Mariano
Romo ha trabajado siempre en el mundo de las artes y las letras, bien en el
teatro, bien en el de los libros. Siendo muy joven, en 1967, entró en la Organización
Juvenil Española, la popular OJE, donde allí comenzó a hacer obras teatrales y
conocer ese mundillo. Vino a Madrid y realizó estudios teatrales para comenzar
a trabajar de manera profesional en esta faceta artística.
Llegó a conocer personalmente
a Antonio Buero Vallejo, el gran escritor de teatro, Premio Cervantes de 1986, con
obras tan señaladas como “Historia de una escalera” y hombre que luchó
en el bando republicano y purgado con la cárcel por el régimen de Franco. Hablando
con Mariano recuerdo haber tomado una cerveza hace años, con este prestigioso
dramaturgo y con el autor extremeño de teatro Manuel Martínez Mediero en la cafetería
de los bajos del hoy centro cultural Fernando Fernán Gómez, en la Plaza de Colón
de Madrid.
Trabajó
con mucho éxito, como primer actor, en la obra “Llegada de los dioses”, de
Buero Vallejo, escrita en 1971, representado por toda España y siendo entrevistado
entonces por los principales medios informativos de las provincias por donde
iba. Esta obra también la pusieron en escena, como principales protagonistas
Juan Diego y Conchita Velasco.
Con
el tiempo, Romo trabajó con el director también extremeño Manuel Canseco, que con
el tiempo dirigiera el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida desde
1992 a 2002 y casado con la actriz Julita Trujillo. Canseco nombró a Romo
gerente del teatro Cadarso, una sala de teatro independiente en el barrio de
Argüelles de Madrid, y también del Centro Cultural La Corrala, en la calle
Carlos Arniches, junto al popular Rastro. Con el tiempo, llegó al teatro el famoso
actor argentino Ángel Pavlovsky, con una gran asistencia de público, realizando
hasta tres funciones diarias, incluso hubo espectáculos por las vacaciones de Navidad
para niños. Fue todo un éxito. A pesar de ello, Romo no cobró durante dos meses
y dejó de trabajar allí.
Tras quedarse en paro,
no sabía qué hacer y entró en contacto con su amigo Ángel Juan Caiceo, que también
se había quedado sin trabajo y vendía diversos productos en el Rastro. Ángel le
convenció y Mariano Romo se puso a vender libros de su propia biblioteca de esa
manera. Con el tiempo monta su propia librería de viejo en la calle Carnero, número
19 de Madrid, una de las más prestigiosas librerías de lance de la capital de
España y que hoy dirige su hija Patricia Romo, quien forma parte de la junta directiva
de la Asociación de Libreros de Lance de Madrid. www.librosromo.com
Entre
los libros que ha tenido en sus manos y en su librería, Mariano tuvo en su poder
la primera edición de “Cantares”, de Manuel Machado, una verdadera edición príncipe.
Él sabe, como profesional, que un libro de viejo vale mucho más por la importancia
de su autor, de la fecha de su impresión, del estado en que se encuentra la obra
y la encuadernación.
Mariano y yo estuvimos hablando en la terraza del Café Gijón, un asturiano que vendió su café a un hombre de nuestro pueblo, la villa cacereña de Las Brozas. Allí le comenté que un servidor tiene algunos libros dedicados verdaderas personalidades de la literatura española o universal, como el argentino Jorge Luis Borges, de Rafael Alberti, a los que entrevisté en Mallorca, o de Mijail Gorbachov, los cuales los guardo con mucho cariño.
Picar la entrevista completa a Borges en este enlace: https://pacorivero.blogspot.com/2020/05/entrevista-profesional-con-jorge-luis.html
Actualmente,
Mariano tiene en su librería verdaderas joyas, en forma de libros. Uno de ellos
es la primera edición de 1580 del “Libro de Concordia”, de Martín Lutero, donde
recopiló la doctrina luterana, u otro al que le tiene una gran estima: Un libro
de excelentes fotografías realizadas en 1930 desde el aparato volador de Zepelin
cuando pasó por España.
Vista de Málaga en 1930
¡Qué interesante!
ResponderEliminarMuchas gracias, amiga Olga. Un abrazo, Francisco Rivero.
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