AUNQUE
FALTAN LAS FOTOS Y LOS VIDEOS, PREFIERO SUBIR YA LA CRÓNICA
Todos queremos a nuestro pueblo.
Queremos lo mejor para su gente. Nadie puede dudar de eso. Y precisamente
porque lo quiero mucho, lo critico. Nadie puede decir que no conozca sus virtudes
y sus defectos y uno de ellos – sino el que más- es la escasa participación de
sus ciudadanos en las actividades que se organizan, cuando no las critican
abiertamente. Es verdad que todo no nos puede gustar a todos, pero de ahí a la
desidia y a la crítica negativa, hay un abismo, especialmente cuando la persona
que critica o hace poco o no hace nada.
Y todo esto viene a cuento del
excelente Concierto de Navidad que la coral polifónica “Hilario Moreno”,
dirigida por el maestro Epifanio Salgado Castro, programó el pasado sábado 27
de diciembre, a las ocho de la tarde, en la iglesia de los Santos Mártires. Todo
ello presidido por el misterio del nacimiento del Niño Dios, que la coral había
comprado por unos 1.000 euros, cuando su precio real eran 1.200. Además en la
negociación se sacó, como regalo, una casulla para decir la misa el sacerdote.
¡Un precioso portal de belén de gran tamaño!
El programa, de nueve villancicos se
abrió con el “Benedicat vobis”, de Georg
Friedrich Haendel y se cerró con el popular villancico castellano “Ya vienen los Reyes”, que tuve
oportunidad de grabar, cuando los
cantantes estaban ensayando minutos antes de la actuación, como también grabé
el “Adeste Fideles”. Al público, muy
escaso y muy respetuoso, le encanto tanto el concierto que procuró un bis.
La verdad es que la coral da pena.
Ellos mismos se tienen lástima. Un grupo precioso de unas cincuenta personas se
ha quedado reducido a sólo catorce, de ellas cuatro voces masculinas. Aquella coral
que era la delicia y el orgullo de Brozas, se ha visto disminuida por roces y
por maledicencias. Sencillamente, no me gusta.
Quiero elogiar aquí la buena
disposición de los componentes de la coral que, con su nuevo director al
frente, Epifanio Salgado, ha sabido trabajar duramente y dar lo mejor de sí. Pocas
voces, es verdad, pero desde aquí animo a los antiguos miembros de la coral a
volver a integrarse en ella y a otras personas a acudir a los conciertos. Entre
todos, hemos de ofrecer lo mejor que tenemos, en beneficio de una causa
cultural común.