domingo, 23 de julio de 2023

Sillón El Brocense





Publicado en la revista "Atril" de la Academia Extremeña de Gastronomía, julio 2023.


 

Francisco Rivero

Académico de la Academia Extremeña de Gastronomía

Doctor en Turismo

Cronista Oficial de Las Brozas

 

            Un servidor tiene el honor de ser miembro de número de la Academia de Extremeña de Gastronomía y eligió el nombre de “El Brocense” para su sillón, coincidiendo este año de 2023 con el V centenario de su nacimiento en la villa de Las Brozas (Cáceres), de la que soy cronista oficial desde hace más de 30 años.

 

            Francisco Sánchez fue un importante humanista español del siglo XVI; sus teorías gramaticales fueron muy seguidas en las Universidades de Europa en los siglos XVII y XVIII, no tanto en España que quiso seguir las teorías gramaticales de otro importante gramático Elio Antonio de Nebrija, del que se dio la circunstancia de que vivió en Brozas con todos sus hijos y allí se conserva la única casa en las que habitó

 

            Las teorías de El Brocense fueron estudiadas por la Escuela de Gramática General y Razonada de Port Royal de 1660 ya que Francisco Sánchez trata de razonar su gramática y no seguir las teorías anteriores. También fue estudiado en el siglo XX por el más famoso pensador norteamericano Noam Chomsky, en su gramática generativa. Su liberal manera de pensar, siguiendo a Erasmo de Rotterdam, hizo que fuera enjuiciado dos veces por la Inquisición, siendo absuelto , aunque severamente reprendido en la primera por decir que el latín de los Evangelios era nefasto; la última fue “encarcelado” en la casa de su hijo en Valladolid, pero murió en Salamanca el 5 de diciembre de 1600. Discípulo suyo se declaró el escritor Francisco de Quevedo,

 




            Desde siempre me ha interesado su enorme obra y por eso estudiando Periodismo me compré en 1977, por 575 pesetas (unos 3 euros) la primera traducción al español de su obra máxima, “Minerva”. Lo hice en la librería “El Brocense, hoy desaparecida, y que se hallaba en la calle Fernández de los Ríos, 65, de Madrid. Tengo varios libros de él, pero el más interesante de todos es la séptima edición, en latín, de su “Minerva”, publicada en Ámsterdam en MDCCIV, que compré en junio de 2008 a un profesor de la Universidad de Extremadura por “solo” 600 euros.








sábado, 15 de julio de 2023

Las Brozas, en las piedras romanas

 



 

            Al escribir mi crónica sobre el dios indígena Eaeco, en tiempos iberos, de Las Brozas recibí un escrito desde Cádiz de parte de Antonio Ruiz Castellanos, que tiene relación con alguna familia broceña y en la que me hace un comentario sobre este tema:

 

“Yo estoy de acuerdo con la lectura de la inscripción que me envía, aunque en la línea cuarta hay signos que no se han transcrito que parecen XXX, pero no estoy seguro. Tengo mis dudas respecto a la interpretación del epígrafe: No sé si el APULLUS hay que adjuntárselo a EAECO, ya que no concuerdan en caso, o simplemente es el cognomen del personaje CILIO HIJO DE CENÓN Apulo (CENÓN es la trascripción al latín del nombre griego ZÊNO. No hay que leer: hijo de Caneo, y Apulo es de la Apulia). También es verdad que en esa zona se encuentra un APULLUEAECUS (según recoge Usted de las fuentes que cita), pero Beltrán Lloris no recoge otra lectura que BANDIAEAPOLOSEGO, que tampoco me parece muy segura. Desde luego, lo que sí parece cierto es que existe la divinidad de EAECO, culto que parece muy de Brozas”.

 

Además, me envió un artículo de Beltrán Lloris, profesor muy prestigioso de Epigrafía. Se interesa por el tema del que se habla. EAECO es una divinidad de la zona.

 

El señor Ruiz Castellanos me remitió el artículo “Aportaciones a la epigrafía y arqueología romana de Cáceres”, publicado por Miguel Beltrán Lloris en la revista “Caesaraugusta”, correspondiente a los números 39 y 40, de los años 1975-1976 que hablaba de la piedra romana encontrada en 1973 en unas obras de la carretera a Aliseda por el capitán de la Guardia Civil, Carlos de la Torre, buen amigo mío a pesar de la diferencia de edad y que me enseñó a  buscar restos arqueológicos en los campos de la villa de Las Brozas, cuando aún no había comenzado mi carrera de Periodismo.

