viernes, 30 de julio de 2021

Olé por Brozas

 


REPORTAJE PÙBLICADO EN LA REVISTA ALDEHUELA, 

NÙMERO 226, DE MAYO-JUNIO DE 2021, PÁGINAS 20 Y 21.


            Vicenta Navarro Nogales (Brozas 1903 - 1997) es la autora de este pasodoble “Olé por Brozas”. Vicenta fue un ama de casa, viuda que fuera de Herminio Torres Cava, el autor de la primera película de ficción de Extremadura, gran fotógrafo que publicó sus fotos en el periódico “El Brocense” y que fue “asesinado por los marxistas el día 3 de diciembre de 1936”, según reza en el Diario Oficial del Ministerio del Ejército del viernes 31 de enero de 1941, en su página 471, por la que se le concede a ella la Medalla de Sufrimientos por la Patria, con cinta azul y carácter honorífico.

 

            Vicenta Navarro nació el 16 de junio de 1903 en la calle Santa María de Brozas, concretamente en la casa que con el tiempo se instaló la pescadería de Ángel “el Recovero”, a los pocos meses su familia se fue a vivir a la calle Derecha, a la casa del balcón de esquina, hoy propiedad de la familia García. Era la segunda de ocho hermanos, tres varones y cinco mujeres.

 

            De muy niña empezó a ir muy pequeña al Colegio de la Doctrina Cristiana medio pensionista donde también fueron llegando sus hermanas. En dicho colegio había una monja que era de Sevilla (la hermana Rosario) y había estudiado piano en el conservatorio y empezó a enseñarle este instrumento musical. Le salió tan buena alumna que con seis años tocó el piano delante del obispo que fue a Brozas en visita pastoral, que por entonces era monseñor Ramón Peris Mencheta, obispo de Coria desde 1894 a 1920.

 

 

            La niña comenzó por prepararse en Brozas con la hermana Rosario e irse a examinar al Conservatorio de Madrid libre. Así hizo hasta 5º de piano (la enseñanza elemental) y 6º, 7º y 8º se matriculó oficial y se fue a Madrid para hacerlo. En 1921 le dio clases el director del Conservatorio de la capital, que por aquel entonces era el prestigioso Tomás Bret6on, autor de la zarzuela “La verbena de la Paloma” Terminó la carrera con 18 años pretendió dedicarse a la música, pero sus abuelos no lo consintieron y tuvo que regresar a Brozas donde estuvo hasta que su padre se metió en negocios que no sabía y se arruinó. Toda la familia, menos el hijo mayor que ya se había casado, emigró a la capital de España.

 

            Allí, a poco de llegar, murió el cabeza de familia y entonces Vicenta se puso a dar clases de música, pero como era insuficiente para mantener a una familia de 9 personas y sabía coser, porque le hacía cosas de vestir a sus hermanas pequeñas, se fue a una academia a aprender corte y confección. Por esos conocimientos montó un taller, algo así como el de la famosa serie “El tiempo entre costuras”, pero mucho más grande, ya que en él llegaron a trabajar un total de 25 personas 23 obreras, más dos de sus hermanas pequeñas. Cosían para El Corte Inglés de principio de los años 30. Se iban a París a los desfiles y compraban un modelo de abrigo vertido o cualquier otra pieza; se lo daban a Vicenta con las piezas de tela necesarias para que le hiciera un montón iguales para venderlos. Se casó a los 31 años con Herminio Torres, ocho años más joven que ella

 




            Después llegó la guerra civil, siendo asesinado en Paracuellos su joven marido cuando ella estaba embarazada de su hija póstuma, Herminia Torres, que nació en febrero de 1937. La familia seguía viviendo en Madrid hasta 1943 que pidió la excedencia en la oficina donde trabajaba de administrativa y se vino a vivir a Brozas; dos años más tarde se casó con el hermano de Herminio, Salomé, un hombre que “era más bueno que el pan, y para mí ha sido mi padre”, en palabras de Herminia Torres Navarro. En 1946 nació su hermano Francisco Javier y al siguiente su hermana, María Dolores.

 

            Esta mujer, conocida por muchos broceños, pero es muy desconocida en su faceta artística: Le encantaba `pintar. Por eso ofreció a su hija un biombo con unos flamencos, un venado y unos niños y su hijo tres o cuatro cuadros más de un estilo más del siglo XVI que del XX. Era una verdadera “manitas”, pues hacía de todo: De albañil, de carpintero montaba a caballo...

 



            Hacia el año 1965 debió componer este singular pasodoble titulado “Olé por Brozas”. Durante unas vacaciones de su hija Herminia, le dijo: "mira lo que he compuesto; haz el favor de echarle un ojo y si algo no está bien, lo arreglas” y tuvo que arreglarle dos o tres “cosinas” que no se ajustaban lo escrito a lo que tocaba...

