Ayer se presentó en el Hogar
Extremeño de Madrid el número 1 del Cuaderno Extremeño para el Debate y la
Acción y lleva como subtítulo “De la colonización al emprendimiento”. El número
está coordinado por Juan Serna, que fuera consejero de Agricultura y Medio
Ambiente de la Junta de Extremadura, y también el primero que dimitió por no
cumplirse sus expectativas, con una singular cubierta de Fernando Pulido, donde
se ven cerdos ibéricos pastando en una dehesa extremeña. El libro está editado
por una nueva editorial de la región: La Moderna. www.librerialamoderna.com
En el acto de la presentación del
libro estuvieron presentes el economista Ramón Tamames, cuyo padre había nacido
en Cáceres; el subdirector general de Servicios y Coordinación del Ministerio
para la Transición Ecológica, Manuel Martín Ruiz y el ingeniero superior industrial
y experto en las nuevas tecnologías, Joaquín Sánchez Gallego, ambos de Don
Benito.
Tras unas palabras de bienvenida del
presidente del Hogar, Pepe Iglesias, intervino Ramón Tamames para recodar sus
tiempos por Extremadura, al ser su abuelo maestro de profesión y haber nacido
su padre en la ciudad de Cáceres y pasar un tiempo en Garrovillas de Alconétar y
Don Benito, recordando sus tiempos de niños de la Arcadia extremeña, cuando le obligaban a
cantar el Cara al sol y leía las novelas de Felipe Trigo, tanto “Jarrapellejos”,
“El médico rural” o “En la carrera”, proscritas hasta 1975.
Menos prosaico fueron sus trabajos
por Extremadura cuando fue el enlace entre el Ministerio y el Plan de Badajoz,
por el que cobraba 250 pesetas mensuales de finales de los años 50. Y años más tarde,
a primeros de este siglo (2001 a 2006) cuando trabajó para el industrial
Gallardo que quería instalar la siderurgia y la refinería de petróleo en
Extremadura. Recordó la ingente labor histórica de grandes extremeños, como
Hernán Cortés, del que este año se cumplen los 500 que conquistó para el imperio
español, todo un imperio. Cortés, un estratega, un economista, un historiador y
que para algunos mexicanos indigenistas es un don nadie, pero para otros, como
el historiador Juan Miralles Ostos, es uno de los padres de la patria mexicana.
Tras presentar Juan Serna el libro,
donde intervienen diez autores con diversos artículos y concluyen con cuatro
entrevistas a otros tantos empresarios extremeños que son capaces de innovar
con nuevos productos.
Intervino a continuación Manuel Martín
hablando sobre el agua en Extremadura, la región que más agua tiene y que produce
cinco veces más energía que la que consume, exportándola a otras partes de
España sin que por ello sea beneficiada la sociedad extremeña, pudiéndose regar
unas 60.000 hectáreas en la comarca del Tajo - Salor. Incluso en Badajoz, el lago
artificial de Alqueva, repartido entre España y Portugal ha sabido crear
riqueza a través del turismo, y concretamente del turismo náutico fluvial.
En el coloquio, mi intervención fue
porque si, como dice Manuel Martín, hay tanta agua y tanta energía eléctrica no
se crean nuevos territorios de regadíos, con un poco inversión. Comenté ante
todos que soy de la villa de Las Brozas, situada a tan sólo 15 kilómetros de
Alcántara, cuyo embalse puede tener una capacidad máxima de 3.160 millones de
metros cúbicos; es decir unos 500 litros por cada habitante del mundo. El tema
es que el agua se puede elevar a unos 30/50 metros de altura con la energía eléctrica
que allí se produce y regar los Llanos de Brozas, un territorio que ahora está
declarado como una ZEPA (Zona Especial de Protección de Aves), pero que sería
interesante que pudiera transformarse en regadíos. Y mi pregunta fue. ¿Si hace
unos 60 años, el Estado español fue capaz de invertir enormes cantidades de
dinero en construir los grandes embalses de Extremadura, estando España mucho
más pobre que ahora, quién ha de hacer la inversión para crear estos regadíos:
La región, a través de la Junta de Extremadura; el Estado, con el Gobierno
central, o la empresa privada? No me supo contestar, solo nos dijo a todos, que
ahora la inversión sería mucho menor.
Tamames apuntó que Extremadura podría
entrar en contacto con los empresarios agrícolas almerienses de El Egido, pues
le falta ya terreno donde aposentar sus industrias agroalimentarias; con los de
LEPE, incluso con los de una cooperativa de la provincia de Córdoba, que ya ha
entrado en territorio del este de Badajoz. El 42 % de los ingresos de
Extremadura proceden del Gobierno Central y de la Unión Europea, lo que la hace
muy débil en el conjunto de las comunidades autónomas. A lo largo de los
tiempos, los distintos gobiernos regionales de Extremadura no han sido nada
reivindicativos y se han amoldado a la LOFCA, (Ley Orgánica de Financiación de
las Comunidades Autónomas) y al dinero que son capaces de “arañar” al Gobierno
y a Europa, sin que hayan sido valientes y realicen un Plan de Inversiones en
la región.
Alguien sugirió que habría que crear
un nuevo Plan Badajoz, muy distinto al que se diseñó hace 60 años. Este nuevo
plan de desarrollo, con las nuevas tecnologías, para la venta de los productos
extremeños, según explicó Joaquín Sánchez, podría ser la salvación de la
economía de Extremadura y evitar, así, que sus jóvenes, una vez formados, sigan
emigrando fuera.
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