miércoles, 21 de agosto de 2024

TOMA DE POSESIÓN DEL CRONISTA DE RIOLOBOS (CÁCERES)

 



 

    Días pasados celebramos  la toma de posesión del cronista oficial de Riolobos, José Vidal Lucía Egido, acompañándole seis cronistas y un servidor como cronista oficial de Las Brozas y de Hinojal (Cáceres). Esta es la crónica publicada en la página web de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO), donde hace años tuve el honor de ser miembro de su junta directiva nacional.

 

  El profesor José Vidal Lucía Egido ha tomado posesión como cronista oficial de Riolobos (Cáceres) en el Templo del Arte, la antigua iglesia del núcleo de colonización de Pajares de la Rivera, situado a pocos kilómetros del pueblo.


       El acto estuvo presidido por el alcalde de la localidad, José Pedro Rodríguez Martín, a quien acompañaba la concejala de Cultura, María Sánchez Moreno, quien presentó el acto.



       El salón estaba repleto de público llegado directamente de Riolobos, además de cuatro cronistas de Extremadura: Floro Rodríguez Oliva, de Malpartida de Plasencia; José Antonio Agúndez, de Malpartida de Cáceres; José Antonio Ramos, Rubio, de Trujillo y Francisco Rivero de Las Brozas e Hinojal.






       El acto lo abrió el vicepresidente de la Asociación Extremeña de Cronistas Oficiales, y cronista oficial de Cañamero, Esteban Cortijo Parralejo, quien felicitó en nombre propio y en el del presidente, Fran Gómez, al nuevo cronista y habló de la labor que tenemos todos y cada uno de los que conformamos esta asociación de cronistas locales, que asemejó a la conducción de un coche, que hay que mirar hacia atrás, pero también hacia adelante de cómo se va desarrollando nuestra sociedad.





       La cronista oficial de Plasencia, Esther Sánchez Calle, elogió la labor del nuevo compañero cronista “cuando conozco la magnífica trayectoria de José Vidal Lucía Egido: su gran vocación docente y pedagoga y, a la vez, como persona inquieta intelectualmente, también interesado por la antropología y la historia, sobre todo por la de su pueblo”.  Durante su magnífica disertación dio unas pequeñas pinceladas de dos personajes riolobeños: Ventura Delgado Garrido (Riolobos,1771- Plasencia,1840), y que fuera alcalde liberal del pueblo y también de la capital del Jerte, y de su hermano fray Eugenio Delgado (1779 -1849), monje jerónimo en los monasterios de Guadalupe y Yuste siendo nombrado prior de este último el 9 de julio de 1827. Como hecho curioso, fue la persona que se llevó en depósito, en 1835 con motivo de la Desamortización la colcha que el emperador Carlos V tenía puesta en su cama cuando falleció. Actualmente la prenda está de nuevo, en el Monasterio de Yuste.




El último en intervenir fue José Vidal Lucía Egido, quien habló del cronista en la historia local y presentó el libro “Dos obras públicas de Riolobos del siglo XIX: El cementerio municipal de 1885 y el reloj de la torre de 1883”, publicado por la Diputación de Cáceres. Ambas obras son tareas del arquitecto Vicente Paredes y del maestro albañil y cantero riolobeño Santos Pulido Calvo (1845-1896). El cronista ofreció en este Templo del Arte dos exposiciones, una de una casa antigua de Riolobos y de los objetos que había en su interior, así como del cementerio y otra de una noria y de elementos antiguos del propio pueblo. El cronista dijo, al final de su discurso, que había que recuperar el buen funcionamiento del reloj y que las cigüeñas no aniden en la torre del mismo, para que no estropeen toda su maquinaria por formar parte del patrimonio local.




Tras la lectura del acta de nombramiento del nuevo cronista, por la concejala de Cultura y que fue aprobada por unanimidad en un pleno municipal, a continuación, el alcalde del pueblo, acompañado del vicepresidente de la Asociación de Cronistas Oficiales de Extremadura le impusieron la medalla y le entregaron el documento de nombramiento.




El acto fue clausurado, brevemente, por la primera autoridad local, felicitándose porque Riolobos tiene un cronista que quieren los ciudadanos como se ve por la amplia asistencia, ya que un cronista siempre vela por los intereses del pueblo estudiando su historia y cuidando su patrimonio.