 

            La única actividad pública que tenía era tocar el órgano de Santa María en las novenas de la Inmaculada y algún festejo más. Se hacía acompañar de Juanita Marchena, (hermana de Julia, la mujer del farmacéutico José Antonio Rodríguez, que entonces estaba al lado de la Sociedad de la Peña, reconvertido el bar hoy en un supermercado) y que cantaba muy bien; tenía una bonita voz de soprano A ella le enseñó el “Ave María”, de Schubert y le salía muy bien. Compañeras de cantos religiosos eran Carmen Morcillo, que tenía voz de contralto y hacía muy bien las segundas voces y Amparino Rodríguez.

 




            Vicenta vivió desde los años 40 siempre en Brozas, tocando el piano todos los días del año. Murió el 3 de agosto de 1997 de una embolia pulmonar en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.







LA PIEZA MUSICAL: 

domingo, 25 de julio de 2021

Entrevista de Casimiro Ortas en “Blanco y Negro”

 



 

            Escribo esta crónica en pleno mes de julio en Málaga, el lugar donde el artista cómico Casimiro Ortas, triunfara en el teatro Cervantes, y en pleno mes de cáncer, el signo del Zodíaco que va entre junio y julio. Entresaco estas notas de la “interviú” titulada “el arte de hacer reir” que le hizo en la revista Blanco y Negro el periodista Ramón Martínez de la Riva.  Era la revista del domingo 15 de junio de 1919, y que sólo costaba 40 céntimos. Con los años, yo publiqué también en los años 80 algunas curiosas entrevistas en esta singular e histórica revista del grupo de ABC, de Luca de Tena. Me acuerdo de la entrevista a un hombre argentino que estudiaba los ovnis y también otra a un canario, relacionado en Venezuela con el mundo de la ETA, o la entrevista al que fuera presidente de Panamá, el general Omar Torrijos, pero hoy no toca hablar de uno, sino del personaje Casimiro Ortas.

 




            De esta entrevista, titulada “El arte de hacer reír”, aprendo algunas cosas nuevas de este reconocido actor de primeros del siglo XX, entre ellas que era un amante de la fotografía, algo novedosísimo en 1919 o que ayudaba en los estudios a un sobrino, pues como dice el periodista “Casimiro que no tiene hijos, tiene sobrinos, por aquello, sin duda de que cuando lo primero no lo da Dios, da el diablo lo segundo”.

 


Obra fotográfica de Ortas


            Veamos el tema de la fotografía: Hacia las dos de la tarde, después de almorzar enseña al periodista sus notabilísimas fotografías. Y dice el actor: “Esa es de la ganadería del duque de Tovar”. Y mientras le iba poniendo en el estereócopio fotografías y más fotografía y le explicaba:

 

-          Yo vuelvo del teatro a las dos de la mañana y me encierro en el laboratorio. Se dan casos de estar en escena pensando en las placas que tengo que revelar, y qué combinación de baños haré para obtener los mayores efectos. Después, en el laboratorio, me dan, a lo mejor – es decir, a lo peor las cinco o las seis de la mañana. Cosa absurda si tenemos en cuenta que el teatro no espera y que su desaprovecho el tiempo para descansar, es imposible recuperarlo, pero ¿y la satisfacción de hacer fotografías como éstas?

 

Y añade:

 

             Yo que vivo solo para el teatro, aquí estoy muy lejos del teatro. Me dedico a la familia y a mi placer favorito: la fotografía. En ocasiones no duermo ni descanso, porque todo el tiempo que el teatro me deja libre lo dedico a trabajos fotográficos.

 

            El periodista y él fueron hasta el teatro Apolo donde ensayaba un sainete de Carlos Arniches. Y le pregunta el periodista:

-          El trabajo de actor cómico, ¿qué características tienes?

 

-          ¡Psch! ¡Yo que sé! No es inmodestia, pero creo que, cuando un actor llega a tener entre el público la simpatía y la autoridad que yo, seguramente ayudado por la suerte, he logrado, el actor necesita obras, eso siempre; pero todo en cuanto las obras le pongan es cosa secundaria. La característica en nuestro trabajo es una enorme personalidad. El actor cómico que no tenga autoridad para hacer en escena cuanto quiera con la certeza de que se lo han de celebrar, está perdido.

 

Y cuenta el periodista que “mientras se vestía de Bhem y Bhem, el popular curandero de El asombro de Damasco, contemplábamos, desde uno de los butacones de su cuarto, los cuadros y caricaturas que lo adornan, todos de artistas americanos”… Y prosigue el entrevistador: ¿Qué arte sobrenatural posee este hombre, que en cuanto sale a escena, animáronse las caras de los espectadores, y poco a poco fueron sonriendo, hasta estallar en la franca carcajada?

