sábado, 14 de octubre de 2017

Contra The Economist





            Siempre he considerado a “The Economist” una  revista seria con excelentes análisis que apenas son contestados por la opinión pública mundial, pero en algo que nos afecta como es la declaración de independencia de la región española de Cataluña, no ha estado nada fina.


            Apoya sin reserva la postura independentista considerando que  tienen valor todos los argumentos del Gobierno regional y del parlamento de Cataluña: Que si ha habido 900 heridos en la revuelta del día del falso e ilegal referéndum, sin que se contraste estas cifras como corresponde a un periodismo serio y obje4tivo; que si las fuerzas de policía nacional “atropelló y cargó” contra pobres ancianas que tenían el derecho de votar, que hay que dar más dinero a Cataluña, otorgándole  la posibilidad de una independencia.


            Es incomprensible para mí, como periodista, que al hacer un análisis de la situación en Cataluña diera solo por buena todo lo que dicen los independentistas y no contraste la información para estar más cerca de la objetividad.


            Una crítica, como ciudadano, al Gobierno español. ¿Qué ha hecho el Gobierno, a través de las embajadas, que no aclara la situación a los medios informativos que son decisores a la hora de crear opinión en los ciudadanos de las sociedades occidentales?