A continuación, todos los asistentes recibieron el libro de José Vidal Lucía, muchos de los cuales solicitaban su dedicatoria. Posteriormente hubo un excelente vino español de la cercana bodega Dehesavieja, acompañado de ricos aperitivos, dándose por terminado el acto.



lunes, 5 de agosto de 2024

CASIMIRO ORTAS, EN LA REVISTA BLANCO Y NEGRO

 


 

             Tengo entre mi documentación unas páginas de la revista ilustrada “Blanco y Negro” del domingo 8 de junio de 1919, que por entonces constaba 40 céntimos de pesetas y en cuyo sumario un total de 16 artículos, de los que destaco tres de ellos: “El suceso de la semana”, por Wenceslao Fernández Flores; “El teatro español en Nueva York”, por M. de Zárraga y “Estreno de la flor del barrio”, por Floridor, del que hablaremos más extensamente.

 

            La flor del barrio es un sainete en dos actos de costumbres madrileñas, de Carlos Arniches, con música de los maestros Rafael Calleja y Luis Foglietti Arberola, estrenado en el teatro Apolo el 30 de mayo de 1919. El teatro Apolo estaba pegado a la iglesia de San José en plena calle de Alcalá, de Madrid, en cuya fachada hay ahora un cartel que indica que allí estuvo este lugar histórico del teatro español y ahora ocupa un banco.

 

            El cronista del ABC escribió que esta obra la tardó en escribir Arniches mucho tiempo, tanto que “desde dos años o quizá más, el estreno del sainete se señalaba como plazo de muchas cosas. Las novias un poco recelosas, decían a sus novios: “Tú te casarás para cuando den en el Apolo la flor del barrio”.

 

            El argumento es muy sencillo: un joven llamado José María, es recogido como hijo por el dueño de la tienda más popular “La flor del barrio”, donde trabaja Saturio (Casimiro Ortas), al que se le describe como un gallardo y arrobador dependiente que tiene imán en la vara de medir y ejerce la irresistible sugestión de su labia, de su verbo atractivo para la parroquia femenina.

 




            El dueño de la tienda quiere casar a José María con la hija del rico comerciante de la tienda de enfrente. La boda repugna a José María y en poco antes del acto religioso es Saturio quien viene para anunciar que no va haberla. La novia se desmaya; su padre se enfada, pero el dependiente se ofrece a ser el marido de la novia desairada en lugar de José María.

 

            Quince años más tarde, Saturio con seis hijos, y concejal en el Ayuntamiento de Madrid por los de Eduardo Dato, que había sido alcalde de la capital de España, ministro presidente de las Cortes y presidente del Consejo de Ministros en su etapa política, se veía encantado con la nueva vida con su esposa y muy elegantemente vestido con chaqué.

 

            El público se río mucho en el estreno de la obra, escrita con gracejo y refrendada con la maestría de la música de Calleja y Foglietti, sobresaliendo en primer término los actores Ortas, Rufart, Montero y la esposa real del primero, la actriz Carmen Sobejano.

Carmen Sobejano

miércoles, 31 de julio de 2024

LA OBRA DE MADRE ELISEA AL SERVICIO DE LOS MÁS NECESITADOS


 


 

            Archivando papeles y documentos antiguos me encuentro con un tríptico titulado “Surco Fecundo” dedicado a la madre Elisea Oliver y que corresponde a junio de 2014 un boletín informativo nº 48 para la causa de canonización de la Sierva de Dios y que publicaron en Orihuela (Alicante) las Madres Carmelitas con motivo de las actividades que organicé en Brozas con motivo del I centenario de la creación del Colegio de las Carmelitas.

 

Una crónica del acto en este enlace: Crónicas de Las Brozas: Crónica desde dentro del Centenario de las Madres Carmelitas (cronistadelasbrozas.blogspot.com)

 

            Y el folleto editado por las Madres Carmelitas en Orihuela dice lo siguiente:

 

            El pueblo de Brozas agradece la labor de las Hermanas de la Virgen María del Monte Carmelo en la Escuela Municipal de Párvulos. Brozas 1 de junio 1914 -2014.

 

 


            Este diploma del I Centenario de la fundación de Brozas lo han recibido las Hermanas que se han hecho presentes en los actos conmemorativos, promovido por el cronista de la villa D. Francisco Rivero, al que se han sumado sus habitantes, muchos de los cuales fueron niños a lo largo de los 58 años que las Hermanas regentaron el colegio situado en la calle de San Pedro.

