Hablando hace unos días con
Francisco Montero Laberti sobre si su abuelo el músico y alcalde de Brozas
en los años 30, Virgilio Laberti Martín, fue quien compuso la música de los cantos a
San Antón, Patrón del pueblo, me lo confirma y surge la conversación de que
tiene cierta documentación de su hijo, otro músico, Feliciano Laberti López,
quien compuso la música del tango “la Golondrina”, con letra de Miguel Muñoz de
San Pedro, Conde de Canilleros.
Hay en la conversación un momento de
digresión sobre el apellido Laberti, si es de origen italiano o no. Me contesta
que hay diversas grafías de este apellido: Laberti y Laberty. Charo Villar
Laberti, nieta de Virgilio por parte de su hija María Jesús Laberti, me dice que
el origen del apellido es francés: Laberty y que algún funcionario lo castellanizó
en Laberti. Entro en el Instituto Nacional de Estadística y en toda España hay
sólo ocho personas que lleven el apellido Laberti, de segundo apellido, y
ninguna de primero. ¡Curioso dato! El apellido francés Laberty procede de la
zona de Foix y esta familia llegó a España a mediados del siglo XIX, como
ganaderos.
Sigamos. El maestro de música de Virgilio
fue su tío materno Vicente Martín, natural del pueblo salmantino de San Felices
de los Gallegos, quien pertenecía a la orden de los “Confesores de Isabel II.
Virgilio vio que su hijo Feliciano tenía dotes para la música lo mandó a
estudiar a La Sorbona de París, pena porque el joven Feliciano murió en Brozas
muy joven cuando tocaba el piano, según relata la familia.
Paco M. Laberti me regala
unos apuntes sacados de la ponencia de Carlos Neila en los Coloquios Históricos
de Extremadura y que son del periódico “El Brocense”, aunque con algunas correcciones:
Según un familiar, el día 15 de marzo de 1929
fallecía Feliciano Laberti López, joven profesor de piano y compositor de 24 años “…durante toda su existencia fue un esforzado trabajador, perfeccionándose
en la ejecución de piano por su rara constancia y especial talento. Era un gran
artista que sentía la música y no podía sustraerse al dominio que el arte
efectuaba sobre él. Por ello podía considerársele como un hábil ejecutor.
Recuérdese el éxito que obtuvo en abril de 1925, en la audición que dio en “La
Concordia”.
Feliciano Laberti. Foto cedida por Charo Villar Laberti
El 1
de octubre de 1927, Feliciano estrenó en el teatro Casimiro Ortas, propiedad de
la familia López, su tango “Golondrina” cuya letra, está a continuación, es
obra de Miguel Muñoz de San Pedro, Conde de Canilleros y la música está grabada
al piano por un amigo, cuya partitura se muestra más arriba y que está dedicada Para mi querido tío Pepe y primas Marina y Mercedes. El autor.
Feliciano Laberti. Brozas, 23 de septiembre de 1927.
LA GOLONDRINA
Música: Feliciano Laberti López
Letra: Miguel Muñoz de San Pedro
Alegre y loca golondrina
De los aleros madrileños
Marchando en pos de mis ensueños
volé feliz a la Argentina
Yo fui garbosa modistilla
Que con mis gracias de chispera
Supe reinar en la bombilla
Bajo una noche verbenera
Pero el destino quiso un día
Que amara a un hombre con locura
Él me juró que me quería
Y que sería mi ventura
Abandoné mis viejos lares
Y fui con él a la Argentina
¡Soñando amor crucé los mares
como una errante golondrina!
Pero aquel hombre adorado
Al que di toda mi vida
Huyó, traidor de mi lado,
Y quedé sola y perdida
Llorando mi desventura
Sólo olvidar fue mi afán
Y me aturdí en la locura
Del “cabaret” y del “champán”
Hoy, ya perdidos todos mis ensueños
Bajo aquel cielo azul de la Argentina
Vuelvo a mis lares madrileños
Como cansada y triste golondrina
Nadie adivina en mí la modistilla
Que con su alegre gracia de chispera
Supo, feliz, reinar en la Bombilla
Bajo una clara noche verbenera
Dejando atrás los mares
Sin su ilusión divina
Sola con sus pesares
Vuelve a sus lares
La Golondrina
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