Este fin de semana lo he pasado por Las Brozas y Trujillo,
lugares ambos de gran referencia en la conquista y colonización de América.
Esta se mana se cumplía el V centenario del descubrimiento del Océano Pacífico
por el badajocense Vasco Núñez de Balboa. Eran las diez de la mañana del 25 de
septiembre de 1513. Y sobre los primeros años de Balboa en el Nuevo Mundo, y su
relación con el gobernador de la Hispaniola, el brocense Nicolás de Ovando,
trató mi ponencia en los XLII Coloquios de Extremadura celebrados durante toda
la semana en la ciudad natal de Francisco Pizarro.
Este fue el resumen:
El año 1500 partía
desde Jerez de los Caballeros hacia las Indias un joven de 27 años llamado Vasco Núñez de Balboa y el mismo
recorrido haría dos años más tarde un hombre ya maduro (42 años), nacido en la
villa cacereña de Las Brozas. Se trataba de Nicolás de Ovando, quien por orden
de los Reyes Católicos se iba a hacer cargo de la gobernación de las tierras
descubiertas hacia sólo diez años por Cristóbal Colón.
El joven, con ganas de gloria; el maduro, con deseos de
incorporar las nuevas tierras a la corona española. Ambos forman parte de la
historia de España y, por la trascendencia del hecho, de la historia universal.
En esta ponencia veremos la actividad que se desarrollaba en
la colonia en los siete años que duró la estancia de ambos allí, la creación de
nueva ciudades y el desarrollo de la agricultura y de la ganadería, trabajo en
el que se empleó Núñez de Balboa en Salvatierra de la Sabana, un pueblo que es
el antecesor de la ciudad haitiana de Les Cayes. Balboa trabajó en lo que conocía en su tierra
extremeña (agricultura y especialmente ganadería) y que en las Indias le llevó
a la ruina, por lo que, agobiado por las deudas, como es de todos conocido,
tuvo que salir huyendo como polizón en un barco dentro de un bote junto a su
perro Leoncico para, con el tiempo, cubrirse de gloria al ser la persona que
descubriría, en lo que hoy es la nación hermana de Panamá, el Mar del Sur; o
sea, el Océano Pacífico, la mayor masa
de agua de la Tierra.
Y tras esto, he de añadir que el ilustre académico y
catedrático de Historia de América, Demetrio Ramos considera que hay tres
grandes personajes en la conquista de América: Ovando, Balboa y Cortés, al que
hay que añadir la cuarta pata de esa gran mesa que conforma la colonización del
Nuevo Mundo: el trujillano Francisco Pizarro, que dio a España otro imperio, el
del Tahuantisuyo, el imperio inca
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