 


Casimiro en su casa de Madrid


            La entrevista terina yéndose el actor por la calle Barquillo, muy cerca del antiguo teatro Apolo y la Iglesia de San José, en la calle de Alcalá: “¡Vamos King; Hala, Perlita…! y con el foxterrier y la perrita maltesa, que parece un ovillo de lanas enredado se perdió Casimiro Ortas por esa calle famosa del Madrid antiguo.

 




            Antes de terminar, quiero agradecer públicamente al brocense Mariano Romo la cesión de estas páginas originales de la revista “Blanco y Negro” con la que descubrimos otras facetas de la vida personal y familiar de nuestro paisano el histórico artista de teatro Casimiro Ortas.

sábado, 10 de julio de 2021

Carlos V independizó a Las Brozas de Alcántara

 



    Un servidor es Caballero del Real Monasterio de Yuste desde  hace varias décadas. Recuerdo, como anécdota, que era presidente de la asociación un ilustre extremeño, Manuel Martín Lobo y mi padrino otro ilustre, el entonces alcalde de Zafra Francisco Luna. Perdí la medalla que me habían impuesto esa misma tarde y la encontró en la explanada del monasterio el que entonces era presidente de la Banca Española, Rafael Termes. 


    Este es el primer artículo que escribo para la revista de la Real Asociación y espero y deseo que haya varios más. El artículo fue publicado en la revista número 39 correspondiente al primer y segundo trimestre de 2021. Y para saber algo más: 


http://pacorivero.blogspot.com/2019/06/capitulo-de-los-caballeros-de-yuste.html


Cronista Oficial de la villa de Las Brozas (Cáceres)

Caballero del Real Monasterio de Yuste

 

            Por Real Provisión de 24 de marzo de 1537, el emperador Carlos V concede la independencia al lugar de Las Brozas, por entonces de la jurisdicción de la Villa de Alcántara, y que fuera Encomienda Mayor de esa Orden Militar, dándole el título de villa. Por este acto, los 700 vecinos de esta nueva villa (unos 3.000 habitantes, más que los que tiene ahora, que solo cuenta con algo más de 1.800 almas) pagaron al rey un total de 7.500 ducados.

 

            Las Brozas tenían, por entonces, su importancia en Extremadura, pues aquí había vivido Elio Antonio de Nebrija, con su numerosa familia y se cree que parte de la Gramática Castellana, publicada en 1492 en Salamanca, y su Diccionario fueron escrito aquí. Y que sus paisanos, los lebrijanos han visitado recientemente el lugar y le han honrado colocando una placa en la misma calle donde habitó este célebre personaje de la cultura española.

 

            Nebrija vivió muy cerca de la calle Aldehuela, donde en 1523, al año siguiente de morir el gramático en Alcalá de Henares naciera otro ilustre hijo de la villa, Francisco Sánchez “el Brocense”, profesor de Retórica en la Universidad salmantina y que sus teorías gramaticales se siguen estudiando hoy mismo, en el siglo XXI por el prestigioso pensador norteamericano Noam Chomsky.

 

            Claro que la villa de Las Brozas era reconocida ya por los abuelos del emperador, no en balde, Isabel la Católica había elegido al brocense frey Nicolás de Ovando, gobernador en la isla de la Española, que hoy conforman República Dominicana y Haití, en sustitución de Cristóbal Colón, que era muy navegante pero un pésimo dirigente de hombres. Ovando había nacido en el palacio de sus abuelos, los Flores, que aún se conserva y que fue reconvertido en Escuelas Públicas, habiendo sido colocada una placa como recuerdo de este célebre fraile y soldado alcantarino

 

            De manera casual nació en la villa el que con el tiempo sería el reconocido actor Casimiro Ortas Rodríguez, mientras la compañía de su padre, de igual nombre, actuaba en el cercano Alcántara. Ortas vino al mundo en 1880 y falleció en Barcelona en 1947. Comenzó en el mundo de la zarzuela y terminó como primer actor cómico; los grandes escritores de la época como Carlos Arniches o Pedro Muñoz Seca escribían obras exclusivamente para él. Montó varias compañías, con algunas de las cuales hizo las Américas, concretamente en Cuba y en México, donde se arruinó por completo en 1923, año del asesinato del revolucionario Pancho Villa.

