y que también ofreció la conferencia titulada “Los
frailes agustinos y el Convento de Valdefuentes. Su avituallamiento y granjería”.
Antes de mi intervención se acercó a saludarme el obispo de la diócesis de Coria
- Cáceres monseñor Jesús Pulido, quien me convocó de nuevo para el día 13 de diciembre
a las 8 de la tarde en la iglesia concatedral de Santa María para dar el pregón
de la Navidad. También se interesó por el tema de la coronación de la Virgen de
Valdefuentes, que mi amigo José Antonio ya está estudiando para realizar un informe.
En la feria hubo
diversas formas de participar y actuar. Desde conferencias hasta muestras de
cocina o actuaciones de cantos navideños, o cantos navideños como el grupo de mi amigo Antonio Bueno. Allí actuamos cuatro cronistas
oficiales: Santos Benítez, de Cáceres, quien habló sobre "Historia de la gastronomía cacereña" y también coordinó a los voluntarios
que se prestaron a vender los dulces de las monjas; José Antonio Pérez Rubio, de
Valdefuentes y el cronista de Guadalupe, Antonio Ramiro Chico, cuyo tema fue "Saberes y sabores de la cocina monacal de Guadalupe".
Hubo mucho público
comprando los más variados dulces de las monjas extremeñas; también hubo mucho
en las muestras de cocina monacal en vivo, especialmente de la que me sucedió a
mi conferencia, pues el Salón del Archivo estaba abarrotado, incluso gente de pie
para probar las migas con bacalao que ofreció Jorge Galán, jefe de cocina del
Hotel Hospes, un cinco estrellas en la carretera de Malpartida de Cáceres y que
ofrece a sus comensales en el menú diario de su restaurante.
Quiero aportar un par
de sugerencias, como le dije al coordinador general Rafael Robina, que cuente el
próximo año con la Academia Extremeña de Gastronomía, pues tanto Santos Benítez
como un servidor somos académicos numerarios y esta entidad puede aportar también
mucho, y por otra parte, que las conferencias se programen la semana anterior a
la celebración de la feria, pues el numeroso público va más a comprar dulces y
a probar los ricos platos que cocinan nuestros mejores cocineros que a escuchar
una chara sobre cocina monacal.
Repito desde aquí
mi más sincera enhorabuena a Rafael Robina y a sus colaboradores por tan estupenda
y fructífera feria solidaria dedicadas a los dulces conventuales y les recuerdo
que el 13 de diciembre a las 20.00 horas será el Pregón de Navidad en la concatedral.
Posteriormente actuará el Coro Rociero de Cáceres cantando villancicos y un pupurrí
de canciones.
Una vez terminado el artículo, mi amigo Luciano García Sereno me indica que la fábrica de su familia, "Hermanos Marchena" era la que abastecía de trigo de Brozas a los conventos de San Pablo de Cáceres y al de las Jerónimas de Garrovillas de Alconétar.








Muchas gracias Francisco
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