 



            El año 1914 la Congregación da un gran salto geográfico: de la zona levantina se traslada a Brozas, un pueblo extremeño, en la provincia de Cáceres.

 

            Capital de partido desde finales del siglo XVI hasta el siglo XIX, su situación geográfica, la amplitud de su término idóneo para la agricultura y para la ganadería trashumante y su carácter de nudo de comunicaciones en el este extremeño, convirtió a Brozas en una de las villas más importantes de la Extremadura moderna. Fruto de su historia ha sido un impresionante patrimonio histórico-artístico, con importantes monumentos tanto civiles como religiosos. Sede de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara, muestra el norme castillo-palacio, situado en la cota más alta de la población.

 

            La fundación a primeros de siglo de un colegio en Brozas, pueblo tan alejado geográficamente de la sede del gobierno general de la Congregación en Orihuela, puede resultar extraño en un primer momento, pero los caminos de la Providencia son imprevisibles. Parece que hubo un encuentro fortuito de una Hermana con una señora de Brozas, llamada Dña. Lucía Moreno, interesada por la Congregación. Al notificare que cuidaban enfermos y ancianos y educaban niños, la señora manifestó mucho interés en que las Hermanas se hiciesen cargo de una escuela de párvulos en Brozas. Por otras vías sabemos, también, que le llegó la noticia de la Congregación, a través de la revista “El Santo Escapulario” Le escribió a M. Fundadora e hizo las gestiones para que las Religiosas fueran a encargarse de un parvulario de niños pobres”.

 

            Lo cierto es que Dña. Lucía entró en contacto con la Congregación se interesó y llevó a cabo la obra, conociendo más de cerca a las Hermanas y poniéndose en comunicación con Madre Elisea. Ella era la presidenta de una escuela municipal que atendía a niñas de corta edad, ya que en el pueblo existía un colegio de religiosas de la Doctrina Cristiana (de la que en este blog trataremos en un artículo próximo) que se dedicaba a la educación de las niñas mayores. El cuidado de los pequeños, por tanto, era una necesidad no cubierta.

 

            El día 15 de abril de 1914, el obispo de Coria-Cáceres, Dr. D. Ramón Peris Mencheta, daba respuesta positiva a la solicitud de Madre Elisea sobre una fundación en Brozas, autorizando a las Hermanas para que se dedicaran a la enseñanza de párvulos y asistencia de enfermos. La Sierva de Dios solicitó después al obispo de Orihuela, Dr. D. Ramón Plaza, el correspondiente permiso para la fundación, recibiendo respuesta favorable el día 18 de mayo.

 



            El 28 de este mismo mes, Madre Elisea salía de Alicante para Brozas acompañada de las Hermanas Angélica Badosa, Dolores Martínez y María del Tura Vergés. Llegaron a Madrid el 29, pasando el día en la estación de las Delicias, reanudándolo hacia Brozas al día siguiente. Al llegar, las acompañaron a casa de Dña. Lucía Moreno, fundadora del colegio.

 

            Si en las fundaciones realizadas por la Sierva de Dios, siempre había predominado la pobreza, en esta de Brozas, las condiciones fueron aún más extremas. El local que había de servir de escuela parecía una bodega, no reunía condiciones y las habitaciones estaban completamente vacías, sin una silla para sentarse ni una cama para descansar. Sin embargo, lejos de desanimarse, la Madre Elisea les infundía ánimos, recordando a las Hermanas la pobreza que la Sagrada Familia viviría en Nazaret, y su porte sereno las confortaba, junto con su bondadosa sonrisa.

 

            Madre Elisea permaneció un tiempo en Brozas con las Hermanas, hasta que todo quedó en un estado digno de la labor que debían realizar, de la vida comunitaria y, especiEalmente, del culto que en una casa religiosa se debía a la presencia de Jesús en la Eucaristía, logrando, antes que nada, un espacio digno para transformarlo en capilla.

 

            Llegado este punto, la Sierva de Dios consideró que ya no podía permanecer más tiempo en Brozas y el 17 de julio volvía a Orihuela. En los años siguientes mantuvo con ellas abundante comunicación epistolar visitándolas en varias ocasiones.

 

(De esta correspondencia poseo el texto de varias cartas, que iré sacándolas en este blog de Cronista de las Brozas).

