Un servidor es Caballero del Real Monasterio de Yuste desde hace varias décadas. Recuerdo, como anécdota, que era presidente de la asociación un ilustre extremeño, Manuel Martín Lobo y mi padrino otro ilustre, el entonces alcalde de Zafra Francisco Luna. Perdí la medalla que me habían impuesto esa misma tarde y la encontró en la explanada del monasterio el que entonces era presidente de la Banca Española, Rafael Termes.
Este es el primer artículo que escribo para la revista de la Real Asociación y espero y deseo que haya varios más. El artículo fue publicado en la revista número 39 correspondiente al primer y segundo trimestre de 2021. Y para saber algo más:
http://pacorivero.blogspot.com/2019/06/capitulo-de-los-caballeros-de-yuste.html
Cronista Oficial de la villa de Las
Brozas (Cáceres)
Caballero del Real Monasterio de
Yuste
Por Real Provisión de 24 de marzo de
1537, el emperador Carlos V concede la independencia al lugar de Las Brozas,
por entonces de la jurisdicción de la Villa de Alcántara, y que fuera
Encomienda Mayor de esa Orden Militar, dándole el título de villa. Por este
acto, los 700 vecinos de esta nueva villa (unos 3.000 habitantes, más que los
que tiene ahora, que solo cuenta con algo más de 1.800 almas) pagaron al rey un
total de 7.500 ducados.
Las Brozas tenían, por entonces, su
importancia en Extremadura, pues aquí había vivido Elio Antonio de Nebrija, con
su numerosa familia y se cree que parte de la Gramática Castellana, publicada
en 1492 en Salamanca, y su Diccionario fueron escrito aquí. Y que sus paisanos,
los lebrijanos han visitado recientemente el lugar y le han honrado colocando
una placa en la misma calle donde habitó este célebre personaje de la cultura
española.
Nebrija vivió muy cerca de la calle
Aldehuela, donde en 1523, al año siguiente de morir el gramático en Alcalá de
Henares naciera otro ilustre hijo de la villa, Francisco Sánchez “el Brocense”,
profesor de Retórica en la Universidad salmantina y que sus teorías
gramaticales se siguen estudiando hoy mismo, en el siglo XXI por el prestigioso
pensador norteamericano Noam Chomsky.
Claro que la villa de Las Brozas era
reconocida ya por los abuelos del emperador, no en balde, Isabel la Católica
había elegido al brocense frey Nicolás de Ovando, gobernador en la isla de la
Española, que hoy conforman República Dominicana y Haití, en sustitución de
Cristóbal Colón, que era muy navegante pero un pésimo dirigente de hombres.
Ovando había nacido en el palacio de sus abuelos, los Flores, que aún se
conserva y que fue reconvertido en Escuelas Públicas, habiendo sido colocada
una placa como recuerdo de este célebre fraile y soldado alcantarino
De manera casual nació en la villa
el que con el tiempo sería el reconocido actor Casimiro Ortas Rodríguez,
mientras la compañía de su padre, de igual nombre, actuaba en el cercano
Alcántara. Ortas vino al mundo en 1880 y falleció en Barcelona en 1947. Comenzó
en el mundo de la zarzuela y terminó como primer actor cómico; los grandes
escritores de la época como Carlos Arniches o Pedro Muñoz Seca escribían obras
exclusivamente para él. Montó varias compañías, con algunas de las cuales hizo
las Américas, concretamente en Cuba y en México, donde se arruinó por completo en
1923, año del asesinato del revolucionario Pancho Villa.
Todos estos personajes que vivieron
y se aposentaron en la villa, construyeron numerosos palacios y casonas
grandes, que junto al enorme y bello templo de Santa María la Mayor, el mejor
de toda la diócesis, declarado monumento nacional y conocido como la “catedralina”
y el que mandaron levantar los Reyes Católicos en la ermita de los Santos
Mártires San Sebastián y San Fabián, concluido, con ayuda de todo el pueblo de
Las Brozas en la década de los años 60 del siglo pasado, conforman, con tres
conventos y numerosas ermitas, el último conjunto histórico artístico de
Extremadura. La villa de Las Brozas, para quien no la conozca, bien merece una
detenida visita.
Además, de sus extensos y ricos
campos, el emperador sacó dineros, para las guerras que tuvo, de la lana que producían
los numerosos ganados de ovejas merinas, que en los llanos de Brozas y
Alcántara se criaban, según cuenta el historiador Ramón Carade en su extenso libro
de tres tomos “Carlos V y sus banqueros”. “El
mercader burgalés Diego López Gallo se compromete a comprar durante cuatro años
toda la lana a los ganaderos extremeños. La entrega había de hacerse en un
lugar de la provincia de Burgos, y los vellones son de idéntica procedencia:
Alcántara, Brozas y Valencia de Alcántara: la lana merina fina”. Esta lana
se exportaba por el mar Cantábrico, desde Bilbao a Flandes.
