Don Gregorio y la villa de Las Brozas
Monseñor don Francisco Cerro
Querido don Gregorio
Don Maximino
Señor alcalde
Queridos amigos:
Esta tarde nos reúne aquí la figura de don Gregorio Carrasco Montero, párroco que fue de Santa María la Mayor durante 33 largos y productivos años.
Es don Gregorio un hombre apasionado por la cultura extremeña, no en balde ha sabido defender en foros de dentro y fuera de la región nuestra propia forma de ser y de sentir a lo largo de la historia. Hace años me contaba en Trujillo, durante la celebración de unos Coloquios Históricos de Extremadura, que cada año presenta una ponencia, alternando sus estudios con la villa de Las Brozas y su tierra natal de la Sierra de Gata.
Lo último que conozco de él, a través de amigos comunes en Madrid, es que pertenece como vocal a la Asociación Guadalupex, una asociación seglar ciudadana, que pretende que el monasterio de Guadalupe con las parroquias que correspondan, reviertan a la jurisdicción eclesiástica de la iglesia de Extremadura. A sus 75 largos años, ánimo e ilusión no le faltan.
Como ánimo e ilusión puso desde muy joven para que este edificio, heredado de nuestro mayores, construido por la fe del pueblo de Brozas siglos atrás bajo las indicaciones de uno de los mayores arquitectos de la Orden Militar de Alcántara, Pedro de Ibarra, se terminara y hoy sea, tal vez, el mejor templo parroquial de la diócesis de Coria- Cáceres, y envidia de muchos pueblos de la misma o mayor categoría de Brozas.
La labor de su mantenimiento y restauración se la debemos al propio don Gregorio que supo encauzar la labor de constructores y albañiles, canteros, carpinteros y esculpidores de imágenes. Buscó en archivos para documentar la historia de este magnífico templo y llegó a escribir un interesante libro, que yo sugiero que tengan todos ustedes en su casa, por la documentación histórica que porta y por las magníficas fotografías que muestra.
En el día de hoy hemos celebrado las VIII Jornadas Históricas de la Villa de Las Brozas. Uno de los ponentes, don Dionisio Martín ha ido desgranando sus amplios saberes sobre este templo que hoy vemos muy bien acondicionado y cuidado, con rango de Bien de Interés Cultural, monumento nacional. Todo ello, como ya he dicho, se debe a la tutela, el mimo y el cuidado que durante décadas ha puesto el que fuera su párroco, don Gregorio Carrasco Montero. Bien es verdad que supo sugerir que el pueblo de Brozas ayudara económicamente a esta inmensa labor.
Don Gregorio también cuidó de las ermitas que estaban bajo la tutela de la parroquia, como las de San Antón, de la Soledad y del Buen Jesús.
Por todo ello, don Gregorio, queremos hacerle entrega de una placa con el siguiente texto:
“El pueblo de Brozas homenajea a don Gregorio Carrasco Montero, párroco de Santa María la Mayor durante 33 años, y artífice de la conservación y restauración del templo en la que colaboraron todos los feligreses”. Brozas, 2 de mayo de 2010.
MUCHAS GRACIAS
Monseñor don Francisco Cerro
Querido don Gregorio
Don Maximino
Señor alcalde
Queridos amigos:
Esta tarde nos reúne aquí la figura de don Gregorio Carrasco Montero, párroco que fue de Santa María la Mayor durante 33 largos y productivos años.
Es don Gregorio un hombre apasionado por la cultura extremeña, no en balde ha sabido defender en foros de dentro y fuera de la región nuestra propia forma de ser y de sentir a lo largo de la historia. Hace años me contaba en Trujillo, durante la celebración de unos Coloquios Históricos de Extremadura, que cada año presenta una ponencia, alternando sus estudios con la villa de Las Brozas y su tierra natal de la Sierra de Gata.
Lo último que conozco de él, a través de amigos comunes en Madrid, es que pertenece como vocal a la Asociación Guadalupex, una asociación seglar ciudadana, que pretende que el monasterio de Guadalupe con las parroquias que correspondan, reviertan a la jurisdicción eclesiástica de la iglesia de Extremadura. A sus 75 largos años, ánimo e ilusión no le faltan.
Como ánimo e ilusión puso desde muy joven para que este edificio, heredado de nuestro mayores, construido por la fe del pueblo de Brozas siglos atrás bajo las indicaciones de uno de los mayores arquitectos de la Orden Militar de Alcántara, Pedro de Ibarra, se terminara y hoy sea, tal vez, el mejor templo parroquial de la diócesis de Coria- Cáceres, y envidia de muchos pueblos de la misma o mayor categoría de Brozas.
La labor de su mantenimiento y restauración se la debemos al propio don Gregorio que supo encauzar la labor de constructores y albañiles, canteros, carpinteros y esculpidores de imágenes. Buscó en archivos para documentar la historia de este magnífico templo y llegó a escribir un interesante libro, que yo sugiero que tengan todos ustedes en su casa, por la documentación histórica que porta y por las magníficas fotografías que muestra.
En el día de hoy hemos celebrado las VIII Jornadas Históricas de la Villa de Las Brozas. Uno de los ponentes, don Dionisio Martín ha ido desgranando sus amplios saberes sobre este templo que hoy vemos muy bien acondicionado y cuidado, con rango de Bien de Interés Cultural, monumento nacional. Todo ello, como ya he dicho, se debe a la tutela, el mimo y el cuidado que durante décadas ha puesto el que fuera su párroco, don Gregorio Carrasco Montero. Bien es verdad que supo sugerir que el pueblo de Brozas ayudara económicamente a esta inmensa labor.
Don Gregorio también cuidó de las ermitas que estaban bajo la tutela de la parroquia, como las de San Antón, de la Soledad y del Buen Jesús.
Por todo ello, don Gregorio, queremos hacerle entrega de una placa con el siguiente texto:
“El pueblo de Brozas homenajea a don Gregorio Carrasco Montero, párroco de Santa María la Mayor durante 33 años, y artífice de la conservación y restauración del templo en la que colaboraron todos los feligreses”. Brozas, 2 de mayo de 2010.
MUCHAS GRACIAS
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