Tengo muchos y buenos recuerdos de mi paso por el colegio de las Carmelitas, pero hay algo que me llena especialmente: las enseñanzas y los consejos de la hermana Eulalia Grajera.
Ella ha sido la base de mi forma de ser y de ver la vida; fue alguien muy importante en mis primeros años de clase. En una de sus últimas carta que recibí decía que..."los proyectos llenan la vida porque el hombre y la mujer han nacido para esto, para perfeccionarse a sí mismos y para perfeccionar la creación. La persona que lo hace con esta intención es grande ante los ojos de Dios; no hemos nacido para destruir, sino para construir el mundo y la vida con nuestro esfuerzo".
Estos valores son los que hemos de inculcar a las nuevas generaciones... Así era ella y así era su pensamiento.
Mingui Sánchez Acedo
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