7 de mayo de 2011
Hoy se han celebrado en Garrovillas de Alconétar las II Jornadas de Historias Locales, que abrió el prestigioso académico de la Real de la Historia Martín Almagro, quien dio una magnifica conferencia entusiasmando al público asistente – cronistas e historiadores locales en su mayoría- diciendo que hay que buscar las costumbres, leyendas y nombres que nos darán idea de cómo se vivía en la Prehistoria en esta región extremeño.
Tuve el gusto de hacer un aparte con él y hablamos de la importancia de la leyenda del Toro de San Marcos. El me recalcó que había que cuidar el patrimonio mental del hombre primitivo y que estamos ya en la última etapa para averiguarlo, antes de que cambie definitivamente la sociedad española. Estaba buscando la procedencia del nombre Airón, dedicado a un dios prehistórico. Durante un tiempo se dedicó a buscar el pozo Airón de Brozas, preguntando a los más viejos del lugar; otros le decían que era el Pozarrón –cambiando la toponimia del pozo. y cuando llegó a su brocal algunos jóvenes no sabían, siquiera, que estaban apoyados sobre uno de los símbolos de la Prehistoria.
Hubo numerosos intervinientes, entre ellos Carlos Neila, un profesor de adultos en Brozas, que mima a los mayores y les encanta estudiar sus costumbres. Dio una comunicación sobre los niños expósitos en la comarca. Aportó un dato interesante para Brozas: Durante los años 1871 a 1950 en Brozas hubo un total de 288 niños llevados a la inclusa, de los que 159 eran niñas y 129 niños.
La última mesa redonda estuvo dedicada a los cronistas oficiales en la formación de las historias locales, que tuve el gusto de moderar. Intervinieron junto a mi la cronista de Castuera María del Carmen Rodríguez del Pulgar que ha publicado un interesante trabajo sobre el Puente de Alcántara y su destrucción en el siglo XIX; el cronista de Trujillo, José Antonio Ramos Rubio, un activísimo hombre de la cultura extremeña, y su compañero en temas de investigación Francisco Cillán, Cillán, cronista de Puerto de Santa Cruz, quienes presentaron recientemente en la feria del libro de Cáceres su trabajo “Procesionario del siglo XVI”. Al concluir, el secretario de las jornadas Salvador del Valle, nos hizo enrega del libro de Teófilo Domínguez Declara, “Garrovillas de Alconétar. 1940 – 1960”, en cuyas páginas dedicadas a los pozos públicos hay uno llamado Pozo Airón, desaparecido antes de 1940, junto a otros tres más.
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