jueves, 31 de agosto de 2017

La fortificación abaluartada de Brozas

El año pasado ya intervine, como cronista oficial de la villa de Las Brozas en Vilaviçosa (Portugal) en un seminario sobre las fortificaciones abaluartadas de la Raya / A Raia, invitado por mi amigo Moisés Cayetano Rosado, al que tuve el gusto de conocer en 1974 durante mi estancia como becario de periodismo en el "Hoy" de Badajoz.

Hoy reproduzco su artículo del periódico pacense y ruego que se lea hasta al final. Muy interesante para Las Brozas. En una ocasión ya hablé de ello en otro artículo titulado "Brozas, Patrimonio de la Humanidad". Y a fe que puede serlo si se cuida, con mucho mimo, lo que tenemos


El ‘patrimonio mundial’, al alcance de la mano


Actuaciones como el arrasamiento en el interior del Fuerte de San Cristóbal o la recomposición de Baluarte de la Trinidad son negativos no solo para Badajoz sino para todo el conjunto


Director de la Revista Transfronteriza ‘O Pelourinho 

Asisto regularmente al Seminário Internacional de Arquitectura Militar de Almeida, a finales de agosto, invitado generosamente como ponente por su Câmara Municipal y el arquitecto-consultor de la misma, João Campos. Este año ha tenido especial significación: porque están ya en marcha los trabajos para confeccionar el dosier de candidatura de las fortificaciones de la Raia/Raya a Patrimonio Mundial (en la Lista Indicativa de Portugal, por iniciativa de Valença do Minho, Almeida, Marvão y Elvas, desde mayo de 2016), y porque clausuraba el Seminario el Presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que se pronunciaría sobre el tema.


En el debate final de las sesiones de trabajo, el coordinador –el doctor João Campos– me instó a que expusiera la situación del Fuerte de San Cristóbal de Badajoz, dentro de una discusión sobre autenticidad e integridad, los dos pilares básicos para estudiar cualquier candidatura por la Unesco, junto al valor universal de los elementos y/o conjunto histórico-patrimoniales. Describí cómo el interior del Fuerte había sido vaciado de sus construcciones militares de los siglos XIX y XX (etapa final de su «razón de ser», como elementos defensivos y de acuartelamiento, iniciados a mediados del siglo XVII) por su estado de ruina, que debería haber sido consolidada, como exige el Plan Nacional de Arquitectura Militar y los convenios internacionales emanados de la Carta de Venecia de 1964. Y cómo en ese interior se habían levantado edificaciones de hormigón y cristal, con terrazas-miradores planas, sustituyendo a las arrasadas Casa del Gobernador y los pabellones para oficiales y suboficiales, de ladrillo, cal y canto, y tejado a una o dos vertientes.


Inmediatamente intervino Milagros Flores, la presidenta Internacional del Icofort (Comité Científico Internacional de las Fortificaciones y Patrimonio Militar), organismo consultor de la Unesco para la calificación de las fortalezas como Patrimonio de la Humanidad, y fue tajante en sus apreciaciones: «Con esas actuaciones no es posible que un bien patrimonial sea calificado como Patrimonio de la Humanidad». Y otros expertos presentes indicaron: cuando se presentan una serie de elementos a la calificación, formando un sistema, si uno de ellos con esos condicionantes se incluye en el bloque, resta méritos al conjunto, que puede verse afectado en la prosecución de sus fines.

O sea, actuaciones como el arrasamiento en el interior del Fuerte de San Cristóbal de Badajoz, o mismamente la recomposición del Baluarte de la Trinidad también de Badajoz, son negativos no solo para la ciudad sino para todo el conjunto. Igual pasa con el vaciado y abertura de ventanales en los redientes fortificados de la ladera del castillo de Alburquerque. Algo parecido con el vaciado y torpe relleno posterior con tierra de revellines del Baluarte de San Juan de Dios, en Olivenza, donde el Caballero (elemento sobrepuesto en el interior del baluarte para una defensa en altura) ha sido igualmente vaciado para en su base ‘montar’ una explanada tipo «terraza de bar».

¿Tienen remedio estos desaguisados? Al menos hay que intentar minimizar el impacto. Así, el interior del Fuerte de San Cristóbal está llamado «por el sentido común» a prescindir de las ilegítimas construcciones interiores; el Baluarte de la Trinidad, a cambiar sus espectaculares e incomprensibles escalinatas «palaciegas» por rampas más acordes con el uso de subida de artillería pesada al mismo, que para ello se hacían). Los redientes de Alburquerque, a tapar los horribles ventanales, que iban a ser de habitaciones de una hospedería de la que luego se desistió, al tiempo que se rellene su interior, como corresponde a una plataforma artillera. El Caballero de San Juan de Dios de Olivenza, a ser nuevamente rellenado, olvidándose de los ensueños de una «terraza de verano». Y todo ello ha de ser acompañado con una ágil actuación en nuestros conjuntos fortificados de la Edad Moderna (que son los candidatos a clasificarse), subsanando demoras incomprensibles, como la que tiene el Plan Director de las Fortificaciones de Alcántara, que lleva «estudiándose» en la Junta de Extremadura más de un año, sin que se les haya dado ninguna respuesta u observación, como en este Seminario Internacional me indicaban los responsables de su ejecución en Alcántara.