 

            Todos estos personajes que vivieron y se aposentaron en la villa, construyeron numerosos palacios y casonas grandes, que junto al enorme y bello templo de Santa María la Mayor, el mejor de toda la diócesis, declarado monumento nacional y conocido como la “catedralina” y el que mandaron levantar los Reyes Católicos en la ermita de los Santos Mártires San Sebastián y San Fabián, concluido, con ayuda de todo el pueblo de Las Brozas en la década de los años 60 del siglo pasado, conforman, con tres conventos y numerosas ermitas, el último conjunto histórico artístico de Extremadura. La villa de Las Brozas, para quien no la conozca, bien merece una detenida visita.

 

            Además, de sus extensos y ricos campos, el emperador sacó dineros, para las guerras que tuvo, de la lana que producían los numerosos ganados de ovejas merinas, que en los llanos de Brozas y Alcántara se criaban, según cuenta el historiador Ramón Carade en su extenso libro de tres tomos “Carlos V y sus banqueros”. “El mercader burgalés Diego López Gallo se compromete a comprar durante cuatro años toda la lana a los ganaderos extremeños. La entrega había de hacerse en un lugar de la provincia de Burgos, y los vellones son de idéntica procedencia: Alcántara, Brozas y Valencia de Alcántara: la lana merina fina”. Esta lana se exportaba por el mar Cantábrico, desde Bilbao a Flandes.

 

            El documento del “Privilegio Jurisdiccional dado a la villa de Brozas por el Emperador Carlos V, y que vamos a transcribir, en parte, fue firmado en la Villa de Valladolid a veinte y quatro días del mes de Marzo año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesuchristo de mil e quinientos etreinta y siete años. Yo el Rey Yo Franciso de los Cobos Comisario mayor del Consexo Secretario de su Cesarea é Cathólicas Magestades”.

 

            Y comienza así:

 

            “Don Carlos por la Divina Clemencia, Emperador de los Romanos, Augusto Rey de Alemania, Dª Juana su madre e el mismo D. Carlos por la Gracia de Dios Rey de Cstilla de Leon, de Aragon, de las dos Sicilias, de Jerusalem, de Navarra, Granada, etc.

 

         “Por quanto por parte de vos el Concejo, Alcaldes, Regidores, Caballeros, excuderos, oficiales y Hombres buenos del Lugar de las Brozas, de la orden e Caballeria de Alcantara, nos fue echa relación, diciendo que dicho Lugar es de la jurisdicción de la villa de Alcantara y esta tres leguas de la dicha villa de Alcantara y hay en el setecientos vecinos e mas, e que los Alcaldes hordinarios de dicho Lugar no tienen jurisdiccion alguna en casas criminales y que en las Ziviles tiene jurisdiccion solamente hasta los mil maravedises y nos juzgan mas de hasta quinientos mrs. porque tratan pleito sobre ello con la dicha villa de Alcantara e acaece que los Pobres y viudas e otras Personas dejan de pedir e seguir su Justicia e dese defender de los que algo les piden maliciosam (te), e que por no poder los Alcaldes de dicho Lugar de causas criminales, muchas veces quedan los delitos que se hacen en el dicho Lugar en sus términos impunidos, e las partes danificadas, e nos suplicastes por merced vos eximiésemos y apartásemos de la jurisdiccion, sujeción e señorio de la dicha villa de Alcantara e vos diésemos juridiccion civil y criminal, e vos ficiesemos villa por vos e sobre vos o como la nuestra merced fuese, e nos acatando e considerando lo susodicho e algunos buenos servicios que del dicho Lugar de las Brozas, e vecinos, e moradores de el habemos rescibido e por lo que al presente en el dicho Lugar hay los dichos setecientos vecinos e moradores e de cada dia crescen en población y e espera que crescera, e que nos servir con siete mil e quinientos ducados de oro que montan dos quentos y ochoientos e doce mil e quinientos maravedís para ayuda a los grandes gastos, que Savemos fecho y experamos hacer e sobstener las Galeras de la Armada contra los infieles y enemigos de nusra Santa fee Catholica y en la guarda de la Costa del Reyno de Granada e de las fronteras de Africa e para otras cosas muy importantes e cumplideras a nuestro servicio e al de estos nuestros Reynos…

 

         El documento es mucho más extenso y en él se explican las condiciones que han de cumplir los nuevos villanos de Las Brozas, pudiendo ser nombradas las siguientes autoridades locales, por un año: alcaldes con alguacil, regidores, mayordomo y procurador, así como fieles guardas  y otros oficiales como caballeros, escuderos y otros hombres buenos y hacen saber a las autoridades de Alcántara, especialmente al maestre, gobernador y alcaldes que ya no tienen jurisdicción sobre la nueva villa, sino que la soberanía recae sobre la Corona. Así los pastos, montes, abrevaderos y aguas estantes o corrientes han de quedar como estaban al servicio de la nueva villa.

 

            El documento estaba escrito en pergamino de cuero, firmado por el Rey Carlos y sellado con el sello real de plomo pendiente con hilos de seda.