miércoles, 22 de abril de 2020

Turismo por la Comarca de Alcántara



            Escucho ahora la radio, con intervenciones del presidente de la Asociación Española de Directores de Hoteles, Manuel Vegas, y de Santiago Aguilar, presidente de la Asociación Española de Profesionales del Turismo, y la conclusión es que el turismo va a ser el sector económico que según la ministra de Trabajo Yolanda Díaz diciendo que la reactivación del Turismo no se hará hasta finales de año (¡experta, la niña!). Estas declaraciones han hecho mucho daño al sector. Todos intentamos que el turismo se rehaga cuanto antes, quizá empezando por el turismo de proximidad, turismo rural, turismo deportivo en lugares no muy poblados en España, que hay muchos y bonitos. Una sugerencia: Si me lee y va a hacer turismo, empiece por España, por las cercanías a su casa. 




            Hoy no quería escribir mucho, pero me he escaneado algo que escribí hace unos 25 años, concretamente en 1995, la Guía turística de la comarca de Alcántara, que se publicó ese mismo año por Vigraf Ediciones. Mi amigo y ahijado como cronista oficial de Peñalsordo (Badajoz), Alejandro García Galán, de quien hace años escribí una crónica cuando, en octubre de 2009, se le puso su nombre a la biblioteca de su pueblo y alguien, no sé quién de verdad, se interesó desde Moscú por este hecho. 


Aquí la crónica del 10 de octubre de 2009:







            Saco a relucir lo que me acaba de enviar, estos días que estamos confinados, mi paisano, amigo y casi hermano, Alex, publicó en la revista “Oeste Gallardo” del 30 de noviembre de 1995, y que editaba por entonces el periódico Hoy y dirigía Manuel Pecellín Lancharro, hoy académico de la Real de Extremadura.



            En los últimos años ha proliferado en España la publicación de guías para viajeros turistas. Extremadura no representa una excepción a esta moda; por el contrario, guías escritas de nuestra Comunidad, tanto a nivel regional como provincial e, incluso comarcal, suponen un número considerable. Entre estas últimas citaremos la Guía turística de la comarca de Alcántara, cuyo autor es el Presidente de la Asociación de Escritores de Turismo de Extremadura y miembro del Comité Director de la española, el periodista y escritor brocense Francisco Rivero.





            No es la vez primera que Francisco Rivero nos introduce en el estudio divulgativo de esta comarca del oeste altoextremeño, a la que él pertenece por naturaleza siendo a su vez un enamorado de la misma y de la que posee hondo conocimiento como podemos colegir por otros trabajos anteriormente impresos.



            El lector de esta guía se encontrará con un libro práctico, de fácil manejo, formato adecuado, bien documentado y ameno. En él hallará la información necesaria para obtener una visión general de esta zona, limítrofe con Portugal. Así, su autor, nos mostrará con diversas pinceladas, común a cualquier guía: su naturaleza, historia, arte y artesanía, gastronomía, hostelería, costumbres, medios de transportes… terminando con una abundante bibliografía de cada uno de los diez pueblos tratados. Garrovillas de Alconétar, Navas del Madroño, Brozas, Villa del Rey, Mata de Alcántara, Alcántara, Piedras Albas, Zarza la Mayor, Ceclavín y Acehúche, casi todos ellos, como señala Rivero, con nombre relacionados con la propia naturaleza.



            Además, el lector no avezado descubrirá asimismo en esta guía el conocimiento de hechos de altísima y cualificada trascendencia para la historia no solo de Extremadura, sino de la misma España y de América. Porque aquí se dieron acontecimientos tan relevantes como la recreación de la medieval Orden Militar de Alcántara o el nacimiento de personajes tan ilustres o influyentes como Nicolás de Ovando, San Pedro de Alcántara (Pedro Garavito, al nacer), Francisco Sánchez “El Brocense”-en los siglos XVI y XVI- o ya en otra dimensión, el actor de este siglo Casimiro Ortas, o incluso, la intensa relación que tuvo con este espacio, aun sin nacer aquí, Antonio de Nebrija.