Más aún teniendo en cuenta que nuestros vecinos ‘rayanos’ portugueses están haciendo afanosamente sus deberes, y llevan envidiablemente adelantados sus trabajos de conservación, restauración, documentación y coordinación. Y más todavía si atendemos a las palabras que en la clausura pronunció el presidente de la República, el doctor Rebelo de Sousa, que apostó entusiastamente por la candidatura, prometiendo defenderla en todas las instancias por las que ha de pasar, y llegando aún a más: se comprometió a hablar de ello con el rey Felipe VI, para que también se sume a la iniciativa, como máximo representante del Estado, y juntos colaboren para llegar al buen fin: ser Patrimonio de la Humanidad estas Fortificaciones Abaluartadas de la Raya luso-española.
Quedó bastante claro en el Seminario que en una primera etapa esa calificación deberá recaer en Valença do Minho, Almeida, Marvão y Elvas (que ya lo es, esta última, a título individual), uniéndose inmediatamente otras portuguesas, como Vila Viçosa, que ha solicitado su inclusión. Pero a continuación hay que ‘saltar’ al otro lado de la Raia/Raya, donde las que ofrecen mayores posibilidades de alzarse con el título de esta serie serían Ciudad Rodrigo (bastante adelantada en su puesta en valor), Alcántara (en buen estado y pendiente de intervención sus amplias y potentes murallas) y Olivenza (que en conjunto ofrece un estado esperanzador y tiene al menos cuatro cuarteles militares del siglo XVIII con un «estado de revista» puntero en toda la frontera, y –como dijo el ponente portugués Rui Loza– así no entraríamos en la discusión de «portuguesa/española», sino «ciudad-patrimonio-universal»).

Pero Valencia de Alcántara, Alburquerque y Badajoz (Brozas y Alconchel, después) deben ir ya preparando actuaciones, estudios y documentaciones para no quedar atrás en lo que es un proyecto transfronterizo de incontables beneficios patrimoniales, culturales y turísticos para todos.

sábado, 26 de agosto de 2017

La XXIX Fiesta de la Tenca




Esta cita, que comenzó su andadura en Navas del Madroño en el año 1989, se considera ya una fiesta consolidada. «Pretendemos que a través de esa imagen que damos en nuestro día podamos visualizar el futuro a través de la tenca», explicó Luis Amado, presidente del Grupo de Acción Local Tagus. «Son productos que han estado siempre, pero que con las nuevas tecnologías se convierten en un motor de desarrollo, porque en torno a ellos la ganadería, la agricultura o el turismo van avanzando». Estas palabras están entresacadas del diario HOY y uno que se encuentra desde hace semanas en el dique seco tras una operación de rodilla, recuerda que hace ahora solo” 20 años, un grupo de cuatro personas nos “inventamos” una noche de principios de agosto de 1987, en pleno Festival del Teatro de Alcántara, una fiesta para que la comarca siguiera teniendo esos turistas “paisanos” que decía el decano de la Facultad de Económicas y Turismo, José Antonio Pérez Rubio.


            Pues bien, como decía, cuatro personas en una mesa tomando cuatro cervezas, esa noche de hace ahora treinta años nos inventamos esa fiesta. Éramos dos técnicos y dos políticos que animaron a celebrarla al año siguiente: se trataba del entonces alcalde de Alcántara, Ignacio Esteban y del alcalde de Malpartida de Cáceres, y diputado de Cultura, mi buen amigo Antonio Jiménez, ya fallecido, a los que nos sumábamos el entonces director gerente el patronato de Turismo de la provincia de Cáceres, Rafael Gómez Barberá, y un servidor.


            Sin ser protagonista de nada, fue uno quien propuso que fuera la tenca el móvil dinamizador de esa fiesta, pues había que conseguir un elemento común, aquellos días uno había leído que el emperador Carlos V había pasado por la zona y había comido tencas. Por otra parte, el que fuera canónigo de la catedral de Badajoz, Carmelo Solís, me había dicho que entre su documentación de historiador había un escrito en el que se decía que el concejo de Trujillo había pedido tencas al concejo de la villa de Las Brozas para repoblar las charcas trujillanas. El murió y nunca pude ver ese documento.