 

El profesor Beltrán Lloris dice en este artículo lo siguiente: Gran estela de granito marrón, de 2'37 X 0'35 X 0'33 m., descubierta en el mes de noviembre de 1973 durante el curso de construcción de la carretera entre Brozas y Aliseda, en el kilómetro 12 y en la Finca Casatejada. Apareció a unos 0'60 m. de profundidad, juntamente con una pieza de granito que sirvió de umbral a una posible construcción, siendo probable que la estela fuera reutilizada. Se encontró algún resto de tégula romana, pero no se hallaron otros materiales significativos.

 

Nos encontramos con el nombre del famoso caudillo Viriatus, que se concentra sobre todo en la Lusitania y se localiza también fuera de ella. En nuestra provincia, lo hallamos en Santa Cruz de la Sierra, Coria, Ibahernando, con análogas observaciones para Lovesius. La transcripción: VIRIATI, LOVESI F(ilio).

 

Por último, decir que sobre estos temas he publicado dos artículos en mi blog “Cronista de Las Brozas” y que se pueden leer en los siguientes enlaces:


6 de enero de 2011

 

Crónicas de Las Brozas: Lápida de Viriato hallada en Brozas (cronistadelasbrozas.blogspot.com)

 

28 de octubre de 2020

 

Crónicas de Las Brozas: ¿Está enterrado Viriato en Brozas? (cronistadelasbrozas.blogspot.com)


miércoles, 12 de julio de 2023

Bandia Apolosegus, un dios propio de Brozas

 



 

            Desde siempre me ha llamado la atención la piedra romana que hay en las murallas del castillo, que aquí llamamos el palacio, y que fuera sede de la Encomienda Mayor de la Orden Militar de Alcántara.

 




            No podía descifrar su texto en latín, a pesar de las buenas clases que recibí de la lengua latina del querido maestro don Joaquín Corchado, pero como tenía por entonces 12 o13 años, poco me ha quedado. Ahora hace un tiempo que me hice con el voluen XIII de la revista de historia antigua “Hispania Antiqua” que editó en 1986- 1989 el Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Valladolid. La revista la compré en agosto del año pasado y el dueño de la librería “Anticuario Bellver”, de Madrid tuvo a bien traérmela directamente a mi casa de Madrid. Mereció la pena, ya que aquí estaba la solución a esta cuestión.

 




            En un artículo titulado “Bandia Apolosegus”, una divinidad con culto local en la zona de Brozas (Cáceres)”, El trabajo está realizado por mi buen amigo Julio Esteban Ortega, junto a José Salas Marín y García Rueda Muñoz de San Pedro, fallecido en octubre de 2006. En él se indica que “Bandia Apolosegus pertenece al grupo de divinidades conocidas a la sola mención de su epíteto tópico y consideradas como protectoras de antiguos clanes de carácter gentilicio”.

 




            Y entramos ya a tratar la piedra que se halla en la muralla del castillo, en la plaza del Cerro Palacio. Se trata de un ara votiva, de granito, con una estela que mide 50 centímetros de alto; de ancho, 38 cms. y de grosor, 35. La altura de as letras es de 5 cms. Los historiadores desconocen su procedencia.

 

El texto que pone allí es el siguiente:

Cilius

Caenonis

f.Apulus

eaeco

v.s.l.m.

 

 

 

Y la transcripción concreta es:

 

Cilius

Caenonis

f(ilius) Apulus

eaeco

v(otum). s(oluit).l(ibens). m(erito)

 

            Los tres historiadores dan la siguiente interpretación de esta piedra: El dedicante es un sencillo indígena de la zona de Brozas. Se llamaba Cilio, hijo de Caneo y se la dedicaba al dios Apuluseaeco. De hecho, el profesor Luis Fernández Fuster había estudiado en 1918 las lápidas romanas de Garlitos, Arroyo del Puerco y Araya, con referencias al dios indígena Eaeco, como existen otros dioses indígenas prerromanos; tal es el caso de la diosa de los infiernos, Ataecina Turóbriga, encontrada en Malpartida de Cáceres, un ex voto en forma de cabra, que se exhibe en el Museo Arqueológico Nacional.