      Nos sorprende, en otros términos, la utilización en la comarca de la palabra bohío o “bujío”, voz antillana para designar una choza, muy utilizada hoy día en la República Dominicana ¿Será, acaso, un americanismo ubicado solo en esta zona peninsular como consecuencia de la relación de la misma con la isla la Española? Como aclaración, la patrona de la República Dominicana es la Virgen de Altagracia, la misma que lo es de Garrovillas de Alconétar (señalemos también que la Virgen de Altagracia es asimismo la patrona de otra localidad extremeña: Siruela).



            Añadamos igualmente que las fotografías en color son de alta calidad – algunas pertenecen al propio Rivero- como igualmente lo son los dibujos hechos ex profeso por Raúl Cuadrado.



            Echamos, nos obstante, en falta un mapa itinerante de la zona, que sirviese al curioso de orientación rápida de la misma, como también se observan algunas reiteraciones innecesarias en el espacio y en el tiempo, además de una presencia de erratas tipográficas, que deberían haber sido evitadas.



            A pesar de esto, celebramos la publicación de este nuevo estudio comarcal salido de la pluma de Francisco Rivero, auténtico embajador alcantarino por las tierras de España e Iberoamérica, y que viene a engrosar esta parcela bibliográfica de una ya muy interesante y de por sí rica colección de guías extremeñas”.



ALEJANDRO GARCÍA GALÁN

           

domingo, 19 de abril de 2020

Fotos de hace 100 años de Brozas



            Hace días di a conocer la denuncia de la esposa del brocense Herminio Torres, Vicenta Navarro, donde se publicaban los nombres de los que acudieron a su casa de Madrid para detenerle y después llevarle a Paracuellos del Jarama, donde fue fusilado a los 25 años de edad, dejando a su mujer Vicenta embarazada de su hija. Y todo por tener, en su mesilla de noche, la encíclica “Rerum Novarum”, una encíclica social y defensa de los trabajadores, del Papa León XIII. Ni siquiera su hija Hermy sabía, hasta ahora, los nombres de sus denunciantes. 


            Pues bien, ahora Herminia, que sigue los artículos que escribo como “Cronista de Las Brozas” tiene a bien regalarme algunas fotografías que hizo su padre por esta villa cacereña. Las pongo aquí para los ciudadanos de Brozas, aunque algunos las hayan visto ya, pero también para los que son de otros lugares y un servidor, como profesional del turismo, cuando se levante el ostracismo en el que estamos, lo primero que se va a hacer es el turismo de cercanías por pueblos y lugares pocos habitados, como es el caso de Brozas, donde hay restaurantes poco llenos y hoteles rurales… Merece la pena una visita y conocer el pueblo donde se rodó la primera película de ficción extremeña.







            Pongo aquí el enlace para que se vea esta película, de la que impartí sendas conferencias en las ciudades de Cáceres y Badajoz, patrocinadas por el periódico “Hoy”:

https://www.youtube.com/watch?v=GDqKT8POduk&feature=youtu.be


            Vayamos con las fotos

         Ha llamado mucho la atención los que han leído mis crónicas sobre Brozas en 1929 y en 1960, el elegante edificio de Nuestra Señora de la Asunción de Brozas, nuestra “catedralina”. No se ven claras, aunque las haya mejorado, en la medida de mis posibilidades. Son fotos que yo calculo que están hechas en el año 1925, casi centenarias.





            La foto en la que se ve el altar mayor, con el precioso retablo de Bartolomé de Jerez, del siglo XVIII, estaba el ara donde se decía la misa en latín y de espaldas a los fieles. Tras la transformación del altar, después del Concilio Vaticano II, allí había varias imágenes, algunas de las cuales han desaparecido, como santa Bárbara, que tiene una ermita en la calle, Aldehuela, reconvertida en fragua y desde hace años, totalmente cerrada. Parece ser que esta imagen se vio, hace muchos años ya, en una tienda de antigüedades de Cáceres capital. Santa Bárbara estaba colocada en la parte de la Epístola en el altar mayor. También aparece san Joaquín, la imagen situada en la parte del Evangelio que llevaba una Virgen niña en su mano izquierda. Hoy esta imagen está en la capilla del Santísimo, como se puede ver en la foto hecha en el Monumento del Jueves Santo.








            Y se aprecian cómo estaban colocados los bancos en la iglesia de Santa María, hace unos 100 años, con el órgano barroco, obra del organero vasco Francisco de Andía, construido en 1780 y una caja tallada en el cercano pueblo de Arroyo de la Luz, recientemente restaurado a primeros de este año por el organista asturiano Jorge Méndez. 