 

            El colegio de Brozas se suprimió en junio de 1972 por la aplicación de la Ley de Educación del ministro José Luis Villar Palasí que puso en funcionamiento la EGB.





viernes, 19 de julio de 2024

LA FINCA DE ARAYA

 

 

            El Diccionario Geográfico -Estadístico e Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, de Pascual Madoz, publicado entre 1845 y 1850, tiene su apartado dedicado a Extremadura y, este caso concreto editado en Cáceres en 1953 por el Departamento de Seminarios de la entonces Jefatura Provincial del Movimiento y puesto en valor por la Biblioteca Digital Extremeña, que promueve Manuel Trinidad.  El Madoz se tardó en escribir más de 15 años y contó con la colaboración de 20 corresponsales y unos 1.000 colaboradores.

 

            Vamos a hablar sobre la finca de Araya, situada en el término municipal de Brozas, que ya por entonces, era un despoblado. En su momento fue una villa vinculada históricamente a la Orden Militar de Alcántara, de la que iremos contando su desarrollo a lo largo de la historia. Fue hasta ayuntamiento independiente, como se acredita en el libro “Subdivisión de partidos judiciales de la nueva división territorial de la Península e islas adyacentes aprobada por Su Majestad en el Real Decreto de 21 de abril de 1834. Los pueblos que pertenecían ese año, tras aprobarse la creación de las provincias en 1833, del partido judicial de Alcántara eran los siguientes: Alcántara, ARAYA, Brozas, Ceclavín, Estorninos, Mata, Piedras Albas, Villa del Rey y Zarza la Mayor.

 


            La finca se halla en el camino que va de Navas del Madroño a Aliseda, al oeste de Arroyo de la Luz, junto a la rivera de Araya, que nace en la finca y desemboca en el río Salor.

 


El infante Antonio Pascual pintado por Goya



El infante Carlos María Isidro, por Goya


            Por aquellos años, la finca, que había sido encomienda de la Orden de Alcántara, pertenecía al infante Antonio Pascual de Borbón, hijo del rey Carlos III y de su sobrino Carlos María Isidro de Borbón y Parma, hijo del rey Carlos IV y hermano del rey Fernando VII, que tras la promulgación de la Ley Sálica por la que se autorizaba a reinar a las mujeres, en este caso a Isabel II, Carlos María comenzó la primera guerra civil carlista.

 

            Esto dice el Diccionario Madoz de la Finca de Araya en su Diccionario de 1845:

 

            En terreno llano; tiene solamente una casa antiquísima donde todavía se ven restos de blasonaje con un escudo de armas a su espalda orlado de lanzas y banderas: en el interior del edificio hay un oratorio dedicado a San Pedro de Alcántara, donde se celebra misa por un sacerdote que al intento va de los pueblos inmediatos todos los días de precepto; un departamento, que se denomina cárcel, y en el interior en gran corral llamado del concejo, donde los guardas encierran el ganado aprehendido en el terna, para exigir las penas correspondientes; una huerta y un horno de pan para servicio de los moradores : este despoblado. tuvo siempre en lo antiguo. las consideraciones de villa, nombrándole alcalde para su gobierno; y gozando de todas las prerrogativas que como tal se le debían: en el día de hoy (año de 1845) se halla bajo la dirección de un administrador, y por consiguiente han cesado cuantos privilegios la viera; su término, que comprende unas 4 leguas cuadradas, confina por Este, Norte y Oeste, con el propio de la villa de Brozas a cuya jurisdicción está agregado, y por el Suroeste. con el de Arroyo del Puerco; tiene buen arbolado de encina y alcornoque, un gran olivar cercado de pared al Este de la casa, y le riega la rivera del mismo nombre que nace dentro de sus límites. Era una de las encomiendas pertenecientes al infante D. Antonio Pascual, y después a D. Carlos, y se ha enajenado últimamente como bienes nacionales; habitan 7 u 8 individuos que tienen a su cargo la custodia de aquel distrito: su riqueza y contribución están incluidas en la villa de Brozas.

 


José Ortega y Gasset y su hermano Eduardo, cazadores.


          Para terminar este artículo aquí estuvieron cazando el filósofo José Ortega y Gasset y su hermano Eduardo, que se alojaron en el entonces Hotel Jamec, de la calle Pintores de Cáceres, según informó en su día mi primo el periodista Marciano Rivero en un reportaje publicado en el diario Hoy.

