Tomás Martín Gil
Si
hace poco escribía una crónica de la aportación de la villa de Las Brozas en la
Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, hoy vamos a entresacar unos textos
de cómo veían el pueblo dos personas en ese año. Uno era el fundador del Ateneo
cacereño y secretario de la Coral Cacereña, el escritor José Blázquez Marcos,
quien publicó ese año la guía artística “Por la vieja Extremadura, provincia de
Cáceres”, ilustrada con 148 fotografías del académico correspondiente de la
Historia y fundador de la revista “Alcántara”, el cauriense Tomás Martín Gil.
El libro fue impreso en la capital por Tipografía “Extremadura”. A la villa le
dedican página y media y tres fotografías. Veámoslo detenidamente. Por aquella
época, la villa tenía unos 5.700 habitantes, muchos comparados con los 1.800
que tiene en la fecha de hoy.
El
autor le dedica una entradilla para reconocer la importancia de la población y
después se centra en los personajes ilustres para terminar con una amplia
reseña dedicada a la iglesia de Santa María, el mejor templo parroquial de la
diócesis de Coria - Cáceres, al que popularmente en Las Brozas le llamamos “La
catedralina”.
“Pasadas las cuestas de Araya, pronto nos
acercamos a Brozas de cuyo señorío y valía en la historia nos avisan, antes de
llegar, la esbelta torre de Santa María y los viejos muros de algunos palacios
y caserones. Su nombre se exalta y ennoblece ante el recuerdo de tantos hijos
ilustres, caballeros, capitanes, monjes, sabios y artistas: Frey Nicolás de
Ovando, el colonizador de la Española; el adelantado del Yucatán, Montejo el Viejo,
Carvajales, Argüelles, y por encima de todos, el sabio humanista y maestro de
la escuela salmantina Francisco Sánchez “El Brocense”.
Y donde habitó también Elio Antonio de Nebrija con toda su familia.
“Y
en la villa nos sorprenden y deleitan el recio carácter y sobrio tipo castellano
de su Plaza Mayor, el sello solariego y viril de algunas casas antiguas y sobre
todo la mole amplia y severa del templo de Santa María.
Posteriormente
se describe ampliamente la labor del edificio de la iglesia.
Es
éste un buen ejemplar gótico del siglo XVI, con mezcla ya de elementos de gusto
renacentista…En el exterior destaca la portada principal (foto 52 del libro) de
labor decorativa bastante profusa, mostrando la puerta entre dos pináculos
resaltados góticos y con haces de columnillas, cresterías florenzadas y grumos,
archivoltas muy adornadas y con figuras de ángeles en relieve sobre las cuales
aparece un ventanal de medio punto…
El
interior es de una elevación y una amplitud sorprendente; tiene tres naves
separadas por esbeltos pilares (foto 53) de los que arrancan los nervios de las
bóvedas ojivales que forman estrellas, con sus claves historiadas y ornamentadas.
Esta
guía hace una amplia descripción de los monumentos de la ciudad de Cáceres, y después
hace varios recorridos por la provincia, destacando el de la ruta Arroyo del
Puerco, Brozas y Alcántara, además de por Coria, Plasencia, Yuste, Trujillo,
Guadalupe para concluir con unas notas finales con las costumbres, fiestas,
habla popular y el folklore de la provincia.
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