El documento del “Privilegio
Jurisdiccional dado a la villa de Brozas por el Emperador Carlos V, y que vamos
a transcribir, en parte, fue firmado en
la Villa de Valladolid a veinte y quatro días del mes de Marzo año del
Nacimiento de Nuestro Salvador Jesuchristo de mil e quinientos etreinta y siete
años. Yo el Rey Yo Franciso de los Cobos Comisario mayor del Consexo Secretario
de su Cesarea é Cathólicas Magestades”.
Y comienza así:
“Don Carlos por la Divina Clemencia, Emperador de
los Romanos, Augusto Rey de Alemania, Dª Juana su madre e el mismo D. Carlos
por la Gracia de Dios Rey de Cstilla de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias,
de Jerusalem, de Navarra, Granada, etc.
“Por quanto por parte de vos el
Concejo, Alcaldes, Regidores, Caballeros, excuderos, oficiales y Hombres buenos
del Lugar de las Brozas, de la orden e Caballeria de Alcantara, nos fue echa
relación, diciendo que dicho Lugar es de la jurisdicción de la villa de Alcantara
y esta tres leguas de la dicha villa de Alcantara y hay en el setecientos
vecinos e mas, e que los Alcaldes hordinarios de dicho Lugar no tienen jurisdiccion
alguna en casas criminales y que en las Ziviles tiene jurisdiccion solamente
hasta los mil maravedises y nos juzgan mas de hasta quinientos mrs. porque
tratan pleito sobre ello con la dicha villa de Alcantara e acaece que los
Pobres y viudas e otras Personas dejan de pedir e seguir su Justicia e dese
defender de los que algo les piden maliciosam (te), e que por no poder los Alcaldes
de dicho Lugar de causas criminales, muchas veces quedan los delitos que se
hacen en el dicho Lugar en sus términos impunidos, e las partes danificadas, e
nos suplicastes por merced vos eximiésemos y apartásemos de la jurisdiccion,
sujeción e señorio de la dicha villa de Alcantara e vos diésemos juridiccion
civil y criminal, e vos ficiesemos villa por vos e sobre vos o como la nuestra
merced fuese, e nos acatando e considerando lo susodicho e algunos buenos
servicios que del dicho Lugar de las Brozas, e vecinos, e moradores de el
habemos rescibido e por lo que al presente en el dicho Lugar hay los dichos
setecientos vecinos e moradores e de cada dia crescen en población y e espera
que crescera, e que nos servir con siete mil e quinientos ducados de oro que
montan dos quentos y ochoientos e doce mil e quinientos maravedís para ayuda a
los grandes gastos, que Savemos fecho y experamos hacer e sobstener las Galeras
de la Armada contra los infieles y enemigos de nusra Santa fee Catholica y en
la guarda de la Costa del Reyno de Granada e de las fronteras de Africa e para
otras cosas muy importantes e cumplideras a nuestro servicio e al de estos
nuestros Reynos…
El
documento es mucho más extenso y en él se explican las condiciones que han de
cumplir los nuevos villanos de Las Brozas, pudiendo ser nombradas las
siguientes autoridades locales, por un año: alcaldes con alguacil, regidores,
mayordomo y procurador, así como fieles guardas y otros oficiales como caballeros, escuderos y
otros hombres buenos y hacen saber a las autoridades de Alcántara,
especialmente al maestre, gobernador y alcaldes que ya no tienen jurisdicción
sobre la nueva villa, sino que la soberanía recae sobre la Corona. Así los
pastos, montes, abrevaderos y aguas estantes o corrientes han de quedar como
estaban al servicio de la nueva villa.
El documento estaba escrito en
pergamino de cuero, firmado por el Rey Carlos y sellado con el sello real de
plomo pendiente con hilos de seda.
¡Enhorabuena por tan insigne título, querido Paco!. Después de toda una vida de trabajo y servicio, competente y eficiente, yo creo que lo tienes más que merecido.
ResponderEliminarEn cuanto a Brozas, es para estar bien orgullosos, que, nada menos que el Emperador Carlos V, le otorgara el título de Villa. Dicha deferencia, también del todo merecida, como demuestran los grandes e ilustres hijos que Brozas ha puesto al servicio de España, que ya quisieran para sí otras muchas poblaciones de mayor rango y extensión.