 

            Como curiosidad hay otro Araya en la provincia de Álava, a 5 leguas de Vitoria.

martes, 16 de julio de 2024

LIBRO DE ACTAS DE LAS JORNADAS HISTÓRICAS DE CABEZA LA VACA

 

            Se acaba de publicar el libro de actas de las I Jornadas de Historia de Extremadura celebrada hace un tiempo en Cabeza la Vaca, jornadas que fueron organizadas por la cronista oficial de la villa y doctora en Historia por la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla.

 

 

Según comunica la coordinadora de estas actividades: “Ya tenemos el Anuario II que recoge las intervenciones en la I Jornada de Historia y Crónicas Extremeñas. Ahora se va a incluir en la base de datos de la Biblioteca Nacional para su registro y Depósito Legal Electrónico”




 

Mi ponencia sobre “Anecdotario de El Brocense” se puede leer en la página 120 de este enlace: https://www.calameo.com/read/007439392411c9349d685

 

 

Y aquí también el vídeo del evento cultural:

UpoTV - I Jornadas de Historia y Crónicas Extremeñas





domingo, 14 de julio de 2024

VIDEO DE LAS JORNADAS HISTORICAS DE EXTREMADURA EN CABEZA LA VACA

 



 

 

            Organizadas por la doctora Mari Carmen Calderón se celebraron en Cabeza la Vaca (Badajoz) las I Jornadas Históricas de Extremadura en las que intervinieron varios cronistas oficiales de la región, entre los que tuve el honor de ser invitado y participar representando a la villa de Las Brozas (Cáceres), con dos temas: “Anecdotario de El Brocense”, al celebrarse el año pasado el 500 aniversario de su nacimiento y “el Turismo en la Rata luso-extremeña”, mi tesis doctoral. Las Jornadas contaron con el apoyo de la Universidad “Pablo de Olavide”, de Sevilla”, acudiendo a las mismas varios alumnos de este centro universitario.

 

            Tras la celebración del encuentro, se realizaron diversos viajes culturales por la comarca de Tentudía, situada al sur de la provincia de Badajoz, limítrofe con la de Huelva, que se pueden ver en el vídeo. 


Para ello picar este enlace:

 https://upotv.upo.es/video/66335852abe3c66ecb8b456a

 

            Como periodista envié un reportaje a una televisión digital que se emite desde Nueva York y en que publiqué este reportaje en el programa “En Directo”, que dirige la dominicana Ana Pereyra:

 

Aquí el otro vídeo al final de mi blog:


LA COMARCA DE TENTUDÍA (reportajesendirecto.blogspot.com)




viernes, 12 de julio de 2024

EL CONVENTO ALCANTARINO DE SAN PEDRO

 



 

           Brozas tenía antiguamente tres conventos: El de Nuestra señora de la Luz, reconvertido en un hotel de cuatro estrellas y cerrado exclusivamente por la famosa diseñadora venezolana que vive en Nueva York Carolina Herrera, para los invitados especiales a la boda de su hija con el torero Miguel Báez el Litri; uno de ellos fue el entonces presidente de la Paramount Picture. Un segundo, hoy en ruinas, el de Nuestra Señora de la Encarnación o de los Remedios, y un tercero, que vamos a estudiarlo detenidamente, el de San Pedro, en la calle del mismo nombre, abierto para las monjas comendadoras de la Orden Militar de Alcántara. Hablaremos del convento y de su archivo.

 

            En el libro “Los Archivos de la Orden Militar de Alcántara. Un patrimonio documental extremeño disperso”, del que venimos haciendo referencia, le dedica seis páginas en el apartado 6.2 del capítulo “Los archivos de los conventos femeninos y del imperial colegio de la Orden en Salamanca”.

 

            En la introducción se cuenta que “el único documento del archivo conventual que se conserva en el Archivo Histórico de Cáceres intitulado “Fundación de este sacro y real convento de señor San Pedro de señoras caballeras del ábito y Orden de Alcántara” (legajo I, Letra A, Número 1 y que fue dado a conocer por el párroco don Gregorio Carrasco Montero en los XXI Coloquios Históricos de Extremadura que se celebraron en Trujillo en septiembre de 2002. Don Gregorio estudió la historia de los primeros años de este convento desde 1570 hasta el año 1611.