 

            También indican estos historiadores que “el epíteto, el adjetivo que añade una cualidad al sustantivo, Apulusaeco los que más hay son de la zona de Brozas. “donde precisamente tenemos atestiguado el epígrafe dedicado a Bandia Apolosegus…las inscripciones latinas portadoras de la “advocación” tópica Apuluseaeco de Brozas están consagradas a Bandia”.

 

            Y terminan: los epítetos de Apuluseaeco hacen alusión a un grupo de carácter gentilicio y ponen de manifiesto la vinculación existente entre Apulli y Bandia. Esta última sería una divinidad indígena que recibiría un culto particular por parte del grupo gentilicio de los Apulli y de ahí que sus testimonios epigráficos estén constreñidos única y exclusivamente a la zona de Brozas”.

 

Bandia Apolosegus sería una divinidad masculina. Y estos investigadores concluyen: La luz aportada por los nuevos testimonios epigráficos es decisiva para atestiguar un culto local a Badia en la zona de Brozas, por parte de la comunidad humana de los Apulli, bajo la advocación particular de Bandia Apolosegus.


Después de difundir esta crónica, la cronista de Cabeza la Vaca (Badajoz). María del Carmen Calderón, me escribe una nota y me dice: Los "indígenas son iberos, aunque en la zona también se encuentran restos tartésicos, de origen fenicio.


 

viernes, 7 de julio de 2023

Y también" Tierra Baja"

 




            Al día siguiente, el 6 de julio de 1933, de estrenar la compañía Xirgú -Borrás la obra “El alcalde de Zalamea, se puso en escena en el teatro Casimiro Ortas, una obra en tres actos muy famosa en aquellos tiempos “Tierra Baja” (Terra Baixa, en catalán), del dramaturgo y poeta tinerfeño, afincado en Barcelona, Ángel Guimerá. La obra se estrenó en el Teatro Español de Madrid en 1896 por la compañía Guerrero – Mendoza y fue traducida del catalán por José Echegaray. Fueron sus dos principales protagonistas. Margarita Xirgú, que hizo el papel de Marta y Enrique Borrás, el de Manelic, que fue el papel más importante de su actividad teatral.

 


Escultura de Manelic en la montaña de Montjuic


Esta obra se considera una visión de la sociedad rural catalana de la época y hace un planteamiento muy social de esos tiempos: el amor entre un rico hombre, Sebastián que tiene relaciones secretas con Marta y a la que casa con Manelic, un pastor de las tierras altas de la región española de Cataluña. La lucha del rico Sebastián por su amante termina en enfrentamiento entre el pastor Manelic y éste, concluyendo con la muerte de Sebastián y huyendo Marta con su esposo a las naturales Tierras Altas.




 

            El cartel de mano, impreso en la Imprenta El Noticiero, de Cáceres indica que son los dos acontecimientos artísticos de la época y que hay un abono especial para ellos. El abono quedaría cerrado el día 4 de julio, el día anterior al primer estreno. El costo era el siguiente: La platea con cinco entradas costaba 20 pesetas; en taquilla, 22,50. Cuatri entrada de platea de proscenio, 16 pesetas; en taquilla, 18. Butacas de la fila 1ª a la 6ª, 4 pesetas en abono y 4,50 en taquilla; butacas de la fila 7 a 11 (inclusive), 3 pesetas y 3,50 en taquilla; desde la fila 12 a la última, 2 pesetas y 2,50 respectivamente. Y ya entrada general 1 peseta y 1,25.

miércoles, 5 de julio de 2023

Margarita Xirgú, en Brozas

 



 

            La excelente actriz Margarita Xirgú actuó en Brozas después de que inaugurara su obra “Medea” iniciando así, el 18 de junio de 1933, la primera edición del ciclo de teatro clásico greco - latino en el teatro romano de Mérida. Fue un domingo a las seis y media de la tarde, con la presencia del presidente de la República, Manuel Azaña, algunos ministros y hasta el embajador de Italia y 3.000 espectadores.

 


Margarita Xirgú interpretando "Medea" en el teatro romano de Mérida


Hoy, 5 de julio de 1933, hace pues 90 años que estrenó en el “Teatro “Casimiro Ortas” de la villa de Las Brozas la obra de Calderón de la Barca “El alcalde de Zalamea” y al día siguiente “Tierra baja”, del dramaturgo tinerfeño Ángel Guimerá.