            Para terminar con la foto de la preciosa portada gótico- renacentista, pero yo no sabía del asiento corrido que se aprecia delante de esos tres hombres y una cruz blanca detrás. Me gusta poder mostrar esta foto, comparada con otra más moderna en la que se ven a varias mujeres con mantilla durante una Semana Santa…









viernes, 17 de abril de 2020

Un objeto en la Expo 92




            Como uno anda enredando estos días caseros, me ha salido del archivo una fotografía de enero de 1994 de Lorenzo Díaz, un artesano del hierro, quien en la puerta de su fragua (en la calle Fraguas) de la villa cacereña de Las Brozas, me muestra ufano un precioso objeto artesanal: Se trata de unas tenazas que fueron expuestas en el pabellón de Extremadura de la Expo 1992, el año de España. Ese mismo año, el 12 de octubre de 1992 amanecí en la ciudad más antigua de los Estados Unidos de América y desayuné con su alcalde, pero esto es otra historia para otro día.







            Fui a la Expo 92 en numerosas ocasiones como profesional del turismo y como periodista del sector, incluso fui invitado, junto al actual presidente de la Academia de las Artes y las Letras de Extremadura, Francisco Javier Pizarro, a impartir una conferencia sobre Nicolás de Ovando, el primer gobernador español en las Indias Occidentales y él de otros conquistadores. Precisamente el hijo de Lorenzo, el pintor Germán Díaz, que tiene un estilo propio, fue el encargado de registrar en un cuadro, tantas veces elogiado por mí, el rostro del comendador mayor de la Orden Militar de Alcántara, siguiendo las indicaciones que da de su rostro el dominico Bartolomé de las Casas.



            En ese pabellón extremeño, donde coincidí un día con una excursión de broceños estaba expuesta las tenazas de Lorenzo Díaz, un hombre afable y con humor, un gran artesano del hierro como otros que ha habido y hay en Brozas, no en balde el pueblo destaca por la artesanía del hierro, no hay más que ver lo que se ha ido haciendo a través de los tiempos o de las rejerías de las casonas y palacios que tememos. Merece la pena cuidarla. Recuerden la labor de los cerrajeros del siglo XVIII Juan Cayetano Polo, autor de las palomillas de nuestra preciosa iglesia de Santa María, la “catedralina” y Mauricio Vinagre, cerrajero de Su Majestad Carlos III, citado éste rejero brocense por Francisco de Gregorio de Salas, capellán mayor de la Real Casa de Santa María Magdalena de Recogidas de Madrid, y natural de la villa de Jaraicejo, quien en 1773 publicó un libro titulado “Elogios poéticos dirigidos a varios héroes y personas de distinguido mérito en sus profesiones y de elevados empleos, así antiguos como modernos, que actualmente viven , todos naturales de la provincia de Extremadura”.





            Recuerdo a Lorenzo en su fragua, con el que charlaba en numerosas ocasiones, y aprendía cosas del pueblo, pues él había sido concejal, no en balde en esa calle fue el primer escarceo amoroso con una jovencita gaditana, que no sabía decir mi número de teléfono 56 (“sinco zei”), en mi adolescencia y casi como testigo el señor Ismael, el jefe de policía municipal… ¡Menuda vergüenza!




            Tras ser distribuido este artículo, el brocense Ángel Amarilla, vecino del herrero, me cuenta que “estas tenazas las tuve en mis manos con el señor Lorenzo; me impactó una frase que me dijo: "el invento del giro de los dos brazos está hecho de tal forma que ni a mi familia le diré el secreto”, enigma aún sin desvelar.