 

            Los autores del trabajo indican que el convento se fundó reutilizando la edificación de otro anterior, el Monasterio de la Madre de Dios, que empezó Marcelo de Nebrija, el hijo mayor de Elio Antonio de Nebrija, que vivió en esta casa, lo que hoy es el convento-colegio de las Carmelitas de Orihuela, que estuvieron en la villa de las Brozas desde 1914 hasta 1972 y en el que muchos de los broceños tuvimos la suerte de aprender allí las primeras letras. Desde entonces estoy intentando conseguir que se restaure la única casa que está todavía en pie en toda España y en la que habitó el gramático.

 

            El convento de San Pedro se construyó de 1589 a 1593 por disposición del testamento del sacristán mayor de la Orden de Alcántara, el brocense frey Pedro Gutiérrez Flores y en abril del año siguiente entraron las primeras cuatro monjas fundadoras. Y desde hace unos años es el auditorio de las Comendadoras, que un servidor tuvo el honor de inaugurar hace años cuando creé las jornadas históricas de la villa de Las Brozas y posteriormente poner una placa por se el lugar en cuya calle vivió Antonio de Nebrija, en presencia de numerosos lebrijanos llegados ese día desde el pueblo natal del gramático.

Más información en: Crónicas de Las Brozas: Varios pueblos de Extremadura rinden homenaje a Elio Antonio de Nebrija (cronistadelasbrozas.blogspot.com)

 


Gerardo Núñez


            Como el tema va de los archivos de la Orden Militar de Alcántara, se cuenta en el libro 1535 de la documentación de las Órdenes Militares que se halla en el Archivo Histórico Nacional (que no hace mucho tuve el gusto de visitar con su director) que en la visita de 1750 “el archivo estaba situado en una división cerca ynmediata al coro de las religiosas por donde se entra a él, metidos todos los papeles en un arca grande y los más de los papeles están en legajos con sus relaziones cada uno y titulados en forma de ymbentario”. El Archivo Histórico Nacional se encuentra en Madrid y depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Fue uno de sus más importantes subdirectores, que aún se le recuerda por su gran labor, el hinojaliego Gerardo Jaime Núñez Clemente, discípulo y amigo de Claudio Sánchez Albornoz. Aquí su historia:

Gerardo Núñez, mano derecha de Sánchez Albornoz (noticiasdehinojal.blogspot.com)

 

 

           En otro artículo divulgaremos la situación del archivo del Convento de las Madres Comendadoras de la Orden de Alcántara. Ahora solo quiero poner aquí el enlace de la ponencia que don Gregorio Carrasco presentó en los Coloquios de Extremadura titulada “Comendadoras de Alcántara. Rama femenina de la Orden. Las Brozas”. En estos Coloquios he tenido he tenido el honor de intervenir desde hace muchos años.

 

Comendadoras de Alcántara. Rama femenina de la Orden. Las Brozas – CHDE Trujillo

sábado, 6 de julio de 2024

LOS ARCHIVOS DE LA ENCOMIENDA MAYOR DE LAS BROZAS

 

Archivo histórico provincial de Cáceres
 

            Días pasados escribí sobre el gran estudio que hicieron tres investigadores extremeños sobre los Archivos de la Orden Militar de Alcántara. Y dije que íbamos a hablar sobre lo que han informado de los archivos que corresponden a la villa de Las Brozas, donde se encontraba la Encomienda Mayor.

 

           En el apartado de “Apéndice documental” le dedica cuatro páginas, desde la 1.125 a la 1.128 y en él se detallan los legajos que se encuentran en el Archivo Histórico Provincial de Cáceres. En total hay 77 documentos, algunos de los yo considero más curiosos se detallan a continuación:

 

            El primero de ellos es el índice de la visita de la Encomienda Mayor de Felipe Trigo, allá por el año de 1610. Se halla en la caja 13.

 

      La documentación guardada habla de diversos casos que quedarían para la historia. Me llama la atención el de las cuentas generales de 1780 a 1810 y “se advierte que contienen sólo las que después del destrozo causado por los franceses se han podido recoger, que son las cuentas de 1780-1790”.  También hay un libro de valores de la Encomienda Mayor de Alcántara correspondientes a varios años finales del siglo XVIII y principios del XIX, así como remates de rentas y bienes y otros de desahucios y arriendos de hierbas.