 

La imagen de este programa me lo ha cedido para escribir este artículo de la inmortal Teresa López, nieta del propietario del entonces teatro de Brozas, Julio López, quien además me ha apuntado algunas cosas tan interesantes como estas: Tu como cronista de Brozas lo sabrás, pero muchas personas no y eso me da como pena porque unos días después de venir de Mérida trabajó en Brozas. Mi abuelo Julio se fue a Cáceres para hablar con ella ya que no la dejaron actuar por ser republicana. Le dijo si quería actuar en un pueblecito y se la trajo a Brozas. Tengo la propaganda original. Te la mando.

 




Lo que sé es lo que me contó mi abuela. El ama de la compañía fue a la fonda y viendo que no tenían cuarto de baño dijo que su señora no se quedaba allí. Margarita dijo que no se movía de mi casa y durmió en las habitaciones mejores, cuyos balcones dan a la calle Sancho y se veía el campo y los humilladeros. Mi madre hizo de niña. No sé si en “Tierras bajas” y mi abuela conservaba las dos copas en las que bebió Margarita Xirgu y ahora yo en Navidad las pongo como decoración en el centro de la mesa”.

 

Sin duda alguna fue una gran obra la que estrenó Margarita Xirgú con la compañía de Enrique Borrás, quien interpretó el papel de Pedro crespo, el alcalde de Zalamea y Margarita Xirgú hizo de Isabel, la hija del alcalde, violada por el arrogante capitán don Álvaro de Ataide, quien tras hacer justicia con él y mandarlo matar le responde al rey Felipe II la famosa frase:

“Al rey la hacienda y la vida

Se ha de dar, pero el honor

Es patrimonio del alma

Y el alma solo es de Dios

 

La obra “El alcalde de Zalamea” se representa cada año en este pueblo de Badajoz, en el que participa, como actores buena parte de sus habitantes. He ido en un par de ocasiones y está muy bien representada ante un numeroso público. La segunda vez coincidí con el presidente en funciones de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien apoyaba este acto cultural con su presencia, según me dijo.

 




Margarita Xirgú nació en 1888 en Molins del Rey (Barcelona) y murió exiliada en Montevideo en 1969. En Mérida tiene una calle con su nombre. Enrique Borrás nació en Badalona en 1863. Sus grandes interpretaciones fueron Pedro Crespo, de “El alcalde de Zalamea”, Manelic, de “Tierras Bajas” y don Rodrigo, de “El abuelo”, de Benito Pérez Galdós. Murió en Barcelona en 1957 y dio su nombre al Teatro Borrás de la capital catalana y es hijo adoptivo de Mérida.

 

Voy a contar una anécdota personal que me ocurrió en el verano de 1971 en el teatro romano de Mérida, representando “Medea” la reconocida actriz catalana Nuria Espert, personaje que ha representado hasta en seis ocasiones distintas. Yo estaba con un pequeño grupo de broceños, cuando en plena representación, un “tonto” (no tengo otra manera de describirlo) se puso a gritar desde la parte derecha del público; otro tonto le respondió a gritos desde la parte izquierda. Estaban actuando solos Nuria Espert y Carlos Ballesteros, que tuvieron que parar la representación. Yo sentía vergüenza y les dije a mis acompañantes que comenzáramos a aplaudir muy fuerte. Todo el teatro nos siguió; se callaron los dos bobos y la representación continuó.

 

Años más tarde, ya trabajando como periodista en Palma de Mallorca, me encontré personalmente con Nuria Espert y Rafael Alberti que iban a dar un recital de poesía en el castillo de Bellver. Le recordé a Nuria este incidente y me agradeció públicamente aquellos aplausos que hicieron interrumpir su actuación delante de las autoridades, entre ellas el alcalde de Palma Ramón Aguiló, y mis colegas periodistas. La entrevista les debió gustar tanto que me enviaron al periódico un saluda firmado por él y por Nuria con el sucinto texto: “A Rivero, gracias” Está entre mis mejores recuerdos personales y profesionales. También puedo decir que estuve varias horas paseando por Palma de Mallorca con Alberti y compré un libro de poemas “Sobre los ángeles” y lo tengo dedicado con un dibujo suyo. Un día hablaré de éste libro y del excelente recital de poemas en el castillo de Bellver…


 

Tras leer esta crónica Sergio Antonio Herrera, director del “Portal de América, que se edita en Uruguay me dice lo siguiente Margarita Xirgú dirigió en Montevideo la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático y en Uruguay actuó y dirigió la Comedia Nacional, ya que en la capital no tenemos un Teatro Nacional de Montevideo.