Ya he escrito sobre este tema en alguna ocasión y ahora me
llega a mi correo electrónico un artículo de Moisés Cayetano Rosado, doctor en
Geografía e Historia y director de la revista transfronteriza “O Pelourinho”,
titulado “Las fortificaciones abaluartadas extremeño -alentejanas ante la
candidatura a patrimonio mundial”. ¡Qué suerte sería que nuestro
castillo-palacio fuera declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad!
Moisés Cayetano argumenta que “la inclusión en la
Lista Indicativa de Portugal de un grupo de fortificaciones de la Raya desde
2016 (en serie, transfronteriza y por etapas “por ser un ejemplo sobresaliente
de conjunto arquitectónico que ilustra unas etapas significativas de la
historia de la humanidad”: criterio IV de la Lista de Patrimonio Mundial
Cultural de la UNESCO),que dice exactamente: constituir un ejemplo eminentemente representativo de un
tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje
que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana.
a las que se unirán las fortificaciones
fronterizas españolas, hace obvia la necesidad de cumplir los requisitos de
“autenticidad” e “integridad”. Urge evaluar los usos y actuaciones que han
tenido tras declinar su destino original, estado de conservación y proyectos
sobre este patrimonio de cara a su valorización, para preparar con éxito la
candidatura.”.
Hasta el momento, Portugal solo ha presentado cuatro fortalezas rayanas para que sean evaluadas y sean declaradas Patrimonio de la Humanidad en
Valença do Minho, frente a Tuy (Pontevedra); Almeida, junto a Ciudad Rodrigo (Salamanca)
y Marvao, cercana a Valencia de Alcántara (Cáceres) y Elvas, enfrente de la
ciudad de Badajoz. Todo esto se dio a conocer en el II Encuentro de fortaleza
de la Raya el 7 de noviembre de 2020, en la localidad de Puebla de Guzmán (Huelva).
En su artículo, el profesor Cayetano Rosado aduce que: Por
el lado español correspondiente a Extremadura, apenas si podemos destacar a
Moraleja, Alcántara y Badajoz. Y el castillo-palacio de Brozas, todas ellas de
deficientes defensas, a pesar de su vulnerabilidad. Alburquerque -de
impresionante castillo roquero-, repetidamente asediado, no llegó a
fortificarse “a la moderna”.
Y yo, como hombre de Hispania Nostra, la asociación nacional
que vela por el cuidado del patrimonio artístico y de naturaleza, le apoyo en
que nuestro castillo - palacio de Brozas debería estar mucho más cuidado por
parte de los actuales propietarios y por las autoridades locales, en este caso quitándole
los cables que afean a sus baluartes, que dice en su artículo este profesor
pacense:
“Brozas tiene
un magnífico castillo del siglo XIV, dotado en el siglo XVII de refuerzo
artillado, con un baluarte al sureste, medio baluarte al norte y dos tenazas,
al oeste y suroeste. Es de propiedad y uso privado, con lo que solo es
visitable exteriormente, en parte. El área de servicios con amplio corral de su
cara oriental, con cuatro magníficas torres circulares adosadas a la cortina y
una dentro del baluarte, merecería que fuera libre y/o controladamente
visitable para así poder recorrer todo el perímetro exterior, lo que debería
convenirse con la propiedad. También sería necesario -¡y obligatorio, a la
luz de los acuerdos internacionales y la normativa vigente!- a soterrar el
cableado eléctrico exterior que recorre horriblemente la parte más notable de
fachada, así como eliminar los antiestéticos focos eléctricos colgados de las
paredes de las cortinas”.
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