 

      En el año 1730 está el expediente del arrendamiento del cuarto de las Ballesteras (Por cierto, no sé dónde está ese cuarto).  el De 1769 a 1817 se reseña la salida de ganado trashumante de la Encomienda Mayor; incluso uno muy curioso del aumento de la nómina del cura de Navas, del año 1817. Y se habla mucho de la Encomienda de Araya, como el repartimiento y lo que se dice de la dehesa de Araya en el Catastro de Ensenada (año de 1751).

 

            También hay documentos que relacionan la Encomienda Mayor con algunos vecinos de otros pueblos cercanos, como es el caso de un expediente de deuda de granos a la Encomienda de una vecina de Navas (año de 1775). Al año siguiente hay una denuncia de Juan Cid Barrantes contra la Encomienda por pago de primicias de granos. A Esteban Sanz de Pablo y a Jacinto Abujeta se abrieron autos por deudas. En 1779 se le abre un expediente a José Vallejo para que derribe un horno de cocer pan que había construido en su casa.

 

            En 1784 hay un expediente por una riña de pastores en Herreruela, donde hubo un serrano herido. Este es curioso, otro expediente contra Juan Lucas Pavón y otros de Arroyo del Puerco que fueron hallados en el chozo de su dormida con dos tocinos salados, un costillar, dos lomos y un pedazo de manteca de cerdo, en 1797. Cinco años más tarde se informa que a Andrés Parra, de Arroyo, fue muerto por un rayo en la dehesa de Araya.

 

Finca de Araya, cerca de Arroyo


            En 1804 hubo dos asuntos más: Un expediente contra Miguel Borreguero y su hermano por maltratar a Gregorio Molinos y Sebastián Amado. Ese mismo año otra denuncia contra Antonio Santano por ponerle las manos a fray José de Montánchez, guarda y capellán de la casa de Araya. Y en 1811 se denunció a los alcaldes de Membrío por apoderarse de granos de la dehesa del Parral. Ya, para terminar, el archivo indica que en 1817 hubo un muerto accidentalmente por escopeta en la dehesa de Araya y también una pelea de borrachos que iban a Arroyo el Puerco.

miércoles, 3 de julio de 2024

LOS ARCHIVOS DE LA ORDEN DE ALCÁNTARA Y SU RELACIÓN CON BROZAS

 


            Hace un tiempo se celebró en el Monasterio de Yuste y en Jarandilla de la Vera el último Foro Club Senior de Extremadura que preside mi buen amigo y compañero académico de la Gastronómica de Extremadura, Cecilio de Venegas, también presidente del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz y conferenciante en diversos países iberoamericanos.

 




            En estas jornadas hubo una magna exposición de libros de Extremadura a cargo de Manuel Pecellín Lancharro, quien presentó un interesante libro titulado “Bibliografía extremeña”, patrocinado por el Foro Senior, uno de los cuales es este que les presento titulado “Los archivos de la Orden Militar de Alcántara. Un patrimonio documental extremeño disperso”, obra de Dionisio Martín Nieto, José María López de Zuazo y Bartolomé Miranda Díaz, y editado por Sial Pigmalión, que preside el también extremeño Basilio Rodríguez Cañada.

 

            A lo largo de sus 1.174 páginas y sus 1.963 gramos de peso, el libro cuenta dónde se hallan los archivos de la Orden Militar de Alcántara, distribuidos por diversas partes de España. Como cronista de Las Brozas me interesa lo que dice de nuestra villa.

 

            En su prólogo, los autores escriben que “la intención de este trabajo es descubrir el contenido del archivo desaparecido convento de la Orden Militar de Alcántara en la localidad extremeña del mismo nombre, donde durante más de seiscientos años (1218-1835) los religiosos de dicha orden militar custodiaron toda la documentación que obraba en su poder, archivo que los sucesivos historiadores de la orden dan por desparecido, posiblemente por las dos invasiones que sufrió Alcántara por el ejército francés en los años 1807 y 1809. Pero este trabajo también se abre al conjunto de otros archivos donde existió o podemos encontrar actualmente documentación significativa de la Orden de Alcántara”.

 

            En su índice se anuncian ocho capítulos, que abarcan 462 páginas y un gran apéndice documental con 60 documentos que suman 710 páginas.

 

         En el siguiente artículo veremos los archivos que hay dedicados al Convento de San Pedro de Brozas.