miércoles, 4 de marzo de 2020

Una foto de Brozas






            No hace mucho, paseando por Madrid, en la calle Almirante, número 23, veo una tienda dedicada exclusivamente a regalos originales y que compra tarjetas postales. Es una tienda singular que se halla donde se encontraba la vivienda del peluquero Benigno López, segundo propietario del famoso café Gijón, un extremeño, que se lo compró al fundador asturiano, Gumersindo Gómez, y que el señor Rafael Marchena, que fuera director de Caja de Cáceres en Brozas, le enviaba productos de nuestro pueblo, allá por los años 40, según me conto el mismo Marchena y también uno de los nietos del bodeguero. En este café entraron personajes de nuestra historia como José Canalejas, el presidente del Gobierno asesinado en la Puerta del Sol; Benito Pérez Galdós, Santiago Ramón y Cajal o el Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela, al que tuve el gusto de entrevistar en su casa de Mallorca un par de veces, por citar unos cuantos.





            Pues bien, entro en esa curiosa tienda para ver qué postales antiguas tienen de Extremadura y me veo una de Brozas, fechada el 10 del 10 del 72. Dedicada a un tal Juan de `parte de “tu siempre amiga Marga”. Se trata de la Iglesia Parroquial de Santa María la mayor de Brozas (Cáceres), fotografía realizada por A Zerkowitz e impresa en Barcelona. Se trata de una postal con un contenido escrito a mano con un bolígrafo rojo en el que Marga felicita a Juan por sus 24 años “y es mi deseo que te traigan cosas mejores que hasta lo de aquí”.




            Me llamó poderosamente la atención y la compré por 2 euros. Una cantidad insignificante por el aprecio que le tengo a la villa de la que tengo el honor de ser su cronista oficial.  Después de difundir esta crónica, me cuentan que la señora que aparece recogiendo agua en la primera fuente que tuvo Brozas de agua corriente era Martina Rato, la esposa de Rufino Salgado, el popular "Pitillo", aquel que fue durante muchos años ordenanza en el Ayuntamiento.



         Otra persona que ha leído esta crónica me cuenta que esta foto debe ser del año 1972. ¡Ya ha llovido! La puerta de la iglesia de la calle Santiago no tiene verja (se la puso D. Gregorio junto con el ángulo que forma por fuera la capilla del Rosario). La barandilla de la plaza esta hecha una pena...estuvo muchos años así y después la arreglaron y pusieron la estatua de El Brocense. Y por esos años setenta se encontraron algunos restos en el relleno que había debajo de las pesas del reloj de Santa María .

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