martes, 30 de noviembre de 2010

El Conde de la Encina, secretario de Las Cortes


Y ahora una pequeña biografía del marido de la Condesa de la Encina, esa mujer que dejó su dinero para que los más pobres de Las Brozas y de los pueblos cercanos tengan personas que los cuiden en los últimos años de su vida. Sin duda, una gran labor.

Don Manuel Pérez – Aloe y Elías, abogado y gran propietario trujillano, fue nombrado senador vitalicio el 23 de febrero de 1891, a sus 49 años, en la legislatura 1891 - 1893. Obtuvo el título de Conde de la Encina por su matrimonio con doña María del Carmen Castillo de Orellana.

Don Manuel fue designado senador vitalicio por Real Decreto el 9 de enero de 1892, sustituyendo, por defunción, a don Miguel Payá y Rico, arzobispo de Toledo, quien figuraba en el Senado como arzobispo de Santiago de Compostela. Y, al fallecimiento del conde en julio de 1913, le sustituyó en el Senado don Benigno de la Vega Inclán, II Marqués de la Vega Inclán, pero mas conocido por ser Comisario Regio de Turismo, equivalente ahora al ministro de Turismo, y creador de los Paradores de Turismo. Don Benigno había sido diputado por la provincia de Cáceres, desde 1910, el Rey le quiso agradecer todos los servicios prestados a la Corona y le nombró senador vitalicio por Real Decreto de 30 de marzo de 1914, en la legislatura de 1914 -1915.

En el expediente de nombramiento del Conde de la Encina como parlamentario en la Cámara Alta se dio cuenta al Senado de que tenía rentas anuales valoradas en 9.628 pesetas (4.528 pesetas por las rentas de las fincas y el resto, 5.100 por las rentas de valores) y se informó de que había sido diputado en el Congreso en diferentes ocasiones, la primera de ellas en 1858. En la legislatura de 1896 - 1898 tenía el puesto de secretario de las Cortes.

Entre sus actividades públicas se encuentra haber sido nombrado el 10 de enero de 1905 vocal del Consejo Superior de Agricultura, Industria y Comercio, según sale publicado en la Gaceta de Madrid, lo que hoy es el Boletín Oficial del Estado.

martes, 23 de noviembre de 2010

La Condesa de la Encina, benefactora de Las Brozas




Estos días de noviembre se están convocando las IV Jornadas Históricas de Valencia de la Torres (Badajoz). Se celebran cada dos años y en la última edición, la de 2008, estuvo dedicada a la mujer extremeña. El cronista oficial de Las Brozas presentó la ponencia de igual título de este artículo y que ahora se resume en dos partes, uno dedicado a la condesa, María del Carmen Castilla y Orellana y otra al conde, Agustín Orellana y Marín, ambos enterrados en la iglesia de Santa María.

La villa cacereña de Las Brozas tiene dedicado un libro desde 1901 a sus hijos ilustres, publicado por el deán de la Catedral de Plasencia, don Eugenio Escobar Prieto. En su segunda edición, publicada por el Ayuntamiento en 1961, ampliada por el ilustre historiador Miguel Muñoz de San Pedro, Conde de Canilleros, se narran las biografías de casi un centenar de personas, 98 hombres y sólo una mujer. Entre los biografiados cabe citar a personajes de la talla de Nicolás de Ovando, primer gobernador de las Indias, nombrado por los Reyes Católicos; el escritor y gramático Elio Antonio de Nebrija, que residió en la villa porque su hijo se construyó allí una casa palacio; otro fue Francisco Sánchez de las Brozas, el actor cómico Casimiro Ortas, y también esa única mujer hija ilustre: María del Carmen Castilla y Orellana, VI Condesa de la Encina, natural de Trujillo.

El mérito por el que esta señora trujillana figura entre los Hijos Ilustres de la Villa de Brozas se debe a que dejó su dinero para construir el asilo de ancianos por el que ya han pasado cientos de personas mayores desde 1960, fecha de su entrada en funcionamiento.

Cuenta el Conde de Canilleros en su breve biografía que doña María del Carmen había nacido en Trujillo en 1850 y murió en la cercana localidad de Herguijuela el 6 de marzo de 1935, siendo posteriormente enterrada en la parroquia de Santa María la Mayor de Las Brozas el 4 de julio de 1940. ¿Pero cual fue la circunstancia por la que una señora trujillana mandó fundar un asilo de ancianos en una población a 100 kilómetros al oeste de su localidad natal? Todo se debe a que de Las Brozas procedían sus antepasados y también el título de Conde de la Encina.

La Fundación Condesa de la Encina

La Fundación Hogar de Ancianos “Condesa de la Encina” abrió sus puertas en Brozas en diciembre de 1960. Se le encargó su cuidado al Instituto Secular “Hogar de Nazaret”, fundada en Badajoz por el padre Luis Zambrano Blanco.


Actualmente tiene 23 habitaciones dobles, 12 de hombres y 11 destinadas a mujeres, por lo que el total de personas que puede albergar es de 46 personas. Hasta la fecha desde su apertura han pasado por allí 365 personas asiladas de Brozas, Alcántara, Villa del Rey y Trujillo, aunque también se han acogido personas de otras localidades extremeñas. En la sala de visitas del asilo hay dos cuadros obras de F. Jordá, fechados en 1914 y son las únicas imágenes que se conocen.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Ovando en 1496



Todo el mundo sabe que soy un enamorado de la figura de Nicolás de Ovando, tal vez el hijo ilustre más importante que tuvo Las Brozas a lo largo de toda su historia. Comendador Mayor de la Orden Militar de Alcántara, ayo del príncipe Juan, el primer Príncipe de Asturias, hijo de los Reyes Católicos, y primer gobernador español en Indias nombrado por los monarcas ante la mala gobernación de Cristóbal Colón y su sucesor Francisco de Bobadilla.

Pues bien, no hace muchos días recibo de mi buen amigo el historiador Dionisio A. Martín Nieto, la ponencia titulada “Santa María la Mayor de Brozas, un largo proceso de reedificación desde finales del siglo XV hasta el XVIII”, y que presentó en las octavas jornadas históricas de Las Brozas, celebradas a primeros de año en el Auditorio de las Comendadoras donde se habló una vez más de la gran pequeña historia de nuestro pueblo.

En esta ponencia, Dioni, profesor de Historia en el Instituto de Enseñanza Media de Villanueva de la Serena (Badajoz), que se acercará el 16 de diciembre con 50 de sus alumnos para girar una visita turístico- cultural a las villas de Alcántara y Las Brozas, indica que “el 18 de agosto de 1496, los visitadores de la Orden militar de Alcántara, frey Nicolás de Ovando y frey Juan Méndez, asentaron en el libro de la visitación la Real Cédula dada en Madrid el 17 de agosto de 14595, por la que se hacía merced a la fábrica de Santa María de Brozas de la percepción de los diezmos de la iglesia por espacio de dos años, como ayuda a su construcción. Pasado el término, el 22 de enero de 1498, durante el capítulo general de Alcalá de Henares fue prorrogada otros dos años más”.

Esta importante aportación a la pequeña historia de Las Brozas se puede documentar en el Archivo General de Simancas. Cámara de Castilla. Libro I de Cédulas. Folio 283 vuelto, items 2 y 4.

Bueno, poco a poco iremos descubriendo a través de estos pequeños artículos o “posts” en palabras técnicas de los blogs la pequeña gran historia de nuestro pueblo