Como uno anda enredando estos días
caseros, me ha salido del archivo una fotografía de enero de 1994 de Lorenzo
Díaz, un artesano del hierro, quien en la puerta de su fragua (en la calle
Fraguas) de la villa cacereña de Las Brozas, me muestra ufano un precioso objeto
artesanal: Se trata de unas tenazas que fueron expuestas en el pabellón de
Extremadura de la Expo 1992, el año de España. Ese mismo año, el 12 de octubre
de 1992 amanecí en la ciudad más antigua de los Estados Unidos de América y
desayuné con su alcalde, pero esto es otra historia para otro día.
Fui a la Expo 92 en numerosas
ocasiones como profesional del turismo y como periodista del sector, incluso
fui invitado, junto al actual presidente de la Academia de las Artes y las
Letras de Extremadura, Francisco Javier Pizarro, a impartir una conferencia
sobre Nicolás de Ovando, el primer gobernador español en las Indias
Occidentales y él de otros conquistadores. Precisamente el hijo de Lorenzo, el
pintor Germán Díaz, que tiene un estilo propio, fue el encargado de registrar
en un cuadro, tantas veces elogiado por mí, el rostro del comendador mayor de
la Orden Militar de Alcántara, siguiendo las indicaciones que da de su rostro
el dominico Bartolomé de las Casas.
En ese pabellón extremeño, donde coincidí
un día con una excursión de broceños estaba expuesta las tenazas de Lorenzo
Díaz, un hombre afable y con humor, un gran artesano del hierro como otros que
ha habido y hay en Brozas, no en balde el pueblo destaca por la artesanía del
hierro, no hay más que ver lo que se ha ido haciendo a través de los tiempos o
de las rejerías de las casonas y palacios que tememos. Merece la pena cuidarla.
Recuerden la labor de los cerrajeros del siglo XVIII Juan Cayetano Polo, autor
de las palomillas de nuestra preciosa iglesia de Santa María, la “catedralina”
y Mauricio Vinagre, cerrajero de Su Majestad Carlos III, citado éste rejero brocense
por Francisco de Gregorio de Salas, capellán mayor de la Real Casa de Santa
María Magdalena de Recogidas de Madrid, y natural de la villa de Jaraicejo,
quien en 1773 publicó un libro titulado “Elogios
poéticos dirigidos a varios héroes y personas de distinguido mérito en sus
profesiones y de elevados empleos, así antiguos como modernos, que actualmente
viven , todos naturales de la provincia de Extremadura”.
Recuerdo a Lorenzo en su fragua, con
el que charlaba en numerosas ocasiones, y aprendía cosas del pueblo, pues él
había sido concejal, no en balde en esa calle fue el primer escarceo amoroso
con una jovencita gaditana, que no sabía decir mi número de teléfono 56 (“sinco
zei”), en mi adolescencia y casi como testigo el señor Ismael, el jefe de
policía municipal… ¡Menuda vergüenza!
Tras
ser distribuido este artículo, el brocense Ángel Amarilla, vecino del herrero,
me cuenta que “estas tenazas las tuve en mis manos con el señor Lorenzo; me
impactó una frase que me dijo: "el invento del giro de los dos brazos está hecho
de tal forma que ni a mi familia le diré el secreto”, enigma aún sin desvelar.
Artesanía brocense en Madrid
Por otra parte, José María Díaz,
hijo y nieto de herreros artesanos brocenses, ha llevado su trabajo hasta una
prestigiosa casa de turismo rural de la Comunidad de Madrid, donde trabajó en
los balcones de sus fachadas y otras intervenciones interiores, concretamente
“Estrella Rural” en Braojos de la Sierra, donde hace uno 15 años también vivía
una vecina broceña. https://estrellarural.es/
José María me informó, además, que
las lámparas del templo parroquial de los Santos Mártires de Las Brozas son
obra de su abuelo Joaquín (la del lado de la Epístola) y de su tío Ricardo Díaz
(la del Evangelio), según pudo ver con el maestro de las obras de esta iglesia,
Feliciano Amado
Interesante poder saber cosas de Brozas que sin tus buenos artículos nunca habría llegado a saber. Gracias Poco
ResponderEliminar*Paco
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