Artesanía brocense en Madrid


            Por otra parte, José María Díaz, hijo y nieto de herreros artesanos brocenses, ha llevado su trabajo hasta una prestigiosa casa de turismo rural de la Comunidad de Madrid, donde trabajó en los balcones de sus fachadas y otras intervenciones interiores, concretamente “Estrella Rural” en Braojos de la Sierra, donde hace uno 15 años también vivía una vecina broceña. https://estrellarural.es/





            José María me informó, además, que las lámparas del templo parroquial de los Santos Mártires de Las Brozas son obra de su abuelo Joaquín (la del lado de la Epístola) y de su tío Ricardo Díaz (la del Evangelio), según pudo ver con el maestro de las obras de esta iglesia, Feliciano Amado

jueves, 16 de abril de 2020

Mis recuerdos de Brasilia


            Ahora que está uno confinado bajo cuatro paredes, echa a volar su imaginación 40 años atrás y me voy volando a… Brasilia. Todo ello me viene la memoria porque acabo de ojear el suplemento cultural del periódico ABC del viernes 10 de abril de 2020 en el que en sus páginas centrales dedica un amplio reportaje titulado “Brasilia, el sesentón herido de muerte”.








            Yo era el más joven del grupo de la Embajada Turística Balear de 1979, aquel viaje fue mi primera salida al extranjero por tres países iberoamericanos: Venezuela, Argentina y Brasil. Fue una invitación personal de Gabriel Barceló el dueño y fundador de Viajes Barceló. El viaje duró prácticamente todo el mes de octubre de ese año. En Brasil pasé por Tres Fronteras, en las cataratas de Iguazú, junto a Argentina y Paraguay; en Sao Paulo, Brasilia y Río de Janeiro, desde donde ya volamos a Palma de Mallorca, vía Madrid.




            Tras por Venezuela y visitar la tumba de Simón Bolívar, en Caracas; las bellezas de las cataratas de Iguazú, en el lado argentino, o la bellísima ciudad de Río de Janeiro, recalamos en Brasilia. El guía nos lleva ver el novísimo del edificio Congreso Nacional de Brasil, construido en 1960 y uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Fue mi primera entrada en un Parlamento, la sede de la soberanía popular, obra del famoso arquitecto Óscar Niemeyer diseñador también de todo el urbanismo de la ciudad. Después he tenido la oportunidad de este en otros como el de Hungría, donde discutí con el guía por exaltar a los asesinos de ETA y considerarlos soldados al servicio de un imposible Estado Vasco; en el del Reino Unido, con sus famosos asientos corridos de color verde, y que para algunos es el primer Parlamento del mundo, cuando en realidad el primero fueron las Cortes Leonesas de 1188, por mucho que lo discutan los estirados ingleses, y que la UNESCO reconoce a León, como la Cuna del Parlamentarismo mundial. Obviamente, no quiero olvidarme de la visita que hice a la sede de las Cortes españolas, cuando me realicé una visita individual, invitado por mi amigo extremeño José Manuel Rastrollo, funcionario de las Cortes y posteriormente jefe de prensa del Senado. Del edificio del Congreso de Brasil me llevé un gratísimo recuerdo. Cierro los ojos y aún veo cómo un parlamentario brasileño exponía ante nosotros el tema del día y era escuchado con atención por sus compañeros de escaños.





            Dos recuerdos más: Al día siguiente de la visita al Parlamento brasileño me decidí a conocer la ciudad yo sólo, una ciudad que tiene forma de avión, pero que en su núcleo central (la cabina del avión) está la Plaza de los Tres Poderes, pero lo que aún me llamó poderosamente la atención fue su singular catedral, la de Nuestra Señora Aparecida, la Patrona de Brasil, edificada en 1970 solo nueve años antes de que yo la visitara, y diseñada por el arquitecto de la nueva ciudad, Óscar Niemeyer. Sé que tengo fotos (diapositivas), pero una vez más este confinamiento no me permite colocarlas aquí. Una visita que me llenó de orgullo fue esa visita porque, tras entrar en su acristalado interior, me dijeron que las campanas fueron un regalo de España, con nombres tan singulares como la Pinta, la Niña y la Santa María. La cuarta lleva el nombre de la Patrona de España: La Virgen del Pilar.



            Cuando regresaba hacia el hotel entablé con una joven universitaria, que me llevó hasta su Facultad, para presentarme a sus amigos, con los que tomé una cerveza y, a lo lejos, vimos un coche oficial donde se desplazaba el entonces jefe del Estado, el general Joao Baptista Figueirido, que rigió los destinos de este país-continente desde marzo de 1979 hasta marzo de 1985.