            Con la ayuda del cartagenero, extremeño adoptivo, Rafael Gómez Barberá y todo el personal del Patronato de Turismo pusimos en marcha la primera fiesta en Navas del Madroño, adonde acudieron unas 10.000 personas. La fiesta llego a costa un millón de pesetas, pagadas al 50 % por ciento por la Diputación y el otro 50% por los diez pueblos de la comarca (con el tiempo la comarca se amplió a otras localidades en la zona del Tajo Salor Almonte).



           Pues bien, el segundo año me tocó trabajar aún más en el tema, pues el alcalde de entonces, Hilario Moreno, me encargó hacerla en mi pueblo; trajimos a un personaje televisivo extremeño de alcance nacional, la periodista de Alburquerque, Isabel Gemio, que nos quería cobrar 500.000 pesetas gastos aparte. Le dije que esto se hacía “gratis et amore” y que nadie cobraba. Al final aceptó venir encantada. El acto fue publicado por el ABC. Fue también en Brozas, el mismo mes de 2001 en el que falleció de repente mi padre cuando conseguimos que la Fiesta fuera declarada la Primera Fiesta de Interés Turístico Gastronómico de Extremadura.



Otro apunte más. Con el tiempo se ha ido consolidando, incluso no hace mucho, al cumplirse el 25 aniversario, en la localidad de Malpartida de Cáceres, me traje desde Italia a la mejor cocinera de “Tinca al forno”, del Lago Isseo, en Brescia, y al director de turismo de esa comarca. Toda una repercusión internacional de la fiesta, pues acababa de hacer un viaje de prensa turística, organizado por la Asociación de Periodistas de Turismo de Extremadura (APETEX) a esa comarca italiana. Fue un viaje inolvidable. El aniversario se completó con un libro muy gráfico de lo que es la tenca, su ámbito natural y las 25 localidades donde se había celebrado hasta la fecha, con todos los premiados.
Puede verlo entero en este enlace:
https://issuu.com/frivero41/docs/el_libro_de_la_tenca/90


            Pues bien, tras estar en dique seco, como dije, con la operación y pasar varios meses en mi casa de Madrid, no puedo trasladarme a Arroyo de la luz, que ahora celebra esta fiesta con el gran mazazo de la muerte de la mujer arroyana a manos de su marido.


            A todos les animo a seguir trabajando en esta fiesta de interés turístico que los ciudadanos de esta comarca cacereña han apoyado siempre con su presencia, sumándose a ella los de toda Extremadura y algunos de otras partes de España.

           

viernes, 11 de agosto de 2017

Exposición sobre Casimiro Ortas en el Ayuntamiento de Brozas






            Con motivo del 70 aniversario de la muerte del actor brocense Casimiro Ortas, del 16 al 31 de agosto se expondrán en la sala museo “Carlos de la Torre”, sita en la primera planta del Ayuntamiento y de 9 a 14 horas los días laborales, una muestra de 25 fotografías de este importante artista de zarzuela y comedias teatrales, que he ido recogiendo desde hace años, algunas de ellas facilitadas por la familia, como la de su boda o su esquela. La exposición, es una más de las cuatro que se muestran en el pueblo, con motivo de las fiestas veraniegas.


            El texto que acompaña a las fotos es el siguiente:


Uno de los actores más apreciados del público, Casimiro Ortas Rodríguez, murió el 10 de mayo de 1947 en Barcelona, cuando la compañía de Paco Melgares actuaba en el Teatro Borrás de la capital condal. Casimiro Ortas había nacido en la villa cacereña de Las Brozas el 1 de mayo de 1880 en el número 2 de la Plaza Nacional, y procedía de una familia dedicada al teatro.


     Ortas pese a haber sido una primera figura del teatro en España y en América terminó arruinado y tuvo que ser el Departamento de Obras Sociales del Sindicato del Espectáculo quien se hiciera cargo de los gastos ocasionados por el traslado del cuerpo desde Barcelona a Madrid y ser enterrado en el cementerio de la Almudena.





     El periódico La Vanguardia Española le dedicó al día siguiente de su fallecimiento una amplia información al finado, del que entresacamos el siguiente texto: “Con la muerte de Casimiro Ortas la escena, española ha perdido una de las figuras más destacadas y que todavía contribuía a darle sólido prestigio. Su comicidad era personalísima, ponderada, natural, siempre mantenida en un tono digno Los múltiples personajes a que Ortas dio vigorosa vida durante su larga y brillante historia artística hallaron en todo momento los justos trazos, el requerido carácter. Y encontraron también la impresión de la simpatía, que los públicos depositaban, a la par, en el admirable intérprete”.