            He tenido oportunidad de ir cuatro veces más a Brasil: Dos a la ciudad de Florianópolis, en Santa Catarina, al sur para un certamen internacional de cine turístico, del que formaba parte del jurado; una a Natal, en Río Grande del Norte, la ciudad más cercana al continente africano, con sus preciosas zonas playeras y sus dunas, y el año pasado, en julio de 2019, a Guarapuava, a las cataratas de Iguazú, y a la capital del estado de Paraná, Cutubia… pero esas son otras historias.


martes, 14 de abril de 2020

Recuerdos de viajes por esos mundos de Dios


            Desde que uno está oculto en casa por la dichosa pandemia, se dedica, además de hacer las tareas caseras, a estudiar y a recordar. Estudiar temas locales o regionales y a recordar sus viajes por esos mundos de Dios. Por hablar de esto último, desde El Salvador me piden algunos de mis viajes por Rusia o por Ecuador. Les dije que contaran con ello. Pues uno ha viajado desde Taiwán hasta Guadalajara, la capital mexicana de Jalisco; o desde Macao hasta Guayaquil, en Ecuador, pasando por Gátchina, al sur de San Petersburgo, en Rusia, hasta la selva de Camerún para visitar a los pigmeos.



            Pero para viajero, viajero, mi paisano el brocense Nicolás de Ovando, que, al fracasar en el gobierno de las Indias, su descubridor, Cristóbal Colón, y al confiar los Reyes Católicos en el buen hacer de esta autoridad de la Orden Militar de Alcántara y ser uno de los grandes maestros del Príncipe Juan, el hijo de los Reyes, y primer Príncipe de Asturias, fue nombrado gobernador de las Indias. Con él fueron personajes de la talla de Bartolomé de las Casas, Hernán Cortés o Francisco Pizarro.



            Estos días de confinamiento he visto y he “atrapado” el vídeo, en el que iba a haber intervenido como cronista oficial de Las Brozas, pero un inesperado viaje a América me lo impidió, y que acaba de emitir Canal Extremadura Televisión titulado “Nicolás de Ovando y la armada colonizadora”, en el que han participado diversas personas que intervinieron en las primeras jornadas que sobre este singular personaje extremeño organicé en su villa natal de Las Brozas, para conmemorar el 500 aniversario de su llegada a la isla de la Hispaniola. (1502-2002). Organicé durante algunos años, en colaboración con el Ayuntamiento brocense, varias jornadas de historia dedicadas a Ovando, inaugurando con ello el Auditorio de las Comendadoras, y colocando una placa en el palacio de los Flores, lugar natal del gobernador, el entonces presidente de la Diputación, Manuel Veiga y el alcalde de la localidad, Juan Olivenza.



            En el verano de 1990, invitado por Air Europa y Occidental Hoteles y Hoteles Barceló visité la República Dominicana; recorrí el casco antiguo de Santo Domingo, la ciudad que refundó Nicolás de Ovando, así como sus más señeros edificios como su casa palacio, hoy reconvertida en hotel de lujo, o el Hospital San Nicolás de Bari, todo ello fotografiado por mí en numerosas diapositivas, pero que ahora no puedo colocar aquí por culpa de este asesino coronavirus. 





            De lo que sí me siento orgulloso, además de las jornadas históricas de Ovando y la colocación de su placa, es del asesoramiento del cuadro de Ovando, que hoy es el más difundido, a mi amigo Germán Díaz, quien pintó por sugerencia de este servidor y el apoyo económico de la Diputación, el retrato de Nicolás de Ovando, con ropajes de época y descripción literaria de Bartolomé de las Casas, así como de los diversos estudios que he presentado en los Coloquios Históricos de Extremadura, que se celebran a finales de septiembre en Trujillo, incluso he dado la sugerencia, en uno de esos coloquios, crear en su palacio natal de los Flores el museo “Nicolás de Ovando”, o el hermanamiento de Las Brozas con Santo Domingo, como le he dicho en un par de ocasiones al presidente de la República Dominicana, Lionel Fernández, y que no he dejado de insistir ante el actual embajador de este país hermano en España.




            Quien desee saber algo más de esta importante figura, aún poco conocida, de la conquista y colonización de América, pique este enlace de la televisión extremeña:

www.canalextremadura.es/alacarta/tv/videos/historia-de-extremadura-la-edad-moderna-050418

lunes, 13 de abril de 2020

Las Brozas visto por el Conde de Canilleros


            Tras haber publicado la crónica “Brozas en 1929”, una persona de la localidad me ha recordado que cuando niña se acordaba del pozo que había delante del palacio de los Condes, en la Plaza Nueva (Plaza de Ovando). Me acerqué a mi librería de temas broceños y vi el libro del Conde de Canilleros, Miguel Muñoz de San Pedro, con familia directa en el pueblo, al que titula “Extremadura. La tierra en la que nacían los dioses” rememorando otra obra de Rafael García Serrano: “Cuando los dioses nacían en Extremadura”. La obra del conde de Canilleros fue publicada por la prestigiosa editorial España Calpe en 1961, por lo que se puede decir que trata de Las Brozas de 1960.


Foto de la "Colección Más" de la Diputación Ptrovincial


            El gran tomo, de 654 páginas, y numerosas fotografías, se abre con una imagen de la Virgen de Guadalupe y una dedicatoria a su padre, caballero de la extremeña Orden Militar de Alcántara, y a su madre que nació, vivía y quería morir en su Extremadura natal. Tiene 14 capítulos dedicados a la Alta y Baja Extremadura. Sin duda, es un libro muy superado ya por los numerosos trabajos regionales, comarcales y locales que se han realizado por los diversos estudiosos desde hace seis décadas, pero no le resta ningún valor a lo sustancial de nuestra región. Prestigiosos fotógrafos de la época colaboran en sus páginas.


Foto tomada de Google

            A la villa de Las Brozas le dedica ocho páginas, y también ocho fotografías del capitel visigodo que sirve de pila de agua bendita en la parroquia de Santa María; el Palacio de los condes de Sorróndegui, donde se ve el pozo, la portada principal de la parroquia de Santa María, el interior de este templo, un detalle del retablo mayor de la iglesia, la entrada al castillo y concluye con una foto general de la iglesia y torre de Santa María. Todas estas fotos son de la colección Mas del archivo de la Diputación provincial. Hay una sola que es el gran escudo de esquina del palacio de los condes de Canillero (hoy casa del conde de la Encina) de la que es autor el marqués de Cerverana. A todos ellos les da las gracias.




            El autor estudia a las Brozas como la Encomienda Mayor de la Órden de Alcántara y considera a la villa como un barco: Su bella silueta semeja un navío anclado en el seco mar de pardas tierras onduladas, con torres los mástiles: a proa, el castillo y Santa María; a popa la parroquia de los Mártires.




            Y vamos a ver brevemente lo que dice el Conde de Canilleros sobre nuestro pueblo: Un territorio de origen celta y con muchos restos romanos. Tras la reconquista la villa de Las Brozas no pasaba de ser una pequeña aldea dependiente de Alcántara. Con el tiempo se convierte en Encomienda mayor de la Orden y se engrandece con figuras como Nicolás de Ovando y El Brocense. Tras hablar de los palacios y casonas de ilustres personajes, Miguel Muñoz de San Pedro escribe de los monumentos del pueblo: Templos de Santa María y de los Mártires, el castillo y las ermitas.





            “La parroquia de Santa María – escribe el conde de Canilleros - declarada monumento nacional, es una espléndida fábrica gótica del siglo XVI, con mezcla del gusto del Renacimiento, toda sillería de granito. Cautiva el exterior del templo por su esbelta torre, por sus blasonados muros, por sus estribos que denotan la construcción ojival¸ por sus sencillas portadas laterales y por la principal en la que lo gótico y lo plateresco se enlazan en una ornamentación fina y bellísima. Se abre esta puerta entre dos pináculos resaltados en arco de medio punto, bajo una faja de florones comprendidos en círculos. En los adornos de una de las archivoltas resaltan figuras de ángeles con los atributos de la Pasión de Cristo. Sobre este primer cuerpo bajo de la portada se eleva un ventanal del Renacimiento encuadrado por pilastras, con medallones de San Pedro y San Pablo y el jarrón de azucenas de la Virgen por acroteras-Rematan la decoración la imagen de Nuestra Señora, en labrada hornacina y la figura del Padre Eterno. En las pilastras que encuadran dichas hornacinas está grabada esta fecha: Año 1567”.





            El encanto del exterior del templo se complementa con el del interior de tres naves de igual altura, que sorprende por su elevación y por las esbeltas columnas que se abren como palmeras en los nervios de las bóvedas de crucería, formándose un conjunto gallardo y lindísimo. Con razón se dice que esta iglesia es el mejor templo parroquial de la diócesis de Coria – Cáceres.


sábado, 11 de abril de 2020

Brozas en 1929








            Como estamos encerrados hay tiempo para todo, incluso para repasar y divulgar viejos libros. En este caso, una guía turística de 1929 y así saber cómo era el pueblo de Brozas visto por un viajero hace ya casi 100 años. Se trata del libro “Por la vieja Extremadura. Guía artística de la provincia de Cáceres”, escrito por José Blázquez Marcos, con 143 fotografías originales de Tomás Martín Gil, publicada en la Tipografía “Extremadura”. (Coria, 1891; Cáceres, 1947).  Así los broceños de hoy pueden apreciar tres vistas antiguas de su pueblo.



            El autor dice que “entre su propósito no está amenazar al lector con un plúmbeo mamotreto, sino un librito manejable que ayude a comprender y sentir toda nuestra riqueza artística de una tierra que el ayer hizo augusta”. Tras tratar temas de Cáceres, Coria, Plasencia, Yuste, Trujillo, Guadalupe y Alcántara, le dedica a nuestro pueblo lo siguiente:



             Pasadas las cuestas de Araya y dejando a la derecha Navas del Madroño pronto nos acercamos a Brozas, de cuyo señorío y valía en la historia nos avisan, antes de llegar, la esbelta torre de Santa María y los viejos muros de algunos palacios y caserones. Entre tanto, su nombre se exalta y ennoblece ante el recuerdo de tantos hijos ilustres, caballeros, capitanes, monjes, sabios y artistas: Fray Nicolás de Ovando, el colonizador de la Española, el adelantado del Yucatán, Francisco de Montejo el Viejo, Carvajales, Argüellos, y, por encima de todos el sabio humanista y maestro de la escuela salmantina Francisco Sánchez “El Brocense”.





            Ya en la villa nos sorprenden y deleitan el recio carácter y sobrio tipo castellano de su Plaza Mayor, el sello solariego y viril de algunas casas antiguas y, sobre todo, la mole amplia y severa del templo de Santa María.





            Es éste un buen ejemplar gótico del siglo XVI, con mezcla ya de elementos de gusto renacentista, y se considera el mejor templo de la diócesis de Coria después de la Catedral. En el exterior destaca la portada principal (en la foto) de labor decorativa bastante profusa, mostrando la puerta, entre dos pináculos resaltados góticos y con haces de columnillas, cresterías florenzadas y grumos, archivoltas muy adornadas y con figuras de ángeles en relieve, sobre las cuales aparece un ventanal de medio punto con medallones en sus enjutas, por cima un entablamento, y sobre este por remate la figura del Padre Eterno. A la derecha de esta portada, se yergue una torre altísima y saliente de dos cuerpos, que remata una balaustrada coronada de flameros, más una espadaña de traza clásica.





            El interior es de una elevación y amplitud sorprendente; tiene tres naves separadas por esbeltos pilares, de los que arrancan los nervios de las bóvedas ojivales que forman estrellas, con sus claves historiadas ornamentadas la capilla mayor ofrece al fondo un enorme retablo baroco, de tala sin dorar, y en sus pilares , palomillas de hierro, también barrocas, hechas acaso en el siglo XVIII, por el rejero brocense Juan Cayetano Polo; enfrente , en el último tramo de la nave, aparece el coro sobre arcos rebajados y con balaustrada.



Algunas observaciones



            Observando las fotografías, me llama la atención cómo era la Plaza Mayor, según el libro, hoy plaza de Ovando, toda llana y sin jardines en el centro, así como apenas se ve el pozo que se encontraba cerca el palacio de los Bravo, hoy de los condes de Sorróndegui. 


            En la iglesia también me llama la sencillez de la fachada de Santa María, retocada hace años por el párroco don Gregorio Carrasco Moreno, recientemente fallecido, así como el interior, en la que apenas se ve una cruz en la pared del Evangelio, de la que yo me acuerdo cuando era niño, en tiempos del párroco don Saturnino, que fue el que me dio la comunión en las Carmelitas. También es digno de destacar cómo estaban colocados los asientos, pues los nuevos, de nueva construcción, también son de tiempo